Pensar el tiempo

“Hay décadas en las que no pasa nada y semanas en las que pasan décadas”

El ser humano no puede tener fe en lo que no sabe qué sucederá y mucho menos predecir las distintas formas y fondos en la que los acontecimientos van a presentarse. Lo que si puede hacer es fortalecer con el análisis y la interrogante filosófica, la influencia de los seres humanos para construir conscientemente un porvenir en donde también se encuentre el revestimiento de los tonos humanos.

El poder político, ese poder fáctico que desgasta y construye, que es en toda su esencia oximorónico, inclusive el proveniente de gobiernos autonombrados revolucionarios, ha convertido a la humanidad en objetos despojados de su tiempo, de sus pasiones, de su gran bendición de solo ver el atardecer en la montaña donde aún descansan los miles de años, ha transformado a los hombres y a las mujeres en entes unidimensionales.

“Todo parece una gigantesca equivocación, todo ha pasado como debería haber pasado, decimos para consolarnos. Pero somos nosotros los equivocados, no la historia, tenemos que aprender a mirar cara a cara a la realidad, inventar, si es preciso, palabras nuevas e ideas nuevas para estas nuevas y extrañas realidades que nos han salido al paso, pensar el primer deber de la inteligencia”. OCTAVIO PAZ

El país prehispánico aquel donde habitaban a la sinergia de la pirámide y las posibilidades de guerra las anunciaba el sol, cuando se encontraba en septentrión, los aztecas y sus redes descendentes y los mexicas recreaban las jerarquías terrenales de la totalidad, poco tiempo lineal pasaría para que se consumiera y diera comienzo a la nueva guerra, la conquista.

El señor, la fe y la lengua pudieron imponerse por el peso del factor religioso, la conquista estaba diseñaba para obtener riquezas y plantar dogmas duraderos, con principios jurídicos, económicos y religiosos, pero el tiempo no se detuvo y llego la independencia.

Las inquietudes eran latentes y se comenzaron a dispersas de manera celular y en este proceso se logra presenciar dos tendencias una filosófica que enarbolaba los principios de libertad, igualdad y fraternidad y por otro lado la tendencia de justicia, lo cual logro un gran paso que llevo a otro gran paso, el cual fue liderado por hombres de ideas que reformaron y que separaron a la iglesia del estado, pero eso no quito la intención absolutista moderna de la consecución en el poder, lo cual nos llevó a la revolución.

Este proceso tuvo muchos actores, intelectuales, guerrilleros, líderes sociales, políticos internacionales y también traidores, el proceso tránsito para dejar ejes herméticos sobre el rumbo de este país, ya en esta última etapa la generación de los partidos políticos dilucido un esquema de un solo partido en el poder y de otro con la esencia de generar conciencia ciudadana, a finales del siglo pasado, la realidad era distinta, las fuerzas políticas eran mayores y el pasar del tiempo nos arroja a la circunstancia actual.

No solo ha pasado el tiempo, han pasado las ideas, han pasado las décadas, ha pasado la historia y el tiempo tiene una característica única, nunca se detiene, nunca espera a nadie, también es el único recurso no renovable para el ser humano. En este momento de la historia es justo y es menester pensar el tiempo y saber que somos lo que hemos sido.