Ciudad de México, Mayo 16 (2014).- Pocas veces la publicidad relacionada con Acapulco desiste de asociar ese destino turístico con las mujeres.

Elizabeth Taylor, Judy Garland, Brigitte Bardot, Jackie Kennedy y María Félix amaron y fueron amadas en el puerto más famoso de México.

Todas las guías turísticas de México escritas en cualquier idioma aún mencionan al sitio como destino indispensable, pero ninguna advierte: “¡Peligro! Asesinos de mujeres”.

Quizá deberían, porque Acapulco fue la peor ciudad para ser mujer en 2012, último año disponible con estadísticas de mortandad.

Con el apoyo metodológico de demógrafos, SinEmbargo obtuvo las tasas de feminicidios en los 116 municipios y delegaciones más poblados del país, casi todas ciudades con más de 100 mil habitantes.

De aquel conjunto de localidades se ofrece el listado con las peores 15 tasas. También se muestra el cuadro descendente de las capitales mexicanas con más homicidios de mujeres.

El dato mostrado y que permite la comparación entre los distintos órdenes de división geográfica y política –municipio, estado y país– relaciona el número de asesinatos dolosos de mujeres por cada 100 mil mujeres residentes en el sitio de referencia.

En 2012, último año de gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, el sitio con la peor situación para ellas fue uno de los sitios turísticos más importantes y venido a menos desde hace un lustro por la violencia desatada por los cárteles en disputa.

Aunque los organismos turísticos y autoridades de Guerrero sostienen que la ocupación hotelera ha observado una recuperación a partir de 2009, lo cierto es que cada vez se asesinan más mujeres en el puerto: la tasa de 2012 fue 7 puntos superior a la de 2011 y seis veces superior a la de 2008.

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Torreón, Coahuila, sufrió un claro incremento de 13.3 en 2011 –séptima posición entonces– a 29.9 en sólo un año, de tal manera que esa ciudad norteña fue en 2012 la segunda con mayor vocación para el asesinato de sus mujeres.

El ascenso de la misoginia en esa ciudad de la Comarca Lagunera resulta dramático si se considera que, apenas en 2006, el dato era de 0.7 asesinadas por cada 100 mil vivas. En sólo seis años, la cantidad de mujeres muertas intencionalmente se multiplicó por 42.

En ese lapso de tiempo ninguna ciudad observó un aumento tan notable.

Con una tasa de 20.2, Cuauhtémoc, Chihuahua, se ubicó en el tercer puesto. Su caso llama la atención pues menos de una década atrás, de manera consecutiva en los años 2003 y 2004, ninguna mujer fue asesinada en esa demarcación norteña.

Nuevo Laredo, Tamaulipas, es la cuarta ciudad en la lista. Una peculiaridad de esa frontera con Estados Unidos es que en 2005, un año antes del inicio de la llamada guerra contra el narcotráfico, registró una tasa feminicida de 10 y fue, en ese momento, la peor ciudad grande del país. En 2012 la cifra se había duplicado.

Iguala, Guerrero, siempre ha sido un mal sitio para las mujeres. En 1990, esa ciudad guerrerense alcanzó la mayor tasa entre los municipios seleccionados y sus datos casi siempre han sido elevados: nuevamente fue primer sitio en 1993, en 1997 y segundo en 2007. Sin embargo, algo se hizo bien en 2004 y 2005, porque en ambos datos el dato es cero.

Ciudad Juárez, cuya tasa feminicida alcanzó casi los 55 puntos en 2010 descendió hasta 14.8 puntos en 2012 ubicando a esa ciudad, referente mundial de la violencia contra las mujeres, en la sexta peor ciudad en México para ellas.

El estado con más municipios en el listado de las peores 15 ciudades es Chihuahua que, además de Juárez, enlista a Chihuahua capital, Delicias e Hidalgo [sitios 11, 12 y 13].

En el otro lado de la moneda, los municipios que de manera consistente muestran las mejores condiciones para la vida de sus ciudadanas en los últimos 22 años son Minatitlán, Veracruz; San Pedro Garza García, Nuevo León —conurbado a Monterrey, el octavo peor municipio a nivel nacional— y Mérida, Yucatán.

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Respecto de las sedes de los poderes en los estados, la más insegura es Monterrey, cuyo caso merecería un estudio particular.

En 1990, la capital industrial mexicana mostraba una tasa de 0.6. En 2011 fue de 18.4: por cada muerta en el primer año referido hubo 30 en el segundo.

Durante el último lustro Monterrey se ha convertido en campo de batalla entre los cárteles del Golfo y de Los Zetas. El balance resulta favorable para los últimos, más violentos que sus rivales. La Sultana del Norte bien podría quedar rebautizada como La Zultana del Norte.

La guerra del narcotráfico es un parte aguas en el asesinato de mujeres y Monterrey es una muestra que se corrobora cuando se analiza Toluca, Estado de México, la capital que ocupa el lugar 15 entre las de mayo incidencia homicida de mujeres.

Entre 1990 y 2012, Toluca ocupó el primer sitio en 1990, 1993, 1994, 1995, 1996, 1997, 1998, 1999, 2000, 2002, 2003 y 2005.

En 18 de esos 22 años, Toluca, sede política del Grupo Atlacomulco, hoy gobernante del país, fue para las mujeres un peor sitio para vivir y para morir que Ciudad Juárez.

Pero mientras que en el caso de Juárez se gritó con toda justicia, en el caso de Toluca se calló con toda injusticia.

Información y foto: sinembargo.mx