México, en la Final del Mundial Sub 17
Noviembre 05 (2013).- La selección sub 17 logró instalarse en su segunda final consecutiva del Mundial, la tercera de las últimas cuatro ediciones, haciendo pedazos a otro de los históricos, Argentina, con un categórico 3-0 que pone a los mexicanos como favoritos para repetir la hazaña del título conseguido en 2011.
El conjunto dirigido por Raúl Gutiérrez volvió a sacar el carácter, a meterle el corazón y logró levantarse del golpe anímico que significó que le marcaran un penal en su contra apenas al minuto dos. Pero el héroe habitual, el gigante Raúl Gudiño detuvo el disparo para convertirse en el resorte que impulsó al Tri para el resto del partido.
Apenas unos minutos después, Iván Ochoa pondría adelante a México y repetiría la dosis a los 21 minutos, para, a partir de ahí, controlar el partido de manera total, sin tener la posesión del balón, es verdad, pero sin darle la mínima oportunidad a los argentinos de hacer daño al arco de Gudiño.
Argentina fue un equipo descompuesto, un costal de mañas plagado de vicios de gente grande, pegando como carniceros y descomponiendo ese arte que, se supone, traen implícito en su ADN, el del buen trato de balón que siempre les caracteriza.
La brutalidad argentina, impulsada y avivada por la impotencia de no poder ni rasguñar a la escuadra mexicana, llevó a Jorge Ibáñez a ser expulsado al minuto 31, dando con el traste a la causa argentina. A partir de ahí, el equipo de Humberto Grondona se dedicó sólo a dos cosas: a ser humillado y seguir golpeando.
México mostró personalidad y en lugar de desbordarse sobre el arco argentino, ya con el marcador a su favor, el hombre de más en la cancha, se dedicó a darle vuelta al balón, a conducirlo de un lado a otro, para dejar correr los minutos.
Ni siquiera los golpes de los argentinos, que contaron con toda la complicidad del silbante que se negó a sancionar acciones brutales, sacó de su papel al Tri sub 17 y, alejando algunos intentos, le puso hielo total a las acciones.
Y a cuatro minutos del final, Marco Granados daría el tiro de gracia para cobrar tantas humillaciones que el futbol argentino le ha aplicado al mexicano. Es sub 17, pero las afrentas pasadas habían sido vengadas. Y con un tremendo baile, con tremenda personalidad.
Información y foto: Milenio