“No me ayudaste ni siquiera con esta esperanza”
Dice Juan Rulfo en Pedro Páramo, “¿Qué haré ahora con mis labios sin su boca para llenarlos? ¿Qué haré de mis adoloridos labios?” Qué decir de la imaginación de Rulfo, cómo entenderla, cómo interpretar a un clásico que con unas 200 páginas llenó librerías y las traducciones más amplias. En la misma obra, escribe: “Oía de vez en cuando el sonido de las palabras, y notaba la diferencia. Porque las palabras que había oído hasta entonces, hasta entonces lo supe, no tenían ningún sonido, no sonaban; se sentían; pero sin…
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