La oratoria 1 / La Columna J

“El hombre es su palabra” Muñoz Cota.

Estimado lector, me llena de gratitud tener este espacio, en este medio que tiene una gran audiencia y del mismo modo un posicionamiento ejemplar, nuevamente participaré de manera activa. Considero fundamental y de vital importancia que la oratoria es una herramienta de comunicación que logra impactar en las sociedades. De tal modo que este espacio lo dedicaré para abordar desde una perspectiva sencilla la gran trascendencia que tiene el hablar en público.

El preámbulo mundial que encamina a las sociedades, y por ende a los alumnos a una vida multifacética, genera que en muchas de las ocasiones los alumnos pierdan el enfoque y la importancia sobre su carrera académica. Resulta un reto cuando pierden el enfoque esencial, se ven saturados por tareas abrumadoras, ejercicios no significativos, es decir, el sentido de estudio se desvirtúa, se persigue de una manera dogmatizada, pero carente de conciencia y voluntad.

Por lo tanto, en una proporción de elevada magnitud, se puede apreciar que el sistema educativo nacional no está en su mejor momento, los alumnos universitarios revelan deficiencias académicas y ausencias de procesos de aprendizaje. La situación respectiva familiar, la tesitura socioeconómica, también juegan como elementos que contribuyen a que exista una desproporción en un nivel académico óptimo.

Muchos diccionarios mencionan que la oratoria es el arte de hablar en público con elocuencia. La posibilidad de que un ser humano pueda tener una competencia argumentativa se ve aplicada en el ámbito diario, ya que es una herramienta que nos permite desarrollar técnicas por medio de las cuales podemos expresarnos con mayor seguridad y transmitir pensamientos, defender argumentos y posturas, y del mismo modo buscar esclarecer una verdad objetiva.

Historia y antecedentes de la oratoria

El ser humano en su generalidad se comunica desde muy temprana edad, si bien desde que nace, su modo de interacción con sus padres es a través del llanto. Posteriormente comienza con la gesticulación y pasa como lo expresaba Piaget a su segundo estadío, en donde se inicia el proceso del habla.

El escritor Erick From hace mención que en la medida en que va avanzando su desarrollo, se comienzan a formar las ideas, las opiniones, las posturas, las creencias, las concepciones y las representaciones. (From, 2005) Sócrates creó una sublime escuela de oratoria en Atenas, con una esencia arraigada en el patriotismo y en el sentido nacionalista, cuya máxima era enaltecer y engrandecer el camino a la virtud. Extender a los ideales como un fin del ser humano en cuyo camino se garantiza el progreso del Estado. En este bello arte, Demóstenes sobresalió en el tiempo que le aconteció.

La oratoria se trasladó a Roma, en donde Marco Tulio Cicerón, preciso y abundó en este ejercicio de comunicación, para el argot político fue una herramienta con un alto valor pragmático y fue considerado como un elemento esencial para los legisladores de aquella época. Así mismo la oratoria contribuyo de manera sobresaliente en la poesía y en la literatura, ya que abundaba en los términos expresivos y retóricos. Cuanta similitud existe con nuestro tiempo actual. Este texto continuara…….

In silentio mei verba, la palabra es poder.

Por: Roberto Valdés ahumada.