Vivir al día / Analogías
Aguascalientes, Marzo 19 (2023).- Estimado lector: Escribo las siguiente líneas debido al asombro, y al mismo tiempo preocupación, que me causó el haber leído un artículo en el portal de noticias de negocios de la cadena CNBC, dicha publicación data del último día del primer mes de este año, es decir, 31 de enero 2023. Como se aprecia, es información reciente, fresca, recién obtenida por dicho medio informativo.
El titular llamó inmediatamente mi atención: “El 64% de los americanos vive cheque tras cheque”. Debido al alza pronunciada de los precios, derivado de la subida en las tasas de interés, y por ende, en el costo de vida con respecto a los ingresos percibidos, la mayoría de los Estadounidenses (3 de cada 5) no llega a fin de mes con dinero disponible para ahorrar ni para invertir, termina con lo justo y necesario para hacer frente a sus obligaciones económicas.
El reporte presentado por LendingClub señala que los datos obtenidos son en base a los contribuyentes cuyos ingresos son iguales o superiores a las seis cifras (100,000 dólares).
Lo anterior quiere decir que solamente una pequeña porción de ciudadanos, la minoría (2 de cada 5), residentes en el vecino del norte, tienen el privilegio de ser parte de la estadística de hacer las cosas bien en cuanto a finanzas personales se refiere. Aquí es donde surgió mi asombro, ya que si en el país desarrollado líder, en la nación más potente del planeta, sus ciudadanos en su mayoría sufren los efectos económicos por las decisiones tomadas por su gobierno, entonces, ¿qué podemos esperar de países en vías de desarrollo como el nuestro?
No es ningún secreto que la dinámica consumista, aunado a las rutinas de vida (como comer fuera de casa y sobre endeudarse), contribuyen en gran medida para que los datos del reporte arrojen esos resultados. Sin embargo, es preciso realizar recomendaciones respecto al manejo del dinero en épocas en donde los recursos generados ya no rinden lo mismo o se quedan cortos para cubrir las necesidades primarias. A continuación comparto 2 de las más importantes:
- Disminuye los gastos. La compra del supermercado es una de las erogaciones más grades que tenemos todos los meses. Acudir en repetidas ocasiones o sin un plan de compra, hace que la cuenta se eleve. Procura ir sin hambre, después de haber comido, con una idea clara de los menús que serán preparados los siguientes días, así sabrás con detalle lo que se necesita y lo que no. Evita los artículos que se exhiben en el área de cajas, están pensados para caer en la impulsividad, no son necesarios y cuestan mucho. Desactiva las opciones de compra rápida en las aplicaciones como Amazon, ya que éstas hacen que caigas en la impulsividad de igual forma. Pregúntate un par de días si lo que planeas adquirir por dicho medio es realmente necesario o no. Recuerda la diferencia entre gusto y necesidad.
- Impulsa el ahorro. Cada que recibas un dinero, sea por comisiones, sueldo, bonos, utilidades, etc. Separa al menos un 10% y envíalo a una cuenta de inversión en Cetes (Certificados de la Tesorería de la Federación). Aprovechando las altas tasas, es muy recomendable invertir en algo seguro y con rendimientos positivos con respecto a la inflación. Busca bancos tradicionales o entra a cetesdirecto para hacerlo. La idea aquí es que al poner a trabajar los ahorros, crezcan y se multipliquen con la magia del interés compuesto, ganando así al efecto que corroe el poder adquisitivo y al mismo tiempo te aseguras de no tocar ese recurso durante un tiempo determinado. Al pasar los años no podrás creer cuánto han crecido esos recursos, y habrás puesto en práctica varios atributos: la consistencia, la postergación de la gratificación inmediata, y el hábito del ahorro y la evitación o control de la impulsividad consumista banal.
Bien reza el refrán: “Cuando veas las barbas de tu vecino caer, pon las tuyas a remojar”. Si los vecinos del norte están sufriendo las consecuencias de sus malos hábitos económicos, no caigamos en repetir dichos patrones, por el contrario, enmendemos a generar un estilo de vida frugal, con metas y objetivos realizables a través de los consejos aquí descritos. Es posible, así lo aseguran los gurús financieros, pero requiere de una activa participación de quien lo pretende conseguir. Así como el ponerse en forma precisa de cambios en la alimentación y ejercicio recurrente, así mismo son las finanzas personales, requieren de modificaciones de fondo en cuanto a la administración del dinero se refiere. Así que ya lo sabes, alza la vela, navega por las aguas hacia mejores horizontes, se puede si así estás dispuesto a hacer lo que haga falta para conseguirlo.