Opiniones 

“La palabra es poder” /La columna J

“La palabra es poder”

Estimado lector de alchileaguascalientes, espero que se encuentre con salud y en las mejores condiciones, le saludo de manera afectuosa y quiero compartir con usted una pieza de oratoria que sacudió al mundo, me refiero a uno de los más impactantes discursos de Winston Churchill, posiblemente el hombre más importante del siglo pasado, ganador del premio Nobel de la paz, siempre logro cautiva a su audiencia por medio de sus pensamientos, el hombre tenía temple de acero, los oradores suelen expresar grandes mensajes en tiempos de adversidad.

Constituir una Administración de esta escala y complejidad ya es una tarea muy seria en sí misma, pero debe recordarse que estamos en la fase preliminar de una de las grandes batallas de la historia, que estamos actuando en muchos otros puntos en Noruega y en Holanda, que tenemos que estar listos en el Mediterráneo, que la batalla aérea es continua y que muchos preparativos, tales como los que han sido indicados por mi honorable Amigo, deben hacerse aquí y en el exterior.

Espero que cualquiera de mis amigos y colegas, o ex colegas, que hayan sido afectados por la reestructuración política, se hagan cargo, y comprendan totalmente, la falta de ceremonial con la que ha sido necesario actuar. Diré a esta Cámara, tal como le dije a aquellos que se han unido a este Gobierno: «No tengo nada que ofrecer, sino sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor».


Tenemos ante nosotros una prueba de la naturaleza más penosa. Tenemos ante nosotros muchos, muchos largos meses de lucha y de sufrimiento. Me preguntáis: ¿cuál es vuestra política? Os lo diré: hacer la guerra por mar, tierra y aire con toda nuestra potencia y con toda la fuerza que Dios nos pueda dar; hacer la guerra contra una tiranía monstruosa, nunca superada en el oscuro y triste catálogo del crimen humano.

Esa es nuestra política. Preguntaréis: ¿cuál es nuestro objetivo? Puedo responderos con una palabra: victoria, victoria a toda costa, victoria a pesar del terror, victoria por largo y duro que sea el camino, porque sin victoria no hay supervivencia. Que quede claro: no habrá supervivencia para el Imperio británico, no habrá supervivencia para todo lo que el Imperio británico ha defendido, no habrá supervivencia para el estímulo y el impulso de todas las generaciones, para que la humanidad avance hacia sus metas.

Las palabras tienen poder, el mensaje de Churchill inspiró a un pueblo que se jugaba la rendición o la victoria, en su momento histórico fue sublime, en el recuerdo simplemente glorioso. Me despido de usted estimado lector, dejando ante usted la importancia de la palabra y su trascendencia en la vida, son tiempos de crisis moral, en donde cada mensaje puede ser fulminante o puede ser esperanza presente.

In silentio mei verba, la palabra es poder.

Roberto Valdés Ahumada