Opiniones 

Sofía y Engels / Ruelas

Aguascalientes, Marzo 21 (2023).- En días pasados unieron sus vidas en matrimonio Sofía y Engels. Como se estila en la costumbre vigente, escogieron un ambiente muy cerca de la naturaleza y de tradición mexicana. Se aceptaron como esposa y esposo a un costado del Tepozteco. Las familias de ambos nos apretamos para acompañarlos en esta página. Muy comedidos me solicitaron unas reflexiones previas al famoso “brindis” festivo. Así lo hice y con gusto lo comparto.

En esta unión se adhieren dos culturas que aspiran a ser solo una. Esa es la Estética del matrimonio que muestran Sofía y Engels; sin duda, el amor precede esta alianza. Pende de un dilema que intenta resolver y, resolverá en su vida compartida… Pareciera cursi o posmoderno decir que es el amor la substancia del casamiento. Es elemento primero que acaricia la realidad en que la arquitectura juega con el espacio y lo adecua a realidades estéticas. Lo anterior es sencillo en su razón, el noviazgo ignora la realidad, el noviazgo se agita en la posibilidad. Empero, Sofía y Engels están enamorados y se han propuesto su proyecto más sutil: vivir el porvenir. Tenemos la certeza que la Luna tiene ya una embajada en Aguascalientes, en las calles de Francisco Primo Verdad.

El matrimonio atiende el amor no en tiempo pasado sino como un presente autentico, son Ustedes los autores, directores y actores. Comporta un momento ético que muestra el carácter de dos y los funde en un carácter de ternura. En la ironía popular les dirán que es una resignación, “¡resígnate!”; pues están equivocados, cuando el contrato matrimonial se realiza con verdadera aspiración de unidad, conserva el amor siempre. Amor sin matrimonio juzga una evasión de la decisión a la que están llamados los novios. Se funda en la belleza sensible, en la nobleza. Apunta a la eternidad. Eso es lo que distingue al amor de la pura voluptuosidad. Son Ustedes hijos de matrimonios que han superado las circunstancias para situarse en un tiempo de amor: sus temporalidades, ello los ennoblece. Lo sensual es, en efecto, cosa del momento. La eternidad verdadera del amor es la que lo salva de lo insensible.

Amor es reflexión, diálogo, prudencia, el matrimonio solo es compatible con los valores que produce el consentimiento que logra el gobierno de las circunstancias, es el matrimonio razonado; por supuesto que el amor propiamente dicho es una ilusión, una prosa de la vida, una poesía de la convivencia. Su eje es una decisión más que un sentimiento.

Sofía y Engels son ahora una unidad moral y estética, esa es el alma de todo matrimonio. 

El cariño es la gran verdad, su menester es desafiar al mundo en su progresiva y expansiva globalización, sociedades, complejas, difíciles, en las que el diálogo ha sido secuestrado por el monologo del poder, ese es el riesgo de nuestro tiempo. El matrimonio busca una interdependencia que corresponda con la interacción ética de la conciencia y el intelecto, el resultado es un desarrollo realmente humano. Llegó la hora de compartir bienes y recursos, para hacer las relaciones de conveniencia deseables y empoderadas por el amor que vence al mal con el bien, apertura relaciones recíprocas de libertad y responsabilidad en la conquista del porvenir.

Nos dimos cita en Tepoztlán con la idea de que este paraíso sea escenario de la fraternidad con la que sus familias se unan convocados por Ustedes en la panza del Tepozteco. Los llamamos a perfeccionar su diálogo, háganlo fecundo, confronten fe y razón, de esa síntesis nace la caridad y la colaboración fraterna. El mundo no es fruto de la contingencia ni de la necesidad, sino de un proyecto de vida compartida. 

Queridos, sobria y sobrino, jamás podrán hablar del amor verdadero si no tienen idea de lo que es compartir la vida. ¡Sus Padres si pueden hacerlo! Les daré algunas razones. Sus padres saben que la filosofía se sintetiza en dos palabras: todo pasa. Lo importante es que ha pasado con ellos de la mano, han estado juntos en todo. Júbilos y penalidades. Cuando nacieron ustedes, pudo haber dificultades laborales; tiempo en que el dinero no alcanzaba; intranquilidades cuando ustedes enfermaban; enfrentaron y vencieron “el laberinto de la soledad” … ¡Siempre juntos! Participaron la alegría de verlos terminar sus niveles de estudio, sus carreras, sus grados académicos; juntos lograron formarlos sólidamente para que precisamente hoy atiendan su destino; han llorado, uno al lado del otro, la partida de seres queridos; han rezado juntos en la angustiosa sala de espera de hospitales; se han apoyado en el dolor; se han abrazado y perdonado sus faltas… ¡Siempre juntos! 

Hijos, hoy los veo muy contentos, por una sencilla razón, porque con este matrimonio le dan gracias a Dios por sus familias.

11 de marzo de 2023, Hotel Buganvilia, Tepoztlán, Morelos.”