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Sangre del cordón umbilical, arma médica poco explotada

Junio 04 (2014) .- La sangre de cordón umbilical se ha convertido en una poderosa arma para combatir la anemia o la leucemia grave en niños, pero en México esta novedosa alternativa médica se encuentra limitada porque la donación es reducida. No obstante, cada año dos millones de mujeres dan a luz.

“Recibimos muy poquitos cordones útiles, un promedio de 130 al año y son pocos porque nuestro estándar de calidad es elevado; muchos cordones —40 por ciento— debemos desecharlos por diversos factores”, explicó a MILENIO Julieta Rojo, directora del Centro Nacional de Transfusión Sanguínea de la Secretaría de Salud federal.

Dentro de la institución, ubicada en la colonia Zacatenco, se localiza el banco de sangre de cordón umbilical, que es único en su tipo por ser público y estar abierto a la población en general.

“La sangre que utilizamos no es del bebé porque ya nació, sino de la placenta y del cordón umbilical. Se recolecta inmediatamente después del parto, debe ser de 90 a 100 mililitros y tiene que llegar a nosotros en menos de 48 horas”, precisa.

Esta muestra (y una más de la madre) son estudiadas en laboratorio. Ambas deben ser negativas a hepatitis B y C, VIH, sífilis, chagas, bruselas u otro tipo de virus que pueda contaminar a otros pacientes. Adicionalmente, debe cumplir también con una cantidad específica de células madre que puedan ser clonadas científicamente.

Si la sangre está completamente limpia se realizan estudios de compatibilidad que indiquen qué tipo de paciente puede recibirla, a fin de que el médico tratante pueda tener varias alternativas de elección.

Cuando cumple todos los requisitos, es almacenada en nitrógeno líquido a una temperatura de -190 grados centígrados; su promedio de vida será de 12 a 14 años.

“Gracias a este banco hemos apoyado un alto número de niños con leucemias agudas que concluyeron un tratamiento de quimioterapia y requieren un trasplante de células madre que provienen de la sangre placentaria a través del cordón umbilical.

Regularmente, acuden a nosotros solicitudes del Instituto Nacional de Pediatría, el 20 de Noviembre, el Federico Gómez, algunos privados y ocasionalmente otros sudamericanos”, afirmó Julieta Rojo.

En 11 años de operación este banco ha recibido un promedio de tres mil cordones, de los cuales mil 200 debieron ser desechados por tres razones básicas: la madre es diabética, hipertensa, obesa, anémica, menor de edad o mayor a 42 años.

Pero también hay cuestiones relativas a la salud del recién nacido: anémico o peso menor a tres kilos, trámites administrativos, falta de consentimiento de la madre, de la firma del médico gineco obstetra o bien la hoja de datos está incompleta.

INDIFERENCIA PROFESIONAL

Salvador Correa, quien es responsable de capacitar a médicos y enfermeras para la recolección de sangre umbilical posterior al parto, explica los problemas a los que se enfrenta en su labor.

“No hay compromiso en las unidades maternas ni de enfermeras ni médicos para llevar a cabo las recolecciones de sangre, pese a que el procedimiento es muy sencillo y no dura más de tres minutos”.

Médicos y enfermeras tienen prisa y les molesta ser corregidos si realizan mal el procedimiento o bien no les interesa hacerlo.

La doctora Julieta Rojo refiere que, por factores genéticos, en ocasiones ha sido difícil encontrar sangre umbilical que sea compatible con algunos pacientes.

“Es por su origen racial, pues en México tenemos una mezcla muy diversa: caucásicas, orientales, amerindia, africana y por supuesto etnias indígenas puras.

Por eso hemos pedido ayuda a otros estados de la República para que nos donen sus cordones umbilicales y así enriquecer la diversidad genética de nuestro banco, declaró el médico.

Los estados que han mostrado completa disposición para contribuir en este proceso son Guerrero, Yucatán, Zacatecas, Chiapas, Veracruz y Aguascalientes. El resto de los estados aún no se integra.

En el país solo hay dos bancos de sangre de cordón umbilical más. Uno se ubica en Monterrey, pero es público-privado, y otro está en el hospital de La Raza, del IMSS, pero es exclusivo para derechohabientes.

Información y foto: Milenio

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