Presentan queja ante Derechos Humanos en Jalisco por negativa a emitir Alerta Ámber
Junio 10 (2014) .-Familiares de José Ángel Zermeño Rosales, niño de 8 años que desapareció el lunes 2 de junio y cuyo cadáver fue encontrado de manera fortuita el sábado semisepultado en un tiradero de escombros en Tonalá, presentaron una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ) debido a que las autoridades estatales se negaron a emitir una alerta ámber para su localización.
José Ángel salió ese lunes de su casa, en Lomas de Zalatitán, para ir a la tienda con un peso que le dio su mamá, María de Jesús Rosales Barbosa. Eran las 9:30 de la noche y fue la última ocasión que se miraron.
Cinco días después el cuerpo del niño apareció con una evolución cadavérica de entre dos y tres días, bajo los escombros de un predio junto al periférico y al cerro de la reina, con el cráneo destrozado por un objeto contundente, lo más probable, una roca, según la autopsia que le practicaron.
La CEDHJ confirmó que un tío de José Ángel llamó por teléfono ayer domingo para presentar una queja, porque consideró que las autoridades no hicieron su trabajo conforme al protocolo que establecía emitir la alerta ámber.
Luis Arturo Jiménez, director de Quejas de la CEDHJ, informó que la denuncia deberá ser ratificada a más tardar en cinco días por la madre o el padre del menor, pero que por el momento, y en comprensión al duelo por la pérdida del niño, se inició una investigación.
La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que no se emitió la alerta ámber debido “al sigilo de la investigación”, ya que, según la dependencia, se temía por la seguridad del niño si se ponía en operación este mecanismo de alerta
“Existía riesgo para el menor”
“No hubo alerta ámber porque de acuerdo al protocolo y a la investigación que se inició, existía riesgo para el menor en caso de que se aplicara ese mecanismo”, sostuvo la FGE, sin detallar cuál era el supuesto riesgo.
El protocolo de la dependencia estatal dice que para activar la alerta Ámber la víctima debe ser menor de 18 años, encontrarse en peligro inminente por motivos de sustracción, ausencia, desaparición o no localización.
Otros criterios son que exista información suficiente sobre el desaparecido, así como datos de las circunstancias del hecho.
Aunque la FGE evitó hablar de las líneas de investigación que habrían impedido emitir la alerta ámber, la dependencia tomó declaración Néstor Antonio Zermeño, padre de José Ángel y quien está separado de María de Jesús desde hace 5 años.
“Desde el principio me llamaron a declarar, fui a la calle 14 (a la agencia ministerial de desaparecidos de la FGE). Era por parte de la mamá que pensaban que yo lo tenía”, dijo Néstor, de oficio albañil.
Según el padre de la víctima, además se interrogó a su nueva pareja sentimental, quien declaró que ese lunes por la noche estuvieron juntos en una casa de la colonia San Gaspar, también en Tonalá, a la hora en que desapareció José Ángel.
“La mamá del niño y yo ya tenemos 5 años separados, desde cuándo me lo hubiera robado si quisiera perjudicarla, eso les dije”, agregó.
Para Juan Manuel Estrada, presidente de la Fundación Find que se dedica a la localización de personas perdidas o desaparecidas, la FGE violó el protocolo porque debió activar la alerta Ámber el martes, cuando el caso fue denunciado y José Ángel aún vivía.
“Estamos ante otra falla de la alerta ámber Jalisco”, sentenció. “No hay excusa, es una familia pobre, así que era improbable que se tratara de un secuestro. ¿A cuál sigilo de la investigación o motivo de seguridad se refieren si el niño fue encontrado muerto?”.
Después de la autopsia el cuerpo de José Ángel fue entregado el domingo a sus familiares y fue velado en un ataúd sellado.
Hoy lunes fue cremado y los restos entregados a su madre, una muchacha de apenas 22 años que tiene otros dos hijos más pequeños que el que hace una semana se fue feliz, con un peso en el bolsillo, a la tienda, a la que nunca llegó.
Información y foto: La Jornada