Vale al Paraíso / Entrevista a Otto Granados (III)

El Nafta le dio un Cambio Geopolítico y Geoeconómico a la Relación entre Aguascalientes, México y Norteamérica: OG

*Aproveché la buena relación con el presidente Salinas de Gortari para traer recursos e inversiones a Aguascalientes.

*El error de diciembre y las consecuencias políticas inmediatas fueron una preocupación importante para la entidad.

*La relación personal con Zedillo era infrecuente, muy profesional y políticamente muy seria. A mi gobierno él y su gabinete nunca le negaron nada.

“El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) o en inglés North American Free Trade Agreement (NAFTA) y las nuevas generaciones de políticos, contribuyeron al cambio geopolítico y geoeconómico del mundo en su proceso de cambio”, comentó en entrevista de diversas temáticas el exmandatario estatal Otto Granados Roldán (OG), ante un grupo de académicos de distintas universidades y dos periodistas.

Es importante mencionar que en el ámbito de la globalización, Aguascalientes recibió a principio de la administración 1992-1998 a un personaje importante, Henry Kissinger, otrora Secretario de Estado norteamericano.

Fue conveniente invitarlo para que hiciera lo que los gringos llaman endorsement, es decir, una actividad de marketing muy cercana al patrocinio.

En Aguascalientes como en muchas partes de la república, los empresarios estaban dudosos con respecto al Tratado de Libre Comercio, porque pensaban que éste les iba a acabar sus negocios. En una cena privada celebrada en el año de 1993 en Casa de Gobierno, Kissinger se relacionó con un grupo pequeño de ellos. A la mañana siguiente, desayunó en privado con el mandatario estatal.

“No creo que Kissinger tuviera mucho a México en el radar, sin embargo, el político estadounidense aseguró, que al final del día, para México no había otro destino posible que la integración económica con América del Norte. Creo que en términos porcentuales la concentración de la economía mexicana con el país vecino, siempre se ha mantenido más o menos igual desde el Porfiriato, o sea, a finales del siglo XIX, principios del XX el 80 por ciento de la economía mexicana estaba vinculada con Estados Unidos, claro que en porcentajes más pequeños. Éste, sigue siendo más o menos igual ahora, con un volumen de intercambio comercial de entre 700 u 800 millones de dólares”, expresó OG.

El invitado norteamericano manifestó entonces que, concluida la Guerra Fría, ya no había necesidad de que México se acogiera al paraguas de seguridad de Estados Unidos y del Hemisferio Norte, para que guardara un cierto equilibrio como el que fue marcado en los años setentas por la presidencia del licenciado Luis Echeverría.

“Entonces México tenía que tomar una decisión, pues en ese episodio de carácter estructural, era preciso vincular su economía con la de los americanos porque geográficamente no existía otra opción y porque los esfuerzos de diversificación siempre habían sido menores y en ese momento, la economía europea, todavía no tenía los niveles de integración que tiene hoy día como Unión Europea”, agregó el ahora exgobernador.

La relación con el presidente Salinas trajo consigo recursos para el estado

OG consideró que, “básicamente la excelente relación con el presidente Salinas y con todos los secretario de estado, fueron aprovechadas al máximo y funcionaron razonablemente bien, porque a través de ellas, se logró atraer recursos e inversiones a la entidad, incluso después del conflicto entre Salinas de Gortari con Zedillo Ponce de León”.

El error de diciembre y las consecuencias políticas inmediatas fueron una preocupación importante para la entidad

Desde el liderazgo en la toma de decisiones OG reveló que el error de diciembre y las consecuencias políticas inmediatas, eran su principal preocupación, porque dijo: “Yo era un gobernador aliado del expresidente Salinas, porque en ese momento ya era expresidente y entonces, dada la tradición histórica y política mexicana, no sabíamos que era lo que iba a suceder. Personalmente no tenía una mala relación con el presidente Zedillo, pero con todo el linchamiento hacia el salinismo, toda la persecución específica contra él y su familia, pudo haber arrastrado a algunos gobernadores y gobiernos empáticos con él, como lo eran entonces el caso de Nuevo León, Veracruz y por supuesto, Aguascalientes”.

Como gobierno estatal, ante esta circunstancia lo único que se tenía para la defensa del estado, era la realización de buenas acciones y obras, hacer las cosas bien y fue como el entonces mandatario estatal, se los dijo en varias ocasiones a su equipo de trabajo. “Asumí una estrategia en donde por una parte, me mantuve con gran discreción en el plano nacional, porque no tenía ningún caso meterse un poco en esa reyerta que nos rebasaba, y por otra parte, trabajar lo más intensa y eficientemente que se pudiera dentro del estado, era el escudo de defensa con el que enfrentábamos las condiciones del momento. La estrategia funcionó”.

La relación personal con Zedillo era infrecuente, muy profesional y políticamente muy seria. A mi gobierno, el presidente y su gabinete nunca le negaron algo

“Debo decir que si bien la relación personal con el primer mandatario de la Nación era infrecuente, siempre fue muy profesional y políticamente seria. Él mismo, no es un hombre digamos, de grandes simpatías, es bastante frío, tiene un carácter avinagrado, pero bueno, tampoco lo quería para novio ni mucho menos, entonces, desde el punto de vista estrictamente político y profesional para los intereses del estado, me funcionó muy bien la estrategia con el presidente, hasta el final de mi mandato”.

La circunstancia que vivía el país y la cercanía personal de entonces gobernador OG con el expresidente Carlos Salinas de Gortari, no mermó la relación con la autoridad federal, lejos de lo que se pudiera haberse imaginado.

“Ni el presidente Ernesto Zedillo, ni los miembros de su gabinete, nos negaron nada en los temas que solicitamos”, el exmandatario estatal mostró algunas de las acciones que lejos de ser frenadas tuvieron con éxito el apoyo, entre ellas, la carretera nueva hasta Pabellón de Arteaga, pues se construyó con recurso federal que se obtuvo por medio de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

En relación al tema de la Maxipista, se presentó un conflicto mayor debido a que al registrarse la devaluación, la sociedad dueña de esa vía, dispuso –como lo hace cualquier empresa-, de un aumento de capital.

La participación que tenía Gobierno del Estado era del 4 o 5 por ciento y como jefe del ejecutivo, Otto Granados decidió vender al Gobierno Federal y este pagó bien a secas, “naturalmente tenía la autorización activa del presidente Zedillo o por lo menos la no oposición, entonces empecé a notar que ese clima por lo menos en el caso Aguascalientes iba mejorando con los meses. El presidente Ernesto Zedillo tardó en venir de gira entre lo que tomó posesión y la primera vez, casi 9 meses, invitado a un evento si mal no recuerdo en el Parque El Cedazo”.

Otto Granados fue entrevistado por Saúl Alejandro Flores, Enrique Rodríguez Varela, Andrés Reyes Rodríguez, María del Pilar González Peña, Luis Antonio Salazar Muñoz, Sergio Reyes Reséndiz, Víctor Hugo Guzmán Mata y el autor de esta columna.

La interesante charla se publicó en tres partes en el diario El Sol del Centro, versión impresa (solamente), como parte del documento de investigación académica Aguascalientes en su historia política. Gobernadores y Prefectos 1835-2016.

Usted leyó un extracto de la tercera y última entrega, del domingo 29 de enero.

Cité textualmente las partes más importantes, de acuerdo a mi criterio. Omití las cursivas para una lectura más agradable.

Correo: El acucioso lector Horacio González, de profesión periodista, observa que “el viaje a Aguascalientes de Otto Granados se efectuó en 1991 y no en 1988”, para votar en la elección intermedia federal.

Porque alguien tiene que escribirlo: Del reciente informe del Órgano Superior de Fiscalización de Aguascalientes (OSFAGS), se desprende que Manuel Díaz Lozano, sobrino del entonces gobernador del estado Carlos Lozano de la Torre, formaba parte de la fuerza aérea de esa dependencia estatal, al desempeñarse como capitán piloto aviador.

Cabe recordar que Manuel es hermano de Alejandro Díaz Lozano, quien fungió, en lo hechos, titular de la Secretaría de Finanzas estatal, institución que aprobó recurso extraordinario para el OSFAGS (Newsweek en español, edición digital Aguascalientes, 17/04/2017).

La familia unida jamás fue vencida; la de Lozano de la Torre, claro.

Coda: Pues sí, yo tuve una mamá a toda madre. Feliz 10 de mayo.

marigra1954@gmail.com