Los nuevos conceptos de la vida compartida / Ruelas
Aguascalientes, Marzo 01 (2022).- La violencia, veámosla de cualquier manera, es violencia, violencia entre personas, grupos de personas; adecuaciones morales inquisitoriales, reivindicadas por “el misterio del mal” que amenaza con la llegada de satán, pero como le dijo Ticonio a San Agustín, el único satanás está dentro del espíritu de los seres humanos. El violento discurso contra la invisibilidad social es un problema traicionero y desleal, incluye un maltrato a 360 grados contra personas. Tiene una producción en los espacios sociales tutelado por la cultura judeocristiana, en la primacía de los hombres. Un efecto grave es que se reproduzca en los espacios públicos, en las instituciones… Es necesario reflexionar sobre los costos, además de éticos, morales, profesionales…, en los directos e indirectos de la violencia, causan daños en el ámbito económico y social de nuestros pueblos, además la renuncia a la cultura.
Ya hay recomendaciones normativas que deben atenderse en procesos de desarrollo de políticas públicas y en todas las interrelaciones personales e institucionales; disruptivas políticas para fomentar mejoras en la prevención en el apoyo y los servicios a las víctimas. Tienen líneas de acción, amables sugerencias para atender la aplicación las recomendaciones deseables específicas, maneras de auditoría que permiten evaluar los trabajos que se realizan a partir de las recomendaciones que nacen del Derecho.
El pasado 24 de febrero, día de la Bandera Nacional, en el mérito del símbolo que acrisola nuestra seda nacional que es esencia, alma, espíritu, ciudadanía…, de nuestro pueblo generoso, pronuncié estas palabras en el Foro, que comparto en HIDROCÁLIDO: “Paridad elecciones incluyentes y prevención de la Violencia Política contra las Mujeres en razón de género”.
Los nuevos conceptos de la vida compartida confeccionan el diccionario de la vida del siglo XXI en México. La violencia política contra las mujeres por razón de género se presenta en tiempo y espacio, no demanda más explicaciones, se ha estudiado con ahínco, el tiempo nos impone el reto de sostener un diálogo sin ataduras, en el que nadie subsuma a nadie.
Una consistencia cultural, examinada a partir de la revelación de manera física y directa contra mujeres que participan en la política muestra a las autoridades administrativas, jurisdiccionales y penales en materia electoral, que, apoyadas en instrumentos internacionales, efectúan un gran aporte para tratar de manera especial los nuevos conceptos de la dinámica social.
Existir, implica coexistir, de manera positiva en compatibilidad con Otros. Coexistir no es relación de categorías, no cabe un término previo, no vivimos un mundo binomial, la coexistencia constituye la diversidad, la filosofía kantiana diría que es una relación transcendental. Se trata de una manera sintética de la experiencia, porque la existencia nos es dada, la coexistencia debemos construirla sin rencores. Vencer a la nueva inquisición de la costumbre que justifica lo injustificable.
Comunicar es compartir significados. El fin de comunicar es transmitir la verdad. La verdad es invadida por muchos adjetivos erísticos; consideremos que, si la verdad es relativa, siempre es relativa a algo, entonces, la verdad es relativa a la paridad, la inclusión, la prevención de la violencia política contra las mujeres en razón de género. La hermenéutica de la violencia es no violentar ningún derecho. Interpretar no es sinónimo de anulación del Otro, no es el imperio de la opinión del que profiere, ¡eso es preterir! Por este tipo de juegos dialécticos perdemos la verdad y abonamos a la violencia. Insistir es transitar por una avenida que deteriora la confianza, disocia al pueblo. La prueba es simple, no se puede confiar a los que no confían en la verdad.
Actualmente vivimos un pensamiento débil de corte postmoderno. Algunos hablan perfecto, pero entienden mal; otros hablan exiguamente y entienden mucho. En el respeto al Otro no se apuesta por el éxito del YO, no se abona al bienestar en primera persona, no se logra loa pública al precio de la verdad. Los derechos de paridad, de inclusión, de prevención de la violencia política contra las mujeres en razón de género, han logrado el consenso, como testimonio de la transición democrática, se ha realizado por etapas, por vía del diálogo, se han construido reglas y hoy merecen el reconocimiento de sociedades de otros países.
Ante este cambio cultural, ¿seguirá habiendo personas que no tengan claro la verdadera transformación de valores a virtudes en el campo de los derechos humanos?, no se han dado cuenta la transición de epistemología a comportamiento. La manumisión de la verdad es ponerla al servicio de la vida compartida. Secuestrar la verdad es dictadura de la voluntad e imperio de la arbitrariedad. Defender la verdad demanda ética cordial y amor por nuestra Patria.
Toda crisis social muestra falta de diálogo. El diálogo une la pluralidad, hospeda la diversidad. El diálogo es formador de virtudes, el diálogo es pedagogía de los valores…