Opiniones 

Soul / Güero


Un largometraje de animación que fue adaptado para su estreno en video bajo demanda y no en cines, como originalmente estaba previsto. Una trama que envuelve desde el primer momento y un personaje principal que causa identificación con la audiencia al verse limitado en su desarrollo profesional.

La historia se sitúa en Nueva York, Estados Unidos, es protagonizada por un profesor afroamericano de música de banda en una secundaria, Joe Gardner; un hombre de mediana edad que no ha cumplido su sueño de triunfar en los escenarios del Jazz. Este bien logrado film es dirigido por Pete Docter (intensamente y up). En la versión original es Jamie Foxx quien da vida a nuestro protagonista.

Casualmente Joe Gardner recibe una llamada de uno de sus exalumnos que toca en un grupo de Jazz en el reconocido Half Club de Nueva York. El joven lo invita a audicionar en el teclado, a lo que acepta encantado pensando en que su oportunidad por fin ha llegado. Los desánimos de su mamá lo hacen dudar, sin embargo, decide ponerse en marcha con su plan y se presenta en los ensayos. Se envuelve tanto en su papel de pianista que literalmente vive la música e impresiona a la saxofonista, líder de la agrupación, quién es sorprendida por su talento, pasión y entrega en el escenario. Así Joe es aceptado e invitado a ser parte del espectáculo. Sorprendido por la noticia, sale del lugar a marchas forzadas mientras habla por teléfono y esquiva diversos obstáculos en su
camino. Por fin su momento ha llegado, es el tiempo de triunfar y realizar sus sueños, para lo que está hecho, tiene “la chispa”. Pasos más adelante, cae en una alcantarilla. Su vida mundana es puesta en pausa.

El viaje que experimenta a continuación lo hacen pensar y reflexionar sobre su existencia. Se ha obsesionado tanto con hacer lo que le gusta, con triunfar en la música, que se ha olvidado de lo más importante, vivir, disfrutar cada paso del camino, vivir en la realidad presente y no en la distante visualización idealista del mañana. Así es como conoce a 22, una alma en pena que se rehusa a pasar por el mundo, que no sabe lo que quiere, para lo que está hecho y reniega de volver al mundo por ello. La casual conformada dupla lleva a Joe y 22 a una aventura de búsqueda mundana, con la particularidad de que sus cuerpos son cambiados en la tierra. 22 toma el lugar de Joe y Gardner el de un gato.

Para mi gusto es una de las animaciones de Disney Pixar pensadas en un público adulto, no por el vocabulario o las escenas, sino por la trama misma. Estoy seguro que millones de personas se verán representadas en Gardner ante la irrealizacion de sus sueños, ante la frustración en la búsqueda de oportunidades laborales y profesionales. Me recordó al refrán popular que reza “Encuentra un trabajo que te guste y no trabajarás más en tu vida”. Aunque también reconozco que es más práctico gustar lo que se hace que hacer lo que se gusta.

La moraleja principal de la historia es que nuestro paso por este mundo es corto y limitado como para desperdiciarlo con búsquedas, con anhelos y aspiraciones filosóficas elevadas. La vida es mucho más que el oficio, la profesión que desempeñemos. Se compone de muchas otras etapas: amigos, pasatiempos, amor, seres queridos, aprendizaje, legado y trascendencia a través de nuestras acciones.

Esta misma mañana veía, también de Disney, “Un cuento de navidad” de Charles Dickens. En la corta historia nos presentan a Ebenezer Scrooge, un rico avaro prestamista cuya obsesión por la riqueza hizo que perdiera el amor de su vida. Tres espíritus, pasado, presente y futuro, lo visitan para mostrarle desde fuera de su entendimiento cómo ha sido, es y será su vida. Es entonces que se percata de sus faltas hacia los demás, de su egocéntrico y abusivo actuar para con su empleado y causas sociales como ayudar a los pobres. Cuando ve lo que le depara el futuro: un funeral solo, que es el hombre más rico del cementerio, pero no querido o recordado, es entonces que recibe una oportunidad para remendar su pasado.

Así cambia su vida y la de los demás mediante una generosidad y entrega hacia el prójimo. Descubre que tiene familia, que apoya a causas nobles de ayuda a los desfavorecidos, incluso hace socio a su empleado. En suma, encuentra la felicidad.

La vida ofrece a todos una oportunidad al menos una vez. La decisión de tomarla o no es decisión personal. Somos dueños de cómo pensar y reaccionar ante lo que nos sucede, tenemos la elección en todo pensamiento y actuar.

La opinión de César Omar Ramírez de León: Empresario, maestro en psicoterapia gestalt adultos y capacitador en gestión efectiva de recursos humanos.