TUPISAMA, todos unidos por la Iglesia de San Marcos

No podemos estar exentos de la dinámica transformación de la cultura y sus impactos en hábitos, ideas, incluso, en las maneras de ser y de hacer las cosas. La cultura es un ente vivo, cambiante, transformador, pero es celoso, no tolera olvido, tampoco indiferencia. La cultura tiene un devenir dispuesto a la innovación, actualiza y justifica todo cambio en la realidad, incluso para inventarla.¡Claro la cultura siempre beneficia! El Templo de San Marcos trazó para la vida de Aguascalientes una historia de suma importancia desde su espacio catalizador de fe, una arremetida evangélica, un compromiso cultural y artístico, una Feria Nacional que decanta identidad, heterotopías que comunican y unifican.

La decisión del Padre Guillermo Mendoza Torres, como responsable del Templo,brinda una lección: para la vida social y para la educación los conocimientos culturales han adquirido un papel protagónico en lo material y espiritual. En su apostolado el Padre Mendoza ha emprendido un cruce de responsabilidades con las autoridades responsables de afectar recursos financieros para rescatar valores culturales, se trata de testimonios estéticos en la arquitectura del Templo; desde luego, ha convocado a vecinos y feligreses a una cruzada que acompañe este esfuerzo. La explicación ha sido clara. Su pedagogía es sencilla, innovar de manera sensata, prudente, firme, el rescatedel patrimonio artístico-religioso que hospeda el hogar del evangelista.Esta meta no constituye un referente pasivo del pasado, se trata de redimir algo vivo, queunifica, que aporta identidad, que convoca a una reflexión de largo aliento para cuidar el arte que desde su nostalgia nos define y proyecta.

Eledicto debe unir a todos para lograr el rescate pictórico del siglo XVIII.Desde luego, poner fin a la depredación que causan los juegos infantiles, infecciosos, precarios, descuidados, vergonzosos, cuya vibración ha dañado estructuras y muros del santuario.Cancelar las pólvoras contaminantes e incongruentes que han dejado sordos a muchos y cuarteaduras a los elementos constructivos de la iglesia y casas aledañas.La casa de San Marcos es el eje de una fiesta por ello su reconquista es adecuada, liberar el sentido de la celebración desde el culto original es un obsequio que el pueblo se otorga para honrar la fe y hacer un alto a la rutina y el estrés. El Padre Guillermo demanda, conocer, amar, impulsar, difundir, los hilvanes culturales en donde San Marcos ocupa el lugar de ser el Primero entre los pares.

Tradición, identidad y patrimonio llamana todos, personas y comunidad, a un proceso creativo de interpretación de nuestras condiciones materiales de existencia, es nuestro íntimo sentimiento de pertenencia, gentilicio y dignidad de “Sanmarqueños” en calidad de sujetos sociales activos en la transformación y desarrollo comunitario, además promulga cultura y fe como manantiales de desarrollo y religión.

San Marcos se perpetuó en el otrora “Pueblito” aledaño a la mancha urbana, el santo evangelista nos da la síntesis cultural de su sentido y función original. La fe preserva la memoria colectivaintérprete del pasado y traza la esperanza. La convocatoria para rescatar el patrimonio cultural crea una alteridad en la que el YO debe verse en el otro, con una tarea pendiente: significación de lo cultural.Vale la pena reflexionar y re-vitalizar esta tradición. Que las voces del pasado nos den las claves de muchos misterios de la vida y crédito a la importancia del rescate de bienes culturales. La buena vecindad y compromiso de profesión de fe nos dicen que habrá que exigir la participación de profesionales responsables de la preservación, con capacidades de gestión parala conservación del patrimonio, transferencia de conocimientos y experiencias, demandar información,conocimiento, respeto, sobre buenas prácticas técnicas de rescates de nuestras obras estéticas.

Requerimos capacidad de estimar. Hay cualidades que merecen aprobación y otras que merecen reproches. Los sentimientos que los “Sanmarqueños” abrazamos son simpatía, reputación y estima. Los deseos de propiedad ypoder la mayor de las veces han sido enemigos crueles que, incluso, han subsumido la condición humana y ofendido la fe, aun así han sido objeto de estudios amplios y diversos de científicos sociales; la gloria y el honor han quedado relegados a deseos individuales, cosa de poca importancia parece la reputación del pueblo acalitano. Elconcurso del Señor Cura nos convoca a rescatar, junto al patrimonio artístico, la dignidad. El pueblo de San Marcos nos demanda atender la estima, junto al sentimiento de simpatía, existe también, la exigencia legítima de lo otro que debemos reconocer si no queremos caer en injusticia. Los valores se estiman, se viven. Preferir es valorar, estimar en más o en menos. Saber elegir los mejores valores exige forjarse un carácter puesto al servicio del otro y la virtud. Es el llamado al pueblo que hace la voz responsable del Templo de San Marcos. ¡Qué bueno Padre Guillermo, gracias!

Por: Ignacio Ruelas Olvera