Policiaca 

Aguascalientes en 5 lugar nacional de estados con menos feminicidios

Aguascalientes, Junio 16 (2019).-El estado de Aguascalientes está colocado en el quinto lugar nacional de las entidades donde menos ocurren feminicidios, así lo revela la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) perteneciente al Gobierno Federal.

Tomando como base los delitos ocurridos en 2018, el estado de Baja California Sur está en primer lugar al presentar cero feminicidios, le sigue Querétaro con solo un caso, mientras Nayarit y Tlaxcala tienen 3 casos respectivamente en tanto que Aguascalientes y Durango cerraron con 5 asuntos.

El CEAV refrenda justamente los números del Secretariado do Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública que refieren que en todo el año 2018 en Aguascalientes hubo 4 casos, mientras en lo que va de este año 2019 apenas hay registro de un solo caso, ocurrido para efectos precisó el pasado mes de febrero.

Detalla las diferencias entre homicidio y feminicidio, donde plasma que lo que hace diferente al delito de feminicidio de un hombre, incluso con el homicidio común de una mujer es que a través de la muerte violenta se pretende refundar y perpetuar los patrones que culturalmente han sido asignados a lo que significa ser mujer: subordinación, debilidad, sentimientos, delicadeza y feminidad.

De esta manera, separando los feminicidios, en Aguascalientes en lo que va del año 2019 han ocurrido 6 homicidios dolosos contra mujeres, puntualizando que no necesariamente cualquier muerte de una mujer se clasifica como feminicidio.

Explica que uno de los patrones para que se den los casos de feminicidios tiene que ver con la violencia en contra de las mujeres. En ese sentido, se revela que 6 de cada 10 niñas sufren de violencia en el hogar de manera directa o indirecta siendo testigos.

Los agresores de las mujeres principalmente son sus parejas o familiares directos, en este caso los padres de familia, según se advierte, aunque existen otros agresores que pueden derivarse de relaciones laborales o educativas.

La violencia contra las mujeres tiene su origen en la desigualdad de género, es decir en la posición, subordinación, marginalidad y riesgo con la cual está se encuentra respecto a los hombres, concluye.