Suicidios, problema de salud en México: Inegi
Septiembre 06 (2013).- De acuerdo con las estadísticas de mortalidad, a propósito del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, durante 2011 en el país se registraron 5 mil 718 suicidios de los cuales 80.8% fueron consumados por hombres y 19.2% correspondió a mujeres, lo que significa que ocurren cuatro suicidios de hombres por cada suicidio de una mujer.
En lo que se refiere a su evolución, es posible advertir que la tasa de suicidios presenta una tendencia creciente, pues de 1990 a 2011 para la población en general la tasa se duplicó al pasar de 2.2 a 4.9 suicidios por cada 100 mil habitantes. Por sexo, en 2011 la tasa de mortalidad de esta causa fue de 8.2 por cada 100 mil hombres y de 1.9 suicidios por cada 100 mil mujeres.
El comportamiento de los suicidios por entidad federativa muestra que en 2011 existen dos entidades que casi duplican la tasa nacional (Campeche y Yucatán con 9.5 y 9.3 por cada 100 mil habitantes, respectivamente). En tanto que Guerrero presenta la tasa más baja con 2.6 suicidios por cada 100 mil habitantes.
Del total de la población que cometió suicidio, el conjunto de quienes tenían de 15 a 29 años de edad representaron la mayor proporción de fallecimientos por este hecho (43.5%); por sexo, esta situación se acentúa más en las mujeres, pues poco más de la mitad de ellas eran jóvenes en estas edades (53.6 por ciento). Por otra parte, llama la atención que del total de suicidios 10.2% corresponde a personas de 60 y más años.
De acuerdo con el nivel de instrucción (escolaridad) que tenían las personas que consumaron el suicidio, el mayor porcentaje correspondió a los que contaban con estudios de secundaria completa (24.3%), en tanto que por sexo, se observa que tres de cada diez (28%) mujeres que consumaron el suicidio contaba con estudios de nivel medio superior o superior (bachillerato o profesional), mientras que en los hombres dos de cada diez (17.7%) se encontraban en la misma situación.
En lo que se refiere a la condición de ocupación, la información disponible permite identificar que de la población de 12 y más años de edad que cometió suicidio, 29.2% se encontraba sin trabajo, de ellos 56.4% eran hombres y 43.6% mujeres. Por otro lado, de las personas que tenían trabajo al momento de cometer suicidio, la información muestra que 23.9% trabajaban en actividades agrícolas, ganaderas, caza y pesca, 23.3% en la industria de la transformación y 19.3% en trabajos administrativos de nivel inferior.
Respecto a la situación conyugal de la población de 12 y más años que cometió suicidio, la proporción más alta corresponde a quienes estaban casados o unidos, 48% para hombres y 40.3% para mujeres, seguida por la de los solteros (43.8 y 50.3%, respectivamente).
El acceso a los medios para quitarse la vida es un factor importante de riesgo que puede determinar que el acto sea consumado o no una vez que se ha hecho presente la ideación suicida,en este sentido, el ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación se ubica como el principal método utilizado por hombres y mujeres (78.1 y 72.4%, respectivamente); en segundo lugar, ellos optaron por el disparo con arma (12.1%), en tanto que ellas usaron el envenenamiento por gases, vapores, alcohol y plaguicidas (16 por ciento).
El lugar donde se ejecuta el suicidio se encuentra ligado con el método empleado, así pues, el principal lugar donde ocurren los decesos, tanto en hombres como en mujeres, es dentro de la vivienda particular, (80.6 y 70.3%, respectivamente).
Diversas investigaciones indican que son las mujeres quienes con mayor frecuencia presentan tanto la idea como el intento suicida y entre los factores de riesgo que se encuentran asociados a esta conducta se encuentra la violencia, en este sentido la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2011 muestra que de las mujeres casadas o unidas, de 15 y más años de edad que declararon haber sufrido algún episodio de violencia por parte de su pareja en los últimos 12 meses previos a la encuesta, 9.1% pensó en quitarse la vida y entre más severa es esta forma de violencia, la idea se hace más presente, es decir, de aquellas mujeres que experimentaron violencia emocional 9.8% lo pensó, sin embargo de las que sufrieron violencia sexual 26.8% tuvo la idea suicida.
La ideación se puede concebir como el antecedente del intento suicida, y es el principal predictor de futuros intentos e incluso del suicidio consumado. Al respecto, de aquellas mujeres casadas o unidas, de 15 y más años de edad que declararon haber sufrido algún episodio de violencia por parte de su pareja en los últimos 12 meses previos a la encuesta y que pensaron en quitarse la vida, 38.2% lo intentó; llama la atención que esta situación se presenta con mayor frecuencia en las mujeres que sufrieron violencia sexual, ya que 45.4% de quienes tuvieron la idea suicida, intentaron consumar el hecho.
EL SUICIDIO EN ADOLESCENTES
La adolescencia es un periodo particularmente vulnerable en la vida de una persona, pues en ella se comienza a experimentar y a enfrentar situaciones que en ocasiones pueden ser de riesgo para el bienestar, la salud y la vida del individuo, en este sentido, las principales causas de muerte en los adolescentes de 15 a 19 años de edad en 2011 fueron las agresiones (24.2%), accidentes de transporte (16.1%) y las lesiones autoinfligidas intencionalmente (suicidios) con 8.6%, situación que manifiesta una preocupación, debido a que estas son muertes prematuras y prevenibles.
El suicidio en adolescentes y jóvenes es una realidad cada vez más latente en el país. En 2011 se registraron 859 suicidios en adolescentes de 15 a 19 años, lo que representa una tasa de 7.7 muertes por cada 100 mil adolescentes.
Al interior del país, el impacto del suicidio en los adolescentes es diferencial, debido a que hay entidades que son más afectadas que otras, es así que el Distrito Federal, Tabasco, Yucatán y Guanajuato presentan tasas mayores a 11 defunciones por cada 100 mil adolescentes, mientras que en el extremo contrario Baja California Sur, Nuevo León y Tamaulipas son entidades que presentan las menores tasas que oscilan de 1.6 a 3.1 suicidios por cada 100 mil adolescentes de 15 a 19 años.
Con respecto a la situación conyugal en la que se hallaban los adolescentes cuando se quitaron la vida, si bien la mayoría se encontraban solteros (aproximadamente 8 de cada 10), cabe destacar que un porcentaje significativo de ellos vivía en unión libre, 11.8% de los hombres y 12.7% de las mujeres.
El método más utilizado por los adolescentes suicidas, tanto en hombres como en mujeres, fue el ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación (85.5 y 76.1% respectivamente), el segundo método en el caso de los varones fue el disparo con arma (7.8%); mientras que para las mujeres fue el envenenamiento por gases, vapores, alcohol y plaguicidas (14.3 por ciento). El lugar donde llevaron a cabo el suicidio fue principalmente la vivienda particular (76.1 por ciento).