Opiniones 

Violencia contra niñas, niños y adolescentes jamás

Aguascalientes, Julio 18 (2022).- A nombre del Gobernador Martín Orozco, el Secretario General de Gobierno Enrique Moran Faz instaló la Comisión para poner fin a toda forma de violencia contra niñas, niños y adolescentes. Iniciativa de Adriana Jurado Valadez que en este tema ha reivindicado los mejores resultados, aliada estratégica del Instituto Nacional Electoral y ejemplar servidora gubernamental. La consulta infantil y juvenil ha resultado un método idóneo para conocer, atender y prever los problemas colectivos que las niñas, niños y adolescentes manifiestan como sus preocupaciones. De los resultados de este levantamiento de información, Aguascalientes sale muy bien calificado, en su convivencia social, educativa, cultural…, Los retos van de 0.60 a 9.13 %, nos demandan una decidida actuación para no perder lo alcanzado. Los indicadores positivos de la vida infantil y juvenil nos dicen que, a pesar de las narrativas y sus vídeos a tiempo real del crimen organizado, nuestra sociedad se inmuniza. Este comportamiento está reflejado en la vida política, misma que clama carácter para no dejar llegar la normalidad y cultivar la excepcionalidad. 

Pongamos datos en perspectiva en este tema: En la consulta 2012, un 15% de las y los participantes manifestaron haber padecido maltrato y un 12% manifestó haber sufrido abuso sexual. En 2015, el 44% manifestó haber padecido maltrato, y un 11% manifestó haber sufrido abuso sexual. En 2018, el 16.99% manifestaron enfrentar maltrato, y el 15.4% manifestó haber sufrido abuso sexual. En 2021 el 10.5% señaló abuso sexual.

Es una obligación moral y ética atender el tema sexual infantil, es impostergable políticas públicas, nos llaman a una arremetida última de sensatez, coherencia, lucidez… Sociedad y gobierno le debemos cuidado a este vergonzoso comportamiento que lacera nuestro patrimonio más importante: las nuevas generaciones. El porvenir, queda amputado por esta conducta. No basta el impulso de programas y normativas que defiendan las edades tempranas. Es imperativo un amparo legal, pero más apremiante es que nuestra sociedad adquiera nuevos y mejores hábitos deseables en la didáctica de las pantallas, en instrucción educativa, en metodologías para el razonamiento, en educación temprana, en saber escuchar y opinar, en la ética democrática, en las reglas para atender la vida compartida, en saber compartir significados… 

Partamos de una premisa: una sola voz infantil que denuncie abuso sexual es suficiente para activar talentos e instituciones, capacidades y habilidades, compromisos y comportamientos, de instituciones y gobernantes, es suficiente para poner manos a la obra, atender y combatir ese flagelo. El reto es muy complejo, ¡por supuesto que lo es!; el relajamiento posmoderno es un “agujero negro” en el que no hay gravitación educativa, sin embargo, la ciencia nos ha demostrado que sin gravitación es posible la comunicación si alentamos los átomos de la disrupción. 

Es una posibilidad para la reivindicación gubernamental que imagine “el nuevo libro de una reeducación nacional”, que se aparte de ideologías caducas, rencorosas, encarceladas por la amargura; políticas públicas que diseñen el capítulo de la convivencia familiar, el capítulo de la cultura, el capítulo de la enseñanza áulica de todos los niveles, el capítulo de la libertad de expresión, el capítulo de los derechos humanos, el capítulo de la comunicación…, un largo etcétera.

Un libro que muestre, desde el diseño editorial, el honor de la tipografía, que manifieste que es ajeno a la violencia; que en su sola hojeada contagie la cordialidad, que pregone la paz, como ejes de la vida cotidiana. Que sustente la pedagogía del anhelo, es decir, lograr lo que no se tiene; de la utopía, construir donde no hay; que motive la didáctica del sentido de la vida social; que produzca una nueva actitud, que rechace la indiferencia.

Nuestro éthos formativo en su contexto socio cultural es uno de los principios de la Pedagogía; Acrisola las columnas teóricas y epistemológicas para la formación del individuo y con ella sus habilidades, sociales, emocionales, culturales, profesionales…, resultado de la vida compartida; que en presente la comunicación cumpla su función de trato humano en la diversidad del yo y el nosotros de los sujetos interactuantes, al compartir significados. La relación del YO sólo se hace objetiva y real a través de su relación con el Otro. De manera tal que ese YO se haga responsable del Otro.

Pensemos en cómo proteger a nuestra niñez, desde la primera infancia, para que de verdad tengan una vida libre de violencia. La solución no se activa en solitario, las respuestas son una construcción colectiva que se cuide de no adquirir el mal de Sakira, ciegos, sordos y mudos. Construyamos el mecanismo para atender a las niños, niños y adolescentes que han sido víctimas de esa aberración. Hagámoslo con criterios científicos y sociales que no revictimicen a la persona menor. Debemos considerar la restauración del daño emocional, físico y mental.