Obispado: Violencia en México, problema de Salud Pública
Aguascalientes, Septiembre 01 (2014).- La nación inicia el mes patrio y la administración pública federal un segundo informe de gobierno, en medio de un grave problema de Salud Pública llamado INSEGURIDAD, señaló el vocero y vicario de la Diócesis Local, Carlos Alberto Alvarado Quezada y Raúl Sosa Palos durante su tradicional encuentro con medios de comunicación en la sede del obispado.
En un documento entrega a la prensa, la Iglesia Católica refiere que la violencia es un problema de Salud Pública, y que urge intervenir en tres factores (Crisis de Legalidad, Debilidad del Tejido Social y Crisis de la Moralidad).
La raíz más profunda de la violencia añade la información, es la pérdida del sentido de Dios que lleva a un desprecio de la vida humana. La respuesta de Dios a la humanidad que se ha dejado seducir por el mal es la promesa del Mesías, Jesús rechazó la violencia y pide lo mismo a sus discípulos, los declarantes recuerdan que la fe libera del aislamiento del yo y lleva a la comunión.
Alvarado Quezada, espera que en estas fechas no solo sea ‘banderitas’ con los colores patrios, pide que se cumpla la exigencia de la justicia y de la caridad, ir al encuentro de las necesidades de los pobres y de los que sufren, exhorta a crear las estructuras justas para un orden social, un mejor camino para alcanzar los consensos, favorecer gestos, obras y caminos de reconciliación, ley moral universal inscrita en el corazón humano.
La superación de la violencia sólo será posible con el hábil uso de herramientas que se consiguen con la educación y que capacitan para hablar un lenguaje de paz, el testimonio, la fuerza moral, la razón y la palabra, de ahí que la familia tiene la misión de dar vida, de acogerla, cuidarla, protegerla y promoverla desde su concepción hasta su ocaso natural, recuerdan a los fieles, a quienes señalan que no todo es tema gubernamental.
“Los cristianos tenemos la tarea de ser ‘constructores de la paz’. Esto implica -vigilar- que las conciencias no cedan a la tentación del egoísmo, la mentira y la violencia, y ser testigos en la convivencia humana, del respeto y orden establecido por Dios”.
La respuesta a los desafíos de la inseguridad y la violencia en México no puede ser solo responsabilidad de la autoridad pública,, reiteran, sino también de los ciudadanos que asumen su responsabilidad social. La sociedad responsable no surge por generación espontanea; es necesario formarla desarrollando en ella tres capacidades: Conocimiento de la realidad, Responsabilidad social y Compromiso con la justicia Social.
A los gobernantes, fuerzas armadas y de seguridad, partidos políticos, sociedad civil, padres de familia, educadores, jóvenes, víctimas de la violencia, comunicadores, discípulos y misioneros de Jesucristo, así como a quienes practican la violencia, que se han involucrado en diversas formas de crimen organizado, a quienes producen drogas, la transportan y comercian, a todos se les invita a trabajar por la paz, manifestaron los sacerdotes.
Para finalizar, dejaron en claro que la postura pública, se trata de una tarea en la que se busca incidir desde la misión de la Iglesia Católica, tanto en la conciencia personal y social, como en los diversos factores de riesgos que explica la violencia en nuestra patria, recordó que “en Cristo somos perdonados y reconciliados y que acoger el perdón de Dios dispone a la reconciliación, ya que el bien siempre vencerá al mal”.