Lo que se viene para el PAN
«Solo esta derrotado aquel que ha dejado de luchar”
Los tiempos de la política son verdaderamente subjetivos e inexactos. La democracia en México está a punto de vivir un presidencialismo de mucho peso, uno que no se veía hace décadas.
El escenario dicta que existe solo una fuerza que podrá hacer una oposición real y de fortaleza. El Partido Revolucionario Institucional está en una profunda reflexión sobre cuál será su futuro y quienes serán los actores que
tomaran la riendas de lo que queda del partido con más desgaste en México.
Por otro lado está el Partido Acción Nacional, el cual de momento no cuenta con un liderazgo nacional definido, sin duda alguna, el PAN está viviendo un momento de adversidad y un realidad muy difícil, lo que parecía que iba a
funcionar como un frente que en teoría sería un excelente aliado para la cuestión aritmética, no lo fue, y de manera paralela esa alianza generó grandes distanciamientos entre los más cercanos al grupo de Anaya, se les mando a posiciones poco rentables y salvo Damián Zepeda y dos o tres plurinominales lograron entrar.
“Los que ladran ahora los heresiarcas para confusión de la fe, lo dijo en este siglo un varón doctísimo, con más ligereza que culpa”. Jorge Luis Borges.
El saldo de la derrota arroja la pérdida de más de 20 congresos locales, Morena tiene mayoría en el Senado y en la Cámara de Diputados. Los números no mienten, desde la elección presidencial de Vicente Fox el PAN obtuvo el 42% de los votos, posteriormente con Felipe Calderón se obtuvo el 35% de la votación, desde ese momento ya es palpable un descenso en la preferencia electoral. Sin embargo en la elección de Josefina Vázquez Mota el PAN únicamente consiguió el 25% de los votos. Sin duda alguna el momento refleja una situación vituperable. En la elección pasada en donde Ricardo Anaya fue el candidato panista que únicamente obtuvo el 22%.
Los números son necesarios para hacer diagnósticos y análisis, lo que es evidente con los números anteriormente mencionados, es que el PAN se encuentra en el peor momento de los últimos 20 años. Los optimistas son aquellas personas que tienen la capacidad de identificar las situaciones adversas como grandes oportunidades.
Existe un grupo de gobernadores que quieren hacer valer su peso político. Existen personajes de la década de los 90´s que ven con gran rentabilidad este momento como crucial para volver a tomar partida sobre la realidad del partido. Existe un grupo muy importante encabezado por Marko Cortés que también buscara la dirigencia nacional del PAN.
“Plutarco ha referido que Julio César lloró la muerte de Pompeyo, Aureliano no lloró la muerte de Juan, pero sintió lo que sentiría un hombre curado de una enfermedad incurable, que ya fuera una parte de su vida”: Jorge Luis Borges.
Algún personaje inundado de estulticia, en un debate suscitado en él Comité Directivo Estatal de Aguascalientes la semana pasada, hacía mención que Ricardo Anaya debía abandonar su militancia por el resultado obtenido y en ese justo momento un panista, un verdadero panista, uno cimentado por la ideología, le dijo que el PAN no se había creado para ganar elecciones, que el PAN se había creado para crear conciencia ciudadana. La persona que hizo el comentario dio reseña de la carta enviada por Gómez Morín a Vasconcelos, ya que en esa carta se plasma de manera exacta cuál sería la principal intención del PAN que se fundó en 1939.
¿Qué es lo que se viene para el PAN? Se viene una reestructuración definitiva en toda la estructura del Comité Ejecutivo Nacional, se viene una reestructuración a los estatus, y considero que es necesaria una depuración del padrón, pero sobre todo creo y considero que se viene la gran oportunidad de que el PAN vuelva a ser una oposición real y de congruencia. No será fácil, en política pocas veces algo es fácil.
Esto daría nuevamente la oportunidad de una fuerza política basada y sustentada en una ideología que va más allá de los egos y de las ínfulas.
Por una patria ordenada y generosa y una vida mejor y más digna para todos.
IN SILENTIO MEI VERBA