Los trafiques de Carlos Lozano y Rafael Calderón / Vale al Paraíso
Los hermanos Ricardo y David Monreal Ávila, felices propietarios de Morena en Aguascalientes, tienen como gerente en estas tierras al ex gobernador Carlos Lozano de la Torre, quien fue titular de Desarrollo Económico en el gobierno
zacatecano del primero.
La entrañable amistad de Monreal y Lozano se consolidó en la Cámara de Senadores, donde, incluso, Ricardo seguía utilizando al Carlos como su auxiliar al pedirle que le comunicara por el celular con diversos personas, ante el
disimulado disgusto del ofendido senador aguascalentense.
La traición. La simulación. Las infidelidades. Los acuerdos con Dios. Los pactos con el Diablo. Las perversas alianzas. Y los arreglos en lo oscurito. Forman parte de su ADN político.
Tan es así que Lozano de la Torre está jugando en esta elección con cartas bicolores: para la presidencial con AMLO, vía los Monreal Ávila; para la Cámara de Diputados con su hijo José Carlos, candidato del PRI en el Distrito
02, y con su socio Rafael Calderón Zamarripa, candidato de Morena en el Distrito 01; y para el Congreso del Estado con los candidatos morenitas a diputados, Luis Salazar Mora (Distrito 13) e Irma Karola Macías Martínez
(Distrito 11), hija de su compadre Goyo Macías Moreno, recién defenestrado de la delegación federal de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
El viernes 1 de este mes, la filtración de diversos documentos permitió conocer que el candidato Calderón Zamarripa está involucrado en sospechosos manejos cuando trabajaba en la administración lozanista. La SEFIRECU, antes
Contraloría estatal, señala que “se constató que el INAGUA adjudicó indebidamente el contrato en comento por 626 millones 698 mil 258 pesos con 98 centavos, ya que recibió dentro de la propuesta técnica presentada por el
contratista para la adjudicación de la obra, documentación que carece de una justificación adecuada, precios de insumos y materiales considerablemente fuera de los precios del mercado vigente”.
Según el informe de “presunta responsabilidad”, el entonces asesor técnico de la institución, intervino en la maloliente adjudicación del contrato.
Al unísono, el señalado se desempeñó como funcionario en Aguascalientes y constructor en Zacatecas; dispuso del tiempo laboral para atender sus negocios particulares en la vecina entidad, según acredita la copia del “Acta de fallo de la licitación MGU-DOPM-R23-15, LO-832017993-N16-2015, para la obra Construcción de cancha de futbol con pasto sintético, Tacoaleche”, firmada por Calderón Zamarripa el 21 de agosto de 2015. La obra no le fue asignada. A decir de la Presidencia Municipal de Guadalupe, Zac., la propuesta fue verdadero desmadre técnico y financiero, empezando porque “no presentó la cédula profesional”.
El exgobernador Luis Armando Reynoso Femat tiró la piedra y exhibió la mano al declarar en entrevista telefónica que no me sorprende el siniestro y el descaro de un gobierno descarado, de la falta de ética, de que el propio Carlos Lozano de la Torre y su hijo José Carlos, junto con su sobrino Alejandro Díaz Lozano, también, estuvieron involucrados en fechorías; es cierto, porque si hay algo que se hizo notar mucho fue la actuación del Instituto del Agua; es cierto, que Memo Saúl Rivera, junto con Rafa Calderón, pues hacían de las suyas en base a tomar la maquinaria propia del INAGUA para perforar pozos y crearon hasta una empresa diferente y con esa misma maquinaria perforaban diferentes pozos a ciertos particulares, incluso en el mismo rancho, La Campana, del gobernador Carlos Lozano, ahí se utilizó para perforar algunos pozos que fueron infructuosos, porque no dieron la capacidad de profundidad y no pudieron sacar agua, pero bueno, se dedicaban también a perforar pozos como si fuera una empresa privada.
Más adelante habla de la Casa Blanca que se hizo el gobernador Lozano de la Torre; habrá que preguntar cómo está su rancho La Campana, los muebles que compraron con dinero del gobierno para esas fincas,…y los viajes familiares que hizo Carlos Lozano con el pretexto de que eran viajes oficiales (Infolínea, 01/06, 2018).
A LARF le faltó platicar de la remodelada casa de Lozano de la Torre en la Sierra Fría, pero bueno, al mejor cazador se le va una liebre.
Con razón, AMLO suele repetir en el confesionario: “En política hay pendejadas y hay chingaderas. Las pendejadas son las chingaderas que se llegan a saber”.
Porque alguien debe de escribirlo: Martha Romo López fue bendecida en grado superlativo por los gobiernos emanados del PAN al regalarle diversas jefaturas de prensa; entre ellas, la de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, la del Grupo Parlamentario en el Congreso del Estado, la de CCAPAMA y la jefatura de información municipal, estas últimas en la pasada administración.
La entonces panista fue una furibunda defensora del partido y los correligionarios. Participaba activamente en las campañas electorales. Se devoraba a los opositores de un bocado. Con la ingratitud en el alma. Renunció a la militancia azul. Se fue hablando pestes de los panistas. Le encontró el sabor agradable a la trinchera opositora. Ahora milita en Morena. Sirve a ya saben quién. Es jefa de prensa del cuestionado candidato a diputado federal morenita Rafael Calderón Zamarripa, su acaudalado esposo.
Cualquier parecido a la expanista Lourdes Dávila Castañeda, hoy destacada priista y jefa de prensa de la candidata Lorena Martínez, es mera coincidencia.
marigra1954@gmail.com