Nelson Mandela y la oratoria / La Columna J
Estimado lector de este medio, nuevamente como cada semana, extiendo esta columna con la intención de que sea de su agrado, en esta ocasión abordaré al líder político que dejó una huella imborrable en la historia. Mandela fue un activista africano, considerado como uno de los idealistas más prominentes de su época, hijo de la persona jefe de la tribu y se convirtió en el presidente de Sudáfrica desde el año 1994 hasta 1999.
Mandela consideró que el buen orador debía decir discursos con ética y profundidad, también debía decirlo bien. Que suene y luzca, es lo que importa. Refiere que esta herramienta es loable y debe ser aplicada en los procesos educativos y de enseñanza, y no en su aplicación de rentabilidad política que dilapida la esencia comunicativa.
Las inquietudes sobre lo que sucedía en su país lo llevaron a prepararse arduamente en la oratoria, tenía identificado su papel en el ámbito político, su manejo expresivo y su retórica fueron de gran ayuda en su vida. Su preparación fue ardua y su trascendencia en el ámbito histórico fue considerada heroísmo, por la fuerza y consistencia de sus palabras, derivadas del tiempo invertido en su ideología.
“Es elocuente quien dice con agudeza las cosas humildes; con galanura y esplendidez las de más alta categoría, y en estilo templado las cosas medianas”: Cicerón
La actitud que ostentaba era optimista, su postura era impoluta, la mirada firme y acompañada de una constante sonrisa, representaba de manera semiótica a una generación de políticos precursores del cambio. Sus allegados argumentaban que tenía una exuberante facilidad de palabra, un amplio vocabulario, un sentido histórico para contextualizar y una rapidez mental inefable.
Fue militante anti-apartheid y fue también el líder del Umkhonto we Sizwe. Fue encarcelado en el año 1962 cuando fue acusado de sabotaje y muchos otros cargos. Le dieron una pena de cadena perpetua. Pasó 27 años de su vida en la cárcel, en donde la oratoria era una compañía en concordancia con ejercicios de meditación. Lideró el movimiento contra el apartheid en Sudáfrica, se dice que en sus tiempos de soledad su consuelo era la disertación de discursos.
Su discurso inaugural era muy persuasivo e inspiró a la audiencia. Nelson Mandela fue un orador natural, motivador y un líder natural. Fue acreedor al premio Nobel de la paz y sin duda alguna, era un ser humano que contenía una ideología sustentada en la libertad, en la igualdad y en la trascendencia de la educación, en todo momento fue fraterno para con la existencia.
“He luchado contra lo dominación blanca y contra la dominación negra. He albergado el ideal de una sociedad libre y democrática en la que todas las personas convivan en armonía e igualdad de oportunidades”: (Mandela,1968).
Estimado lector de alchileaguascalientes.com me despido de usted, esperando que tenga una excelente semana.
In silentio mei verba, la palabra es poder.
Mtro. Roberto Valdes Ahumada