Molesta a Vázquez Mota que pregunten si México está preparado para ser gobernado por una mujer
Aguascalientes, Octubre 14 (2015).- “Hay varios pendientes, lo primero es reconocer que en el terrenos de los Derechos Humanos tenemos mucha violencia intrafamiliar, hay una discriminación todavía en temas de ingreso económico, hay pendientes en equidad,…es decir, falta mucho por avanzar, se hacen esfuerzos pero es insuficiente aun”.
Manifestó Josefina Vázquez Mota durante su participación como conferencista de la celebración del Voto de la Mujer en México, organizado por el Ayuntamiento Capital, “nunca he escuchado que se le pregunte a un hombre si el sexo masculino está preparado para gobernar, hoy convoco, si les preguntan no la acepten porque es una descalificación”.
Hace falta acompañamiento institucional, porque aunque en la ley está escrito que somos iguales, en la vida cotidiana seguimos enfrentando un techo de cristal por ejemplo hablando de posiciones políticas; trabajamos mucho en campañas, hacemos ganar a los hombres porque el terreno no está parejo aun, agregó.
Reconoció la legislación que ahora compromete 50 por ciento de candidaturas, sin embargo aclaró que ahí no termina la tarea, porque no se trata de un tema de género sino de talento “para la mujer sigue siendo adverso el quehacer diario, hace falta una cultura más equitativa”, expresó.
El derecho de ejercer el voto por cualquier persona mayor de edad es visto ahora como algo trivial, pero es un derecho que ha causado luchas alrededor del mundo para grupo marginados por pertenecer a un grupo indígena o por su género. Es un reconocimiento completo de igualdad y ciudadanía, ejerce un efecto directo sobre quién gobernará para todos, por lo tanto ha sido restringido por los grupos, y el género, en el poder.
El 17 de octubre de 1953 apareció en el Diario Oficial de la Federación un decreto en el que se anunciaba que las mujeres tendrían derecho a votar y ser votadas para puestos de elección popular. Este decreto fue el producto de una larga lucha.
En México los primeros antecedentes exitosos del voto datan de 1923 en Yucatán, aunque hubo peticiones desde 1916. Yucatán reconoció el voto tanto municipal como estatal en 1923, con tres mujeres electas para diputadas al congreso estatal: Elvia Carrillo Puerto, Raquel Dzib y Beatriz Peniche de Ponce; además Rosa Torre fue electa para regidora en el ayuntamiento de Mérida. Sin embargo, cuando el gobernador Felipe Carrillo Puerto murió asesinado en 1924, las cuatro tuvieron que dejar sus puestos.