Opiniones 

La ciencia y la vida diaria / La columna J

La ontología de las explicaciones científicas

“Cogito ergu sum”

Estimado lector de alchileaguascaliente.com, con el gusto de saludarle como cada semana, aprovecho la ocasión para abordar a la ciencia y la vida diaria. Dentro de los distintos conceptos que expresa el conocimiento, podemos encontrar diversos tipos de inferencias y discrepancias que extienden distancias sobre cómo son concebidos dichos conceptos, es fundamental y de vital importancia entender que la nueva tesitura de la ciencia implora al método científico y el conocimiento como tal; se puede dilucidar a partir de diversos escenarios construidos de manera teórica y práctica.

Si la filosofía esgrime sobre el sustento retorico del conocimiento, la ciencia evoca a un método y a un desarrollo progresivo sobre los elementos que involucran a una circunstancia. La interpretación de la realidad parte primeramente de asimilación que se produce con la observación. Ciertamente existen 5 sentidos que comúnmente son citados en las literaturas más universales, y en los contextos más herméticos de las escuelas iniciáticas se hace la dialéctica sobre 12 sentidos. Finalmente existe una observación que inmersa en un proceso de asimilación cognitiva, es decir, existe tal y como menciona Maturana un criterio de validación sobre las circunstancias. 

Para la contemplación es necesario considerar la existencia de elementos como los son los actos, las emociones, el lenguaje, las conversaciones, el científico, las explicaciones científicas, el criterio de validación de explicaciones científicas. 

De tal modo que se entienden a los actos, como aquellos acontecimientos que se presentan y que posteriormente serán observados. Las emociones son: aquellas sensaciones derivadas de la observación y que tienen una característica de análisis que provoca un proceso de desarrollo de ideas. El lenguaje es una estructura de codificación, por medio del cual se genera una interpretación de las emociones y de los logos asimilados dentro del proceso referido. 

Posteriormente las emociones las podemos interpretar como el proceso dialectico que existen entre lo asimilado y el conocimiento que ya estaba adquirido, en el existen diversos tipos de validaciones, sus consecuciones se manifiestan en términos explicativos.El científico: es el individuo motivado por una emoción que tiende a dar explicación sobre los acontecimientos que se presentan.

“Una ciencia es tanto más útil cuanto más universalmente pueden comprenderse sus producciones; y, al contrario, lo serán menos en la medida en que éstas sean menos comunicables” Leonardo Da Vinci.

Las explicaciones científicas: atienden directamente al criterio y validación que se le otorga a un proceso explicativo, puede contener una gran cantidad de enfoques y metodologías establecidas y ejecutadas sobre lo sucedido. 

El científico tiene una gran responsabilidad, sobre su conciencia recae un gran peso que conlleva inferencias y del mismo modo conlleva realidades, existen condiciones que debe cumplir bajo el manto de la moralidad. También en el recae la fuerza de los argumentos con los que construye una condición propia de la realidad.

Con el resultado de cada investigación se pueden destrabar dogmas, se pueden hacer más fuertes, pero efectivamente existen consecuencias, por ende, es de vital importancia que el científico estructure de manera objetiva y responsable sus observaciones. Sobre este contexto y tesitura no deben de existir ningún tipo de suposiciones y tampoco silogismos reformulados que dejen de manera subjetiva un campo no cubierto que de validez y estructura a la principal pretensión.

“La ciencia es el padre del conocimiento, pero las opiniones son las que engendran la ignorancia” Hipócrates.

Las mediciones cualitativas y cuantitativas sirven para poder determinar la estructura, construir una validación no es nada simple, es verdaderamente una elaboración metódica y progresiva que atiende a los principios de orden. La información que se presente debe de estar debidamente sustentada y argumentada, de lo contrario se incurre en una inconsistencia científica, incluso dentro de los términos jurídicos que atrevo a mencionar que toda investigación debe de estar verdaderamente bien fundamentada.

La responsabilidad social, el bien común y la justicia social, son conceptos que deben aparecer de manera paralela en los fundamentos de investigación, es una parte propiamente moral que le da al científico una posibilidad inefable.

La ciencia nos sirve para interpretar y dar explicación a lo que nos rodea y somete. Las percepciones resultan en fragmentos de la realidad, el progreso humano puede ser aspiracional pero no utópico. Debe ser alcanzable, medible y comprobable. Sería extraordinario que existiese más ciencia en el ámbito político.

In silentio mei verba, la palabra es poder.

Roberto Valdés Ahumada.