Vale al Paraíso/Iván Sánchez Nájera en blanco y negro

El candidato del sol azteca a gobernador decide tropicalizar la arena electoral. Pretende engañar a la ciudadanía. Caza incautos. Rebasa por la derecha. Y demuestra como un camarada de la izquierda parroquial —o mejor dicho, un “izquierdoso”— puede convertirse en el pequeño burgés de la aldea, que en nada se parece al socialista idílico de principios del siglo pasado.

Su palabra y proceder dejan ver, en las profundidades de sus oídos, una buena dosis de cerilla transformada en insalubre política.

En el primer debate entre candidatos a gobernador, Iván Alejandro Sánchez Nájera se quejo amargamente, entre lagrima y lagrima, que “la mitad de las familias en Aguascalientes tienen un ingreso de seis mil pesos al mes, si hacemos un pequeño ejercicio nos daremos cuenta que tres mil los dedican a la vivienda, transporte y salud y los otros tres mil en alimento, aproximadamente cada familia cuenta con cuatro integrantes, en conclusión cada uno de ellos tiene que sobrevivir con setecientos cincuenta pesos”.

Nada comentó de los $762,039.00 pesos que declaró como ingreso anual neto; menos enteró de los jugosos $862.039.00 pesos que se fueron a los bolsillos de él y su cónyuge por concepto de salario anual neto de los dos durante el mismo período; la abismal diferencia entre las familias pobres que ganan $72.000.00 pesos al año y la del señor Sánchez, es obvia.

También manifestó la propiedad de una casa ubicada en Aguascalientes. La adquirió en 2011. Pagó $232.771.00 pesos. La omisión de la ubicación, la extensión del terreno y los metros cuadrados construidos, huele a sospecha. Dos vehículos son de su propiedad. Uno de marca Chevrolet, flamante modelo 2015, con valor de $170.000.00 pesos. El otro, de su cónyuge, adquirido en 2015, con valor desconocido. Las “trocas” nada tienen que ver con las vergonzosas garritas contaminantes que utilizan los pobres en su diario traslado.

El “Primero los Pobres” es un eslogan pasado de moda para el candidato perredista de hábito franciscano, quien reconoció dos cuentas bancarias en Banorte, donde guarda entre $100,000.01 y 500,000.00 pesos, respectivamente. Una tercera posee en MetLife, con un monto entre $100,000.01 y 500,000.00 pesos. Debe bien suponerse que Sánchez Nájera no morirá de hambre, por lo menos.

Tiene un crédito hipotecario con Infonavit de $200.036.26 pesos. Esa lana pudo aplicarse a la compra de su residencia, que en nada se parece a las maltrechas viviendas de “Pericos Valley”, al oriente de la ciudad.
En su calidad de regidor al Ayuntamiento de Aguascalientes 2014-2016, recibió un sueldazo anual neto de $762,039.00 pesos, que no es igual al paupérrimo “chivo” de la obrera, el albañil o el profesionista con maestría contratado por Nissan en Aguascalientes.

Sánchez Nájera, de los dineros públicos, alegó sin rubor alguno: “La honestidad es como la nieve, una vez que se mancha ya no podemos volver a recuperarla. Es un cáncer que carcome y se quiere institucionalizar en el Estado…”.

Pero los dichos son unos y los hechos son otros. En su calidad de regidor dispuso de celular con cuatro líneas; ocho auxiliares y cinco asistentes que ganaban individualmente $12,000.00 pesos mensuales aproximadamente. En su hangar se localizaban dos capitanes pilotos aviadores pertenecientes a la real fuerza aérea amarilla. Los automóviles de su propiedad se abastecieron de gasolina pública; algunas facturas presentadas sumaban miles y miles de pesos en un mes.
El ahora apóstol de la transparencia jamás informó a la ciudadanía en qué dilapidaba el dinero del discrecional fondo “revolvente”, la caja chica, pues. Tampoco enteró a los aguascalentenses del cómo, cuándo y dónde aplicó el recurso destinado a gestión social para ayudar a los pobres.

Todos esos millones de pesos se fueron al caño. El regidor Sánchez Nájera hizo de la “weba” laboral una forma de corrupción. Vegetó durante dos años y dos meses que le duró el encargo. Registró cero productividad y cero competitividad. Jamás enriqueció el trabajo de la administración pública municipal presidida por Toño Martín del Campo. Menos presentó iniciativas y propuestas en el cabildo de la capital, para mejorar la calidad de vida de los habitantes de este municipio. Más bien se dedicó a torpedear el trabajó de la Secretaria de Servicios Públicos, hoy reconocida en las encuestas por su capacidad operativa. Y a grillar al alcalde en perniciosos concilios opositores; es decir, ordeñaba a la vaca con la derecha, pero le pegaba sigilosas patadas con la izquierda.

Después de estos fétidos pasajes, Sánchez Nájera debió aplicarse, desde hace cuatrocientos días, la revocación de mandato que tanto pregona en el pulpito de la incongruencia.

Por si fuera poco, Iván Alejandro, el supuesto el apóstol de la decencia, recibió dos regalitos de su hermano Emanuelle Sánchez Nájera, el líder estatal del “Perderé”: primero la candidatura a gobernador, después la candidatura a diputado de representación proporcional, de donde le mamaría a la ubre pública el salario anual de un millón 200 mil pesotes.

Tráfico de influencia y nepotismo se toman de la mano. Entrelazan sus dedos. Hacen de la corrupción una lúdica relación en el PRD Aguascalientes.

(Los datos financieros del candidato fueron tomados de su “3de3”).

Porque alguien tiene que escribirlo: Es el tiempo de las mujeres divinas en Aguascalientes, porque han demostrado desde hace décadas sus acrisoladas virtudes, empezando por la dedicación, honorabilidad y lealtad en el seno familiar, laboral y comunitario.

Lorena Martínez y Tere Jiménez, son ejemplos muy recomendables.

Coda: Roberto Tavarez, el general de veinte estrellas, responsable de la gran movilización citadina de la candidata Lorena Martínez, percibe un resultado altamente competido el domingo de elecciones. La invocación y los ruegos a San Expedito, publicados en su muro de Facebook el pasado martes 19 de abril, hacen pensar a más de uno.

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