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Muñoz Ledo entregará la banda presidencial / Vale al Paraíso

En punto de las once de la mañana del sábado primero de diciembre iniciará, formalmente, la Cuarta Transformación. En el todo lo alto del podio de la Cámara de Diputados, el diputado Porfirio Muñoz Ledo, con las manos manchadas por la deshonestidad, incongruencia y desmemoria histórica, entregarán la banda al presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador.

El camaleónico legislador tuvo su primer encuentro con el pasado que le persigue, el reciente 2 de octubre, en la Sesión Solemne de la Cámara de Diputados, donde se inscribió en el salón de sesiones la leyenda Al Movimiento Estudiantil de 1968, de acuerdo al decreto aprobado por los legisladores el pasado 20 de septiembre, para conmemorar los 50 años de los trágicos acontecimientos ocurridos en la Plaza de Tlatelolco.

Porfirio Alejandro Muñoz Ledo y Lazo de la Vega nació, creció y se educó en el PRI (1954-1987). Abrevó del viejo régimen. Destacó en las administraciones presididas por el Tlatoani. Se alimentó 50 años de la ubre tricolor entronizada al Poder. Después renunció al PRI. Y se dedicó al ambulantaje político, a la vagancia partidaria, en el PRD, PARM, PT y Morena.

El 9 de septiembre de 1969 pronunció un discurso a nombre del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, en el marco de las conferencias para “explicar y divulgar el ideario político del Presidente” con motivo del V Informe de Gustavo Díaz Ordaz, quien asumió “íntegramente la responsabilidad personal, ética, social, jurídica, política e histórica, por las decisiones del gobierno en relación con los sucesos del año pasado”.

En aquella desmesurada exposición, digna de la mejor miel de abeja, el joven Porfirio, de 36 años, justificó la matanza del 2 de octubre. Petrificó con elogios a Díaz Ordaz. Destacó al V Informe como un “armonioso conjunto de tesis que interpretan por sí solas los actos del poder público”. Fustigó a los críticos del régimen en turno por su “indolencia mental”. Satanizó el “voluntarismo aventurero'” que contamina al país con “entusiasmos intermitentes y euforias momentáneas”.

Y al final de su intervención sintetizó sus miserias: “Como miembro de este partido (PRI) y como mexicano que confía honestamente en el destino de la nueva generación, nada me ha conmovido más hondamente en el texto del V Informe que el valor moral y la lucidez histórica con que el Presidente de México (Gustavo Díaz Ordaz) reitera su confianza en la limpieza de ánimo y en la pasión de justicia de los jóvenes mexicanos”.

Al diputado morenita Porfirio Muñoz Ledo, ni perdón ni olvido, solo repudio.

Porque alguien debe de escribirlo: Soy difícil para el elogio, pero las circunstancias me obligan a reconocer que Javier Luévano Núñez, por la notoria calidad de su trabajo legislativo, es el mejor diputado federal que ha tenido Aguascalientes en toda su historia.

La fotografía publicada en El Universal, el reciente miércoles 21 noviembre, exhibe al incansable exalcalde de Calvillo (primera fila, cuarto de izquierda a derecha) sosteniendo la cartulina contra la visita del presidente venezolano Nicolás Maduro; el numerito fue una repetición del presentado el martes 6 del mismo mes, también en la tribuna de la cámara baja.

Por esas fechas, otra vez fue captado por la cámara del reportero gráfico del diario capitalino, pero sosteniendo la parte superior de larga manta, junto con otros correligionarios, para manifestarse en contra de alguien y de algo, por supuesto.

Luévano Núñez, hijo político del gobernador Martín Orozco Sandoval, por sus notables destrezas para cargar la propaganda, debería ser considerado el arquitecto de la comunicación política del gobierno estatal, en lugar del malogrado Manuel Appendini Carrera.

Coda: Cruz Azul es campeón de la Copa MX. Terminó de súper líder del Torneo de Liga MX. Durante 12 de las 17 jornadas ocupó el primer lugar. Fue invencible en casa.

Contabilizo cuatro décadas al lado del Tren Bala Azul. Después de ocho estrellas bordadas en la playera, no me alteran los 20 años de sequía en torneos de liga. La ilusión, el sueño y la esperanza, solamente florecen en cada partido. Profetizar la obtención de la novena está fuera de mi alcance. La liguilla es otro torneo, pero deformado por el gol de visitante, que fue alucinado por algún vicioso en Argentina. La maldición del líder poco importa. No soy supersticioso.

El meme reproducido en este espacio, correspondiente a la fecha 16, ilustra la intensidad de la gélida temperatura disfrutada por los fanáticos del Cruz Azul en la estratosfera. Por supuesto, no suscribo la mentada de madre al América, tan corriente como innecesaria en el gráfico de Record.

marigra1954@gmail.com