Lanza alerta el CCE sobre leyes secundarias de la Reforma Energética

Aguascalientes, Julio 24 (2014).- Para el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), los esfuerzos de los grupos parlamentarios en Congreso de la Nación entorno a las leyes secundarias de la Reforma Energética, deben estar planteados en dos principales directrices; una, en la garantía de preservar la soberana rectoría sobre los recursos naturales no renovables; y dos, sobre las utilidades, tributación y garantías que los particulares deberán rendir al país.

El organismo empresarial refiere que los contratos de utilidad compartida con empresas privadas en materia  energética, que están actualmente contemplados en el artículo 25 Constitucional son riesgosos, ya que el Estado acuerda los costos de exploración y extracción además de la utilidad que se llevará el corporativo privado por la venta de algún hidrocarburo; muchas veces la empresa privada pide poca utilidad pero sus costos por tecnología, operación y de ejecución los eleva muchísimo, con lo que tienen una ganancia segura y no se ven afectados por la baja del precio internacional del producto, como podría ser el petróleo crudo extraído de aguas profundas, por lo que también se corre más el riesgo de corrupción de funcionarios y de inversionistas privados.

Así, los contratos de licencia de transmisión onerosa de los hidrocarburos, después de ser extraídos, son mucho mejores, ya que en estas negociaciones contractuales el Estado otorga a un privado los derechos de exploración de un campo, con esto los inversionistas privados se encargan de sus costos, y cuando finalmente extraen el hidrocarburo, éstos tienen que pagarle al Gobierno una cantidad previamente acordada, además del Impuesto sobre la Renta de las Utilidades y una Tasa adicional.

Por otra parte, el CCE sugiere fijar la atención en la liberalización del mercado mayorista en el sector eléctrico, ya que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) dejará de ser el único receptor en México y habrá generadores por parte de los particulares, lo que supuestamente incentivará la libre competencia de ese sector, que supone mejorar las tarifas para los usuarios.

“México ha cambiado con esta Reforma Energética y el país transita de un estado interventor a uno regulador en el Sector; la activación de la industria petrolera debe ser estrictamente normada para que no sea un fracaso, como resultó ser la liberalización y privatización de la petroquímica secundaria en el pasado, y evitar que los contratos de servicios del sector energético que eran los únicos permitidos por la Constitución antes de ser modificada, sigan siendo casos de corrupción y de mala planeación como ocurrió con los contratos de Pemex y la empresa privada Oceanografía.

Advierten sobre la importancia de las leyes secundarias del sector energético, ya que radica en que son referentes constitucionales que se hicieron en la Reforma Energética, e indican el cómo debe funcionar en la práctica la relación del Estado con los inversionistas privados del sector.