Ser inversionista / Analogías

Aguascalientes, Agosto 28 (2024).- Estimado lector: En esta ocasión te voy a hablar desde mi punto de vista sobre lo que significa ser un inversionista. Tal vez hayas escuchado el término, pero no logras dimensionar los alcances que este oficio, incluso, ocupación de tiempo completo significa.

Comenzaré diciendo que todo aquel que busca ahorrar y conservar el valor de su dinero en el tiempo encaja dentro de esta categoría. Al final del día, se trata de darle destino a los ingresos que pasan por nuestras manos. Podemos usar ese flujo para el gasto, pero también lo para ahorrar e invertir. Ese excedente, entre el gasto, el ahorro y la inversión, hace la diferencia entre una persona solvente y financieramente libre, a otra que no lo es, y posiblemente, nunca lo será.

Recordemos que todo comienza a través de los hábitos de vivir por debajo de nuestras posibilidades, de todas las semanas, quincenas, meses y años, separemos una cantidad significativa de nuestra forma de vida. Ese caudal hará poco a poco una fuente, misma que serán los cimientos de nuestras inversiones. Así, acomodando los recursos reunidos en activos que entendemos bien, éstos conservarán su valía en el tiempo, incluso incrementarán su valor si son bien invertidos.

En la actualidad es más fácil que nunca el ser un inversionista. Los montos se han disminuido considerablemente, las nuevas tecnologías permiten un acceso universal. La única labor que corresponde a los ahorradores es hacer ese acto de disciplina al destinar un porcentaje de sus ingresos a la inversión. Como todo nuevo hábito, se debe comenzar con modestia, de lo contrario, es probable que terminemos en el desánimo y quedemos en el intento solamente. Aunque no es una regla escrita, la mayoría de los autores coincide en iniciar por un 3% o 5%, al comienzo es difícil, pero una vez que sostengamos ese ritmo a lo largo del tiempo, podemos incrementar en un 5%. Alrededor del 10% es un muy buen nivel de ahorro. Puede que estés pensando que es demasiado, que vas a tener que renunciar a tal o cual “gusto”, pero bien vale la pena, sobre todo cuando recuerdas que es una medida presente que afectará positivamente tus resultados futuros.

Cuando comienzas a invertir, verás como se forma el efecto constante de rendimientos. La bola de nieve no deja de crecer, con los años se convierte en una avalancha, ese modesto caudal se ha vuelto un tsunami. Para ello, es preciso que los rendimientos de tus inversiones no sean retirados sino reinvertidos. De la misma forma en que cuando debemos nos cobran interés sobre interés, así sucede del lado del inversor, gana interés sobre el interés al reinvertir sus ganancias. Sin tecnicismo, es un efecto compuesto que de forma exponencial crece y crece sin parar.

Ya que sabemos las bondades económicas del ahorro y la inversión, pasemos a los mecanismos de los que podemos disponer para canalizar dichos recursos.

Tradicionalmente se encuentran los bienes raíces, tales como: terrenos, casas, naves industriales, departamentos, etc. Son un buen activo que tiene doble efecto: se gana en su renta al generar flujos constantes, también se gana en su venta, puesto que por norma general, su valor en el tiempo crece. Requieren de un desembolso muy fuerte y puede que sea necesario recurrir a un préstamo bancario para adquirirlos, lo cual hace que el costo de financiamiento incremente su adquisición.

También son tradicionales y hasta cierto punto conservadoras las inversiones a plazo fijo, ya sean CETES o Pagarés. Se recomiendan para perfiles conservadores, personas que quieren saber cuánto van a ganar y el tiempo en el que lo harán. El contra sería el costo de oportunidad puesto que no suelen pagar mucho, generalmente van a la par con la inflación real.

Por su parte, las SOFIPOS ofrecen atractivos rendimientos, algunos de liquidación diaria, semanal, mensual, y anual. También son de renta fija, y sabemos cuánto nos van a pagar y la fecha en que lo harán. La tarea es investigar cada opción para ver la solvencia y nivel de capitalización de cada institución y no terminar haciendo diligencias de recuperación ante IPAB por cierre o quiebra.

El fondeo colectivo es también una alternativa de altos rendimientos. Aquí lo que se busca es reunir a inversionistas para que financien a personas o empresas en sus requerimientos de capital. Se conoce la tasa de cada préstamo y la duración, así como el perfil del solicitante. El riesgo estriba en la mora y el impago.

Las acciones y los fondos de inversión son las alternativas más volátiles, pero también las que mayores beneficios puede otorgar a los inversionistas. Aquí formamos parte del accionariado de sociedades anónimas públicas. En un mercado abierto en el que se compran y venden participaciones todos los días laborables. Se reciben dividendos en algunos casos, también se tiene ganancia de capital si el costo de adquisición en menor que el de la venta. El riesgo de este tipo de activos es la fluctuación del precio de la acción y la paridad cambiaria. Por eso es muy recomendable entrenarse en ello, de no poder hacerlo, mejor dejarlo en manos de los intermediarios financieros y pagar para que ellos lo hagan por nosotros.

Nos vemos hasta la próxima. Espero haberte despertado el ánimo de comenzar a ahorrar e invertir hoy mismo.  

La opinión de César Omar Ramírez de León: Empresario, Consultor en Finanzas Personales e Inversionista en el Mercado de Capitales.