Una película con garra / Analogías

Aguascalientes, Junio 27 (2022).- Estimado lector: Finalizo el sexto mes del año, la mitad del vertiginoso 2022, con un análisis cinematográfico. Me ausento por poco más de un mes debido a la temporada del verano, pero ten por sentado que en agosto estaré de vuelta en este espacio compartiendo contigo diversas temáticas de actualidad.

Resulta que el día de ayer domingo, al igual que la mayoría, estuve en casa descansando y leyendo temas que ocurren del otro lado del mundo. Fue así como llegué a la plataforma Netflix, misma que tengo contratada desde hace años. Dentro del listado de las 10 mejores películas en México, me llamó la atención la posición 3, una en la que se observa a Adam Sandler vestido de deportista en un banco. Sin pensarlo dos veces, y sin necesidad de ver un avance o trailer previo, hice clic para reproducir el largometraje de casi dos horas de duración.

Hustle en su idioma original, su significado al castellano sería algo así como empuje; fue traducido en nuestro país como “Garra”. Para mi sorpresa, a pesar de la participación de Sandler, este filme no es una comedia simplona, de esas por las que es recordado el actor norteamericano, en su lugar nos presenta un drama deportivo, concretamente del baloncesto. Debo reconocer que en un principio mis expectativas fueron bajas debido al contraste que en mi mente este hecho generó, pero con el paso del tiempo, la trama se fue afianzando poco a poco, y las actuaciones fueron lo suficientemente buenas como para mantener mi atención de comienzo a fin. 

“Garra” corre a cargo del director estadounidense Jeremiah Zagar, conocido por su primer largometraje en 2018, “We the animals” o “Nosotros los animales”. En las actuaciones encontramos a: Adam Sandler (Stanley Sugerman), Queen Latifah (Teresa Sugerman, esposa de Sugerman), Ben Foster (Vince Merrick, hijo de Rex y propietario de los 76ers), Juancho Hernangómez (Bo Cruz, el jugador de baloncesto de Stanley reclutado en España), Robert Duval (Rex Merrick, padre de Vince y dueño de los 76ers), entre otros jugadores profesionales de la NBA. 

Veamos las cifras: 7.4 en IMDB, 92% en Rotten Tomatoes, gustada por el 97% de los usuarios de Google. Nada mal para ser el primer drama de Sandler y para ser transmitida en una plataforma de streaming.

Stanley Sugerman es un desafortunado cazatalentos deportivo de los Philadelphia 76ers en la NBA. Su trabajo es viajar por todas partes en busca de captar destacados deportistas para el club al que representa. Denota cansancio y hasta cierto punto hartazgo por no conseguir lo que tiene en mente, es tanta su desesperación que decide probar suerte del otro lado del atlántico, en Europa. Así es como en España descubre a Bo Cruz, un conflictivo y temperamental joven cuya historia de vida no ha sido del todo fácil. La dupla conformada entre Sugerman y Cruz se complementa desde el primer momento, ambos se amoldan el uno al otro para trabajar arduamente en el deseo compartido de que Cruz llegue a lo más alto del baloncesto internacional, ser titular de un equipo profesional en la NBA. Para conseguirlo ambos tienen que pasar por un periodo arduo de entrenamiento, que en ocasiones recuerda a la mítica película de los años 70´s, Rocky. Así, gradualmente, todo esfuerzo, todo sacrificio físico, económico y personal se van viendo recompensados. Lo que en un comienzo parecería como una empresa fallida, se convierte en la mejor apuesta de la carrera de Sugerman. 

Destaco la psicología del deporte sembrada en Bo Cruz por parte de Stanley, hay una parte en la que Stanley comparte su experiencia personal con Cruz, de cómo muchos en el camino le decían cosas, lo minusvaloraban, lo ninguneaban y trataban de hacerle perder la concentración, pero él siempre se anteponía al hacer caso omiso, al gobernarse a sí mismo primero y controlar su reacción ante las críticas o voces necias de los demás. Creo que este es sin duda el mejor de los aciertos del filme, el plasmar que en el deporte, como en la vida, no importa lo que el resto opine de ti, lo realmente importante, lo que hace la diferencia, es lo que cada uno crea de sí mismo. Ya lo menciona el adagio popular africano “Si no hay enemigo dentro, los de fuera no podrán hacerte daño”. 

Sobra decir que recomiendo ampliamente ver esta película. Que se disfruta más poca luz y volumen alto.