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El amor, la amistad, el poder y la avaricia: @ahumadaroberto

“todo lo que posees, acaba poseyendote”

El catorce de febrero es el día del amor y la amistad, ese magnífico día donde los seres humanos cambiamos por unas horas nuestro estado de conciencia y nos convertimos en personas como las que menciona Jaime Sabines en su poema de “los amorosos”.

Definitivamente es un día de presentes y también de pasados, muchos recuerdos se hacen presentes y muchos presentes se convierten en creatividad la cual es guiada por infatuaciones, las flores abundan por todos lados y también los detalles, del mismo modo las frases existencialistas en redes sociales y en general una sintonía de armonía.

En la literatura se menciona que el amor de Dios reina en el corazón de todos los santos, pero hay uno que tiene la dicha de ser patrón de los enamorados y puede hacer actos de Teurgia, San Valentín.

Del mismo modo no se puede entender este día sin la magnífica propagación que la da la mercadotecnia y un mundo neoliberal a la temática del día, en donde la latente necesidad de comprar y regalar se ha convertido en un requisito indispensable para poder tener el acto sublime de dar simplemente por el sentir, al igual que en fechas decembrinas, la economía tiene verdaderamente impulsos de crecimiento derivado de las compras en esta fecha, lo que representa directamente el beneficio lucrativo de alguien que aprovecha los medios para satisfacer una necesidad creada y altamente consumida.

“No es solo llegar a la cima, es poder compartir ese momento con alguien”.

palabras de Karla Weelock, una mujer que escaló el Monte Everest, ella menciona que cuando llegó a la cima estaba su compañero, el cual había esperado por más de una hora y media a que alguien llegara, el desafió su vida y las fuertes temperaturas y cuando ella el preguntó ¿por qué se había esperado tanto tiempo?, él le contesto que de nada servía estar en la cima sino podía compartirlo con alguien, así es la amistad tan necesaria como lo expresaba Aristoteles en su libro “sobre la amistad”.

Hablar del amor es hablar de la fuerza que mueve al mundo, es la conjunción de la fe y de un concepto que va más allá de los que el narcisismo propio implora, lo considero como un concepto inefable.

El título del texto es “el amor, la amistad, el poder y la avaricia” existe un punto en donde estos cuatro conceptos se concatenan, es decir si existe un día donde se festeja el amor y la amistad, en donde se consumen unos a otros en proporciones materiales para sentir un alivio existencial y en algún lado hay alguien que obtiene un beneficio económico, entonces este texto extiende una reflexión si para dar amor y amistad es necesario comprar algo y sobre todo si el hecho de dar es para sentir una satisfacción personal, lo cual entonces sería totalmente diluido y caería en avaricia, la esencia creo que recae en el dar sin pretender recibir nada a cambio, dar por el gusto de dar y dar algo que valga, no lo material, no lo superficial, lo que verdaderamente trasciende, entonces si es así, habrá un poder extraordinario, uno magnífico que si tenga la vigencia de la eternidad.