Monsanto, Syngenta y otras quieren el campo mexicano

Aguascalientes, Octubre 03 (2013).- Activistas y algunos campesinos originarios de Michoacana, se manifestaron la mañana de este día en el decimo Foro Global Agroalimentario, evento que consideran es una estrategia de las transnacionales semilleras como Monsanto y Syngenta, para apoderarse del campo mexicano, e introducir agrotóxicos, semillas híbridas, transgénicos y todo el paquete que los acompaña.

Los protestantes aseguran que todo lo anterior se está haciendo bajo la complacencia de las corruptas autoridades mexicanas y bajo engañosos argumentos como la insuficiencia agrícola, la competencia en el mercado internacional y el cambio climático. Desde el Tratado de Libre Comercio, asevera, se ha intentado la siembra de maíz transgénico, lo cual pone en peligro las 64 razas nativas mexicanas y sus miles de variedades, así como la superveniencia de millones de campesinos y de la soberanía alimentaria.

“¡Mono cultivo, mono cultivo, efecto destructivo!; ¡no más TLC!; ¡no más importación!; ¡Mosanto envenena al pan y la tierra!; ¡campesino callado jamás será escuchado!; ¡se ve, se siente el campesino está presente!; ¡se ve, se siente, el campesino está en su lucha!; ¡de la ciudad y del campo, sacaremos a Mosanto!, gritaban a las afueras del evento.

“Somos maíz, somos muchos pueblos de maíz, somos carne, sangre y piel de maíz, por ello la resistencia al proyecto de compra-venta de nuestros territorios y sus recursos naturales y humanos, la esencia de nuestro maíz está siendo vendida a empresas por medio de investigación, con fondos públicos, para beneficiar solamente a las grandes transnacionales y sepultando poco a poco la sabiduría de nuestros antepasados”.

El maíz híbrido, funciona como punta de lanza en la destrucción de la cultura campesina, envenena la tierra con sus agrotóxicos. Nunca se había amenazado tanto el centro del origen de un cultivo que es alimentación de mi millones de seres humanos, así como de animales de granja, la estrategia es clara, atacar por medio de la contaminación transgénica, las consecuencias serán fatales, sería la privatización de este grano, advierten.

En el caso de México, señalaron, la soberanía alimentaria está siendo atacada con la introducción de productos extranjeros, cubren ya el 40% de la alimentación nacional, lo peor es que se trata de alimentos procesados cuyo valor nutricional es muy pobre y por el contrario, con altos contenidos de calóricos mismos que contribuyen a la epidemia de la obesidad y enfermedades asociadas a esta, a pesar de los peligros que representa.

La lógica del capital agregaron los disconformes, ha corrompido todos los niveles de Gobierno, los medios han callado el tema al debate público. Monsanto, tiene ya casi 6,000 hectáreas de cultico piloto en estados como  Chihuahua, Coahuila, baja California, Durango, Tamaulipas, Sonora y Sinaloa, y está pendiente el permiso para la siembra a escala comercial por más de 12 millones de hectáreas.

Es urgente hacerle frente a la siembra de transgénicos en el país y comenzar el rescate de nuestra soberanía alimentaria, por ello; exigimos a la SAGARPA no autorizar la siembra comercial, de este o cualquier otro cultivo genéticamente modificado; exigimos la revocación de permisos; exigimos leyes de bioseguridad; exigimos que el Gobierno informe sobre el tema; exigimos la revocación de contratos con Nestlé y Pepsico correspondientes a la “cruzada contra el hambre” y exigimos verdaderas políticas públicas contra la pobreza.

El maíz es fundamental para los pueblos originarios de sus costumbres y tradiciones, de sus lenguas y sus maneras de ver el mundo, el maíz unifica a todos los pueblos y todas las entidades de México, ¡defendamos nuestro sagrado grano!, demandan.