Opiniones 

De dañino brinco a la saludable reelección / Vale al Paraíso

En medio del Carnaval del Hueso Legislativo. La glotonería electoral. El pleito entre cavernícolas. Las candidaturas impresentables. Y las responsabilidades inacabadas. Surge la voz de la esperanza. Para demostrar que la palabra empeñada se cumple a cabalidad, sin justificaciones engañosas.

Tere Jiménez Esquivel, alcaldesa de Aguascalientes, mantuvo su postura. Sostuvo su decisión. Consideró que los dichos viajan gratis y los hechos compran viaje en el crucero de la congruencia.

Para la política nacida en Valle de Bravo, Estado de México, hace 33 años, no es de su interés. Nunca lo ha sido, en los dos cargos de elección popular que ha triunfado en las urnas, colocarse las patas de las perniciosas chapulinas, para brincar de cargo en encargo, con el único propósito de saciar incontrolables apetitos en el monte del Poder. “A mí me gusta estar aquí, con la gente”, manifestó orgullosa al momento del descarte.

Raro proceder. Escasa virtud. En tiempos de mundana gula.

Desde el miércoles 6 de diciembre de año reciente, venía diciendo que no era de su interés personal la candidatura al Senado de la República, porque prefería continuar al servicio de la comunidad con perseverancia y trabajo para conquistar “sueños y proyectos” futuros.

A casi doce meses de estar al frente de la Presidencia Municipal expresó que el primer año ha sido muy intenso, cargado de importantes decisiones y diarias determinaciones.

“Hay que aprender a escuchar a los demás, saber resolver, tener alianzas no sólo dentro del gobierno municipal, sino en los ámbitos estatal y federal. He tenido que cambiar muchas dinámicas, pues no es lo mismo ser diputada federal (a los 26 años) a alcalde de un Ayuntamiento, ahora se toman decisiones distintas y en particular de temas delicados como la seguridad pública y la violencia hacia las mujeres”, dijo a El Heraldo de Aguascalientes (7/12/2017), en entrevista exclusiva.

Aceptó sin ambages. En el mapa de navegación está el puerto de la reelección, por la que tanto insistieron los alcaldes del siglo pasado para contar con los calendarios suficientes que les permitieran redondear su obra de gobierno.

Aspiración legitima, pero “sin resultados, es impensable la reelección”, reconoció con honestidad Jiménez Esquivel en la entrevista publicada por el citado diario el lunes 15 de enero. “Ahí estaré, siempre y cuando estemos bien
calificados, es decir, que todo el Gabinete haya trabajado adecuadamente y que todas las personas se pongan realmente las pilas en este ejercicio 2018 y 2019; pero si eso no sucede, no podremos ir a una contienda política”, subrayó
sin matices.

Sobre advertencia no hay engaño para los fodongos. Si los funcionarios municipales, investidos con las facultades para tomar decisiones correctas, quieren seguir comiendo con manteca, deberán entregar las mejores cuentas, empezando por el cabal cumplimiento de las obligaciones estipuladas en artículo 115 constitucional, particularmente, la seguridad y los servicios públicos de calidad, acorde a los cuantiosos recursos entregados por el contribuyente.

La buena imagen. El trato afable de la alcaldesa. Las favorables calificaciones del primer año. Forman parte de su capital político y laboral.

La vistosa propaganda. El eficiente manejo en las redes sociales. La diaria información Y otras acciones implementadas en materia de comunicación política, serán infructuosas llamadas a misa, si no están basadas en obra y servicios medibles y tangibles, reales, dignos para la ciudadanía; con el tiempo la falsa publicidad se cae como la pintura corriente.

Va un caso específico. Es momento de que tránsito municipal, después de trece meses, aparezca en escena, se ponga las pilas, deje de simular, para ordenar la caótica movilidad citadina.

Mire usted la indolencia y falta de autoridad: Antonio Acebedo Escobedo está convertida en el estacionamiento de los automóviles de los funcionarios municipales que tienen sus oficinas en esa calle; en Colón, a un costado del Palacio Municipal, se colocan los horribles tambos color naranja para impedir la estacionada en lugar prohibido, pero el obstáculo es salvado por los funcionarios estatales; balizar con pintura blanca las calles, bulevares y avenidas de dos o más carriles, para delimitar los espacios de los vehículos; y pintar con amarillo los topes y demás atenuantes de la velocidad, por ejemplo.

La entonces candidata Tere Jiménez asumió el compromiso de no abandonar el cargo. Hoy, la alcaldesa lo está cumpliendo. La ética es lo suyo.

Porque alguien debe de escribirlo: El martes 1 de noviembre de 2005, en su sección de “Justicia”, El Heraldo de Aguascalientes, publicó que Verónica Chávez Gutiérrez fue detenida en su calidad de Fardera, por haber robado mercancía —ropa interior y productos de belleza—, cuyo valor total ascendió a 2 mil 300 pesos, a la tienda de Soriana de Plaza Universidad.

En la página buholegal.com aparece el historial del expediente 1246/2014. El asunto está radicado en el Juzgado Civil y Familiar de Jesús María, Aguascalientes. El actor es Ernesto Antonio Mercher Gálvez. La demandada es Verónica Chávez Gutiérrez. El juicio ejecutivo mercantil es por la incobrabilidad de un pagaré.

Los dos asuntos se ilustran al final de esta colaboración.

La Comisión Permanente Estatal del PAN Aguascalientes aprobó por unanimidad —con fanfarrias y fuegos pirotécnicos—, que la impresentable Verónica Chávez Gutiérrez, de relucientes virtudes amorales, sea su candidata a diputada local en el Distrito 16.

Los partidos políticos opositores al azul deberán tener mucho con el hurto de boletas y casillas, y los proveedores con la falta de pago de los productos y servicios vendidos para la campaña de esta joyita panista.

¿El PAN no tiene otra candidata más decente?

marigra1954@gmail.com