Populismo y demagogia
Algo muy representativo en la democracia es el populismo que se llega a presentar, ya que es un enfoque que desvirtúa en gran medida la modernidad de este sistema. La postura estridente se traduce en la burocracia y en la tecnocracia, sin duda alguna, elementos que contrarrestan al ideal de la democracia.
La interacción dualista se desplaza de un extremo a otro en distintas velocidades, de tal modo que el populismo tiene grandes alcances en los sectores más vulnerables de la sociedad.
Referente a los tecnócratas, son en algunos casos perfiles de mucha utilidad, pero en muchos otros reflejan la concentración de poder e información con la desfachatez de la permanencia.
La real academia define del siguiente modo al populismo: “Populismo es una filosofía política que aprovecha los derechos y el poder de las personas en su lucha contra una élite privilegiada. Se trata de un concepto difícil de definir con exactitud, con el que se designan realidades distintas. El uso calificativo se hace habitualmente con contextos políticos y de manera peyorativa” (Española, 2018) .
El populismo es como un espectro que es utilizado en el preámbulo de la democracia. Es utilizado por los políticos pragmáticos, también por los ilustrados y del mismo modo por cualquier persona que tiene que levantar la voz en contra del sistema y del poder establecido. Tiene una gran similitud en cómo se utilizó el término del comunismo en los tiempos de Marx y Eangles.
Únicamente es un enemigo natural del status quo, sin una definición como tal es la línea de grandes discusiones sobre si lo que se vierte como propuesta es real y sobre la viabilidad de su realización. Tiene vicios de manera ipso facto, pero enciende y agita a las masas. Un sentido de aspiración también resulta motivador puesto que está lleno de conceptos atractivos para la gente necesitada de un cambio y de un movimiento que le represente.
El populismo tiene su origen en la pasión y en la ausencia de sentido común.
Los políticos modernos que carecen de cualquier sentido ético han promovido mayores ingresos a la nómina burocrática, los populistas han otorgado dinero a los electores por medio de tarjetas de tiendas de conveniencia, han tomado medidas para burocratizar a los estados y endeudarlos con el firme propósito de tener capital disponible para obras palpables a la ciudadanía. Así mismo expropian ingenios azucareros y aprovechan el sistema para beneficiar a los sindicatos que tanto daño le hacen a la economía en los términos de producción que les refiere.
Los populistas crean programas sociales muy rentables a la asimilación pública pero poco rentable a la justificación numérica. El punto medular es que de manera inmediata son la mejor opción, resulta incalculablemente favoritas de la mayoría. Solo hace falta que pase el tiempo para que se identifique que aquello propuesto fue un error. De manera seguida, el ánimo social se encuentra lacerado y por consiguiente alguien decide promover acciones o iniciativas en contra de aquel que anteriormente expuso ideas grandiosas y es así como se presenta un círculo vicioso que afecta a todos. La náusea de la democracia se extiende no solo a circunstancias, sino que aparentemente resulta ser el diagnóstico permanente de nuestra sociedad.
La ignorancia es un elemento que trasciende a los conceptos, se podría decir que es un no de los enemigos de mayor calibre para el humano. La falta de conocimiento de algo, hace que las personas no tengan la información suficiente para poder generar un criterio, por lo tanto se convierten constantemente en víctimas. Los daños son colaterales e incluso hereditarios.
El vínculo entre la educación y los impactos de la demagogia son muy estrechos puesto que es el mismo gobierno quien puede fortalecer por medio de las políticas públicas y coadyuvar a que la distancia sea más corta en cuanto a la ignorancia colectiva se refiere.
La ignorancia como un concepto contrario de la educación es un verdadero y absoluto obstáculo para el progreso colectivo; sin embargo, cuando la ignorancia es de mayor a la proporción educativa, el obstáculo se traduce en un ancla social; en lugar de ser un activo humano se convierte en un pasivo humano.
El populismo tiene su mayor impacto en los grupos desprotegidos y que son vulnerables ante un sistema que no permite su óptimo desarrollo. No es casualidad que en los países en donde existen mayores estándares educativos la democracia tenga un ejercicio de mayor conciencia tanto en su expresión como en su aplicación. Las personas que tienen más vulnerabilidad y mayor rezago educativo son las más propensas a tener un sentido aspiracional y utópico sobre quien ostenta un brío de cambio. De tal modo que ante la constante necesidad de obtener un resultado u obtener un cambio que aunque sea en la percepción sea significativo, acceden a tomar una postura política basada en factores verdaderamente importantes que tienen su principio en la ignorancia.
El mayor enemigo del ser humano es la ignorancia
Por: Roberto Ahumada Valdes