Paros de transportistas y agricultores / Ruelas
Aguascalientes, diciembre 02 (2025).-En política lo que parece es y lo que pende, depende. Padecemos una serie de inconformidades manifiestas, saltan en un lado en otro y en otro; y como la canción: otro, otro, y otro… Sin embargo, no hay reconocimiento de la realidad. El estribillo: son los conservadores, la derecha internacional, Calderón… Veamos el tema de paros de transportistas y agricultores desde la perspectiva de la racionalidad comunicativa y la ética discursiva de Habermas. Paros, marchas, consignas discursivas, huelgas, son acciones estratégicas que revelan un déficit en los mecanismos deliberativos de gobiernos. Es inexplicable que los autollamados de izquierda no atienden los método dialécticoni histórico.
La teoría de la acción comunicativa propone un modelo de diálogo inclusivo que permita transformar el conflicto en un proceso racional orientado al consenso. Habida cuenta que el conflicto es eterno como el tiempo, pero el diálogo es la vacuna de las resoluciones, los consensos…, que, sin duda, engendran otros problemas, así es la vida compartida. El diálogo puede fortalecer la legitimidad democrática y reducir la conflictividad social, lo cual quedó demostrado por transportistas y agricultores que como reacción al conversatorio modificaron sus conductas, cumplieron su palabra. Falta que la parte gubernativa cumpla sus compromisos asumidos en ese consenso.
Los conflictos sociales mostrados en marchas, paros,huelgas… constituyen un desafío para la estabilidad democrática y una prueba para gobernantes. En el contexto actual, los paros de transportistas y agricultores evidenciarontensiones entre intereses económicos y políticas públicas. Espreciso que el oficialismo y las oposiciones asuman la tarea política: la ética del diálogo. La racionalidad comunicativa como base para la legitimidad normativa (Habermas 1981).
El despotismo de “la mayoría”, que es EN REALIDAD PRIMERA MINORÍA y, la palidez argumentativa de las otras minorías muestra la escena real, la moldean al no reconocer ni sus errores, ni sus omisiones, tampoco su falta de políticas públicas adecuadas, su infantilismo gubernativo, ni su falta de respeto a la Constitución Política, en cada arenga una ocurrencia, lo que mancilla el principio de legalidad. En la esquina de enfrente, entre el cuidado de la franquicia de partido y los acomodos de amigos y familia, se produce una opaca deliberación. ¡Ah! Y cuando aparecen liderazgos cargados de fuerza y argumento o los asesinan o los basurean todos los días desde púlpitos oficiales. Pruebas: Carlos Manzo, Alessandra Rojo de la Vega, solo por mencionar dos. Se distingue racionalidad instrumental que orienta la acción hacia fines estratégicos y, la racionalidad comunicativa que busca el entendimiento mutuo mediante el diálogo.
La ética discursiva establece que las normas son válidas si pueden ser aceptadas por todos los afectados en condiciones de igualdad comunicativa. (“Filosofía Moral Contemporánea: Conceptos Clave y Debates Éticos …”)Ergo, inconformarse no es una lucha por los privilegios, ni consigna de la Santa Inquisición, es manifiesto de que no han aceptado el trato de autoridad, ni de las condiciones que se ofrecen. Veámoslo así. Si aun agricultor se le paga a 4 su producto y este se vende a 30, pues hay una explotación desproporcionada, el inconforme solo pide prudencia. Cuando no hay reconocimiento no hay política, la política se hace cargo del Otro.
Los paros de transportistas y agricultores responden a una lógica instrumental: interrumpir el orden para obtener beneficios concretos con respuestas en actos de autoridad. Aunque legítima, esta estrategia erosiona la cohesión social y la confianza institucional. Desde la perspectiva habermasiana, el déficit radica en la falta de espacios deliberativos institucionales en donde los actores puedan justificar sus demandas racionalmente (Habermas, 1998). La cita con la ministra del interior fue primero solo un esquema mediático, luego una mesa de diálogo que hizo su trabajo.
Insisto, el triunfo electoral del hoy gobierno federal y de muchos estados, tiene una precipitación de contradicciones. Sí, obtuvieron triunfos contundentes, ¡no mayorías!, integran una primera minoría legitimada por 36 millones de razones al transitar la boleta en voto. ¿Cuál es la razón de NO HACER POLÍTICA? Cuando se acepta la realidad con humildad, la humildad representa el juicio de la prudencia; con ello 36 millones de voluntades podrían multiplicarse por una razón simple, el Otro sería el eje de la acción política, el ejercicio de gobernar se haría responsable de los Otros, en ese sentido las voluntades son reconocidas. La ética discursiva, demanda inclusión: participación de todos los afectados; igualdad comunicativa: ausencia de coerción y privilegios; transparencia: acceso a información completa, sin carpetas de seguridad nacional; consenso racional: acuerdos basados en argumentos, no en fuerza, ni notas amarillas. Una deliberación así asegura mecanismos de seguimiento y evaluación.
La confrontación entre el método del diálogo civilizadoy los paros actuales revela la necesidad de fortalecer la deliberación pública. La ética discursiva ofrece un horizonte normativo para transformar conflictos estratégicos en procesos cooperativos, con ello consolida la legitimidad democrática.