Vivir en la Ciudad es Inseguro
Aguascalientes, Octubre 04 (2013).- El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) pone en marcha un nuevo acondicionamiento en sus encuestas para detectar más a fondo problemas sociales con el propósito de dar a los usuarios una medición más amplia del tema sobre la percepción ciudadana en la seguridad pública.
En esta nueva modificación se podrán arrojar datos contundentes de temas como la impresión de inseguridad por temor al delito, expectativa social sobre tendencias del delito, testimonio de conductas delictivas, cambio de rutinas por temor a ser víctima de delitos y la percepción del desempeño de la policía como autoridad de seguridad pública.
Dentro de esta encuesta resalta que el 68% de la población de 18 años que residen en ciudades capitales, considero que, en términos de delincuencia, vivir en su ciudad es inseguro, mientras que el 31.7% considero que vivir en una ciudad es seguro.
En cuanto a la expectativa social sobre seguridad publica, nos dicen que el 18.4 de la población considero que en los próximos 12 meses la seguridad será igual, el 18.8 nos dice que mejoraría, mientras que el 36.8% considero que sería igual de mala y el 24.4% que empeorara.
Para la atestiguación de conductas delictivas indicaron que han visto o han oído situaciones como robos en un 66.6% y lo más alto es el consumo de alcohol en las calles con un 70.9% lo sorprendente es la disminución de disparos con armas de fuego, según la población ya que solo el 27% ha oído o visto.
Algo que molesta a la ciudadanía es ya no poder hacer las cosas que solían hacer antes, tales como salir a la calle con pertenencias o caminar alrededor de la vivienda después de las ocho de la noche, eso lo demuestra las personas con un 64.5% de la población informo que ya no le es posible salir con pertenencias.
En esta encuesta también destaca que las personas transeúntes prefieren salir con poco efectivo ya que es muy probable que este le sea sustraído de sus bolsillos en cualquier circunstancia dentro de la vida cotidiana de las personas.
Por: Daniel Oropeza
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