La oratoria II / La Columna J
Estimado lector, con es un gusto volver a saludarte en este espacio, en tiempos políticos siempre es bueno voltear al pasado y analizar el desarrollo de las circunstancias. Continuamos con el texto de la semana pasada; la antigua cultura griega, coadyuvó al constante desarrollo de preguntas retóricas, las cuales bajo un ejercicio mayéutico, desarrolló un proceso de investigación a priori y la generación constructivista de una postura. Del mismo modo la oratoria se caracteriza por inferir una esencia dramática que expresa con mayores clises la literatura que se está disertando.
Hablar en público es algo inevitable, de manera directa se puede percibir cuando una persona tiene habilidades para poder expresarse correctamente. Definitivamente marca una diferencia. Sin duda alguna, hablar en público implica una estructura mental, es decir, conlleva un orden lógico sobre las ideas que se van expresar, de lo contrario no tendría sentido, en este bello arte el orden de los factores, si altera el producto.
La filosofía de Sócrates, de Platón y de Aristóteles, reflejan un intento por encontrar soluciones verdaderas a los problemas que los sofistas habían planteado. En los tiempos citados, tuvieron una gran presencia oradores como Demóstenes, quien utilizaba a la oratoria para persuadir y hacer uso de las competencias argumentativas en los distintos escenarios a los que iba. Los enfrentamientos retóricos que tenía con Aristófanes en las olinticas, son una muestra clara, de la gran importancia que implicaba la oratoria.
En la antigua Grecia la oratoria jugaba un papel de gran trascendencia, ya que era instruida desde temprana edad, así mismo era disertada en distintos escenarios, como en las plazas principales, en los palacios de gobierno y también en los centros iniciáticos.
Los griegos utilizaban la ironía, la poesía, el drama para poder construir sus discursos, se caracterizaron por ser grandes en la palabra, lo cual manifestó grados filosóficos superiores, son un referente en la historia. No es casualidad el alcance de su cultura en relación con la educación que tuvieron.
Es una herramienta que permite desarrollar elementos de seguridad y confianza, lo cual genera un círculo virtuoso. Existen diversos factores en la oratoria, uno que resulta importante, es el proceso constructivista, en el cual, al momento de expresar una idea, genera un precedente de asimilación cognitiva y posteriormente este precedente resulta un elemento adicional de aprendizaje y un nuevo referente.
Uno de los principales objetivos que tiene este arte, es poder convencer, o en su caso persuadir al grupo de personas que este frente al orador. Toda herramienta y responsabilidad conlleva un grado de conciencia, el cual puede terminar en un final apoteósico o en una tragedia, la aplicación no es una cuestión apolónica o dionisiaca, atiende principalmente a que exista una trascendencia positiva y genere un círculo virtuoso.
Un claro ejemplo de un gran orador, el cual además busco la libertad, fue Aníbal Barca, el orgullo de Cartago, quien utilizó un discurso congruente y bien estructurado para convencer a su ejército de enfrentar a la amenaza que representaba Publio Escipión. Dentro de la lógica, el argumento constituye una oración conformada por ideas, opiniones, posturas, creencias, etcétera.
Esta ordenada en secuencias entendibles que facilitan su asimilación y al mismo tiempo infiere una contra postura sobre la idea opuesta…
Me despido de ti, nos vemos la próxima semana.
La palabra es poder.
Por: Roberto Valdes Ahumada