Opiniones 

Manifiesto del inversor / Analogías

Aguascalientes, Septiembre 13 (2022).- Soy un inversor no un especulador.

No es cuestión de cuánto dinero gano, sino de cuánto dinero mantengo, lo duro que trabaja y cuantos años lo dejo trabajar.

La paciencia es una de mis virtudes, además, soy capaz de resistir el impulso de actuar.

Sé que si sigo siendo honesto y trabajando duro conseguiré lo que quiera en la vida. La inversión no es diferente.

No soy tan valiente como mi broker piensa que soy. Para mí es más importante conservar lo que tengo, que perseguir las ganancias.

No trato de predecir el futuro. Siempre trato de estar preparado para él.

Para ganar dinero con acciones hay que tener visión para encontrarlas, coraje para comprarlas y paciencia para mantenerlas.

Mi meta como inversor no es ser el próximo Warren Buffett, sino convertirme en una versión más auténtica de mí mismo.

Entiendo que saber lo que no sé es más útil que ser brillante.

Sé que el apalancamiento combinado con la volatilidad de los mercados es dinamita y, por lo tanto, me mantengo alejado.

Sé lo que poseo y por qué lo poseo.

Sé que no hay un camino fácil. En el momento que creo que el camino es fácil me estoy poniendo en mucho riesgo.

Para mí no existe eso de hacerse rico rápidamente.

Sé que para ser un inversor de éxito no necesito ser brillante sino, más bien, ser un poco más sabio que los demás, de media, durante mucho, mucho tiempo.

Sé que en inversión tengo que hacer unas pocas cosas bien a la vez que evito hacer muchas cosas mal.

Siempre tengo en cuenta que las palabras más peligrosas a la hora de invertir son “esta vez es diferente”.

No viviré lo suficiente para cometer yo mismo todos los errores posibles. Debo aprender de los errores de los demás.

Humildad y coraje son mis principales activos como inversor. No los debo perder.

Trato de permanecer cuerdo cuando los demás se vuelven locos. La inversión de éxito es un 99% de temperamento y un 1% de inteligencia.

Me lo recuerdo a mí mismo y a menudo, soy un inversor.