Opiniones Portada rotador 

Los naturalizados no pueden ser candidatos/Vale al Paraíso

En mi entrega anterior escribí que Ernesto Antonio Mercher Gálvez, empresario de la industria farmacéutica, reveló en exclusiva a este diario digital que “buscará la candidatura a alcalde por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en Jesús María”.

Pero el artículo 66 de la Constitución Política del Estado de Aguascalientes señala que “para ser Presidente Municipal, Regidor o Síndico de un Ayuntamiento, se requiere “ser mexicano por nacimiento, en ejercicio de sus derechos”, y él no cumple con este requisito, al haber nacido en la república de El Salvador, aunque es mexicano naturalizado.

Esas 97 palabras generaron, el miércoles 23, una respuesta comedida de 707 palabras de Mercher Gálvez, para solicitar el “derecho de réplica”, fundar el alegato jurídico correspondiente, reiterar la participación en la contienda electoral con la marca de Morena y anunciar que combatirá la inconstitucionalidad del requisito con su “equipo legal (que) estará atento al derecho y obligación que tiene la autoridad en la aplicación del Artículo 66 de la Constitución Política del Estado de Aguascalientes para así poder ejercer nuestro derecho a impugnar acciones las cuales consideramos arcaicas y sin
uso en una sociedad moderna y las cuales han sido rechazadas por la
Suprema Corte de Justicia de nuestra gran Nación”.

Por mi parte respondo: (uno) el aspirante se equivocó de ventanilla, porque el “derecho de réplica” debió presentarlo ante el constituyente permanente para promover, oportunamente, la modificación del artículo 66, a través de los diputados morenitas; (dos) con un descontón derrota, sin pelea interna de por medio, a otros suspirantes de Morena; (tres) da por sentado, al margen del
procedimiento señalado en la convocatoria interna, que será el candidato de su partido; (y cuatro) desconozco el supremo interés de la formación guinda por avalar una candidatura que, de entrada, no cumple con uno de los requisitos constitucionales.

Ayer, el Consejo General del Instituto Estatal Electoral (IEE) de Aguascalientes, le concedió la razón a mi opinión, publicada hace una semana, al resolver que “un mexicano naturalizado no podrá contender en las elecciones para renovar Ayuntamientos el próximo 2 de junio, en acato a lo dispuesto por la Constitución local”.

Mercher Galvez, el pasado 24 de enero, formuló al IEE “una consulta acerca del criterio que se tomará respecto de su intención de ser postulado como candidato a Presidente Municipal”.

Se avizora, pues, una batalla en los tribunales electorales para combatir la Constitución Política y el Código Electoral del Estado de Aguascalientes, como lo anunció el mexicano naturalizado, pero antes deberá obtener la candidatura de Morena o de otro partido.

Porque alguien tiene que escribirlo: Arturo Ávila Anaya tocó la puerta de caoba de Nora Ruvalcaba Gámez, el referente histórico en Aguascalientes de la longeva lucha de López Obrador, para invitarla a tomar un chocolate —sin pan, obvio—, en algo así como el bíblico encuentro del pueblo malo y profano —representado por el cuestionado empresario—, con el pueblo bueno y sabio —encarnado por la reconocida maestra—, en estado de gracia.

El evento privado, celebrado en el Starbuck del sur de la ciudad, lo hizo público —con fines propagandísticos a costa de la también abogada—, el hombre nacido en el Distrito Federal, quien es la apuesta del PRIMor que comandan los hermanos zacatecanos Monreal Ávila, el exgobernador Carlos Lozano de la Torre y Aldo Ruiz Sánchez, ineficiente delegado en estas tierras de la 4T, para
la candidatura de Morena a la alcaldía de Aguascalientes, pero la promoción de este grupúsculo se le complica conforme transcurren los días.

Hace dos semanas señalé que Yeidckol Polevnsky, presidenta de Morena, cuidaría con refinado celo femenino que nadie se metiera en su parcela para imponer candidaturas en los cinco estados del país donde habrá elecciones este año.

Pues bien, la rápida advertencia llegó a Aguascalientes en la persona del senador zacatecano José Narro Céspedes, quien entregó a Cuitláhuac Cardona Campos el nombramiento de delegado del CEN (en funciones de presidente estatal), firmado por la dirigente nacional.

El viernes, para despejar cualquier duda sobre el poderío de la señora Polevnsky, el líder del Grupo Parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, Mario Delgado Carrillo, escribió que era la “mera jefaza”, después de felicitarla por su cumpleaños 61.

Mientras todo esto ocurría, Raúl Reyes Agüero, ex“comisionado” morenita, recibía los santos óleos antes de darle cristiana sepultura en la Rotonda de los Espurios Ilustres.

Por: Mario Granados Roldán
Correo: marigra1954@gmail.com