Hay de circos a circos
El tema mueve infinidad de recuerdos. Me remonta a los dorados años de la niñez. La llegada de los visitantes era motivo de emoción. El sentido paraba oreja para escuchar en la radio los días y el horario de las funciones. La publicidad promocionaba con la verdad: “Hay emoción, hay alegría para toda la familia, ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos!… Al Circo Atayde Hermanos…”.
Empezaba la campaña con mis queridos padres para estar presentes en la colorida carpa, catedral de artistas dispuestos a sorprender al respetable con lo mejor de su repertorio.
Ver el profesionalismo de los contorsionistas, trapecistas, acróbatas, payasos, animales domesticados, magos y el hombre lanzado por un cañón a la red protectora, era todo un espectáculo, de mayor calidad, que el que se viene presentado debajo de las llamativas lonas delCirco Legislativo, dispuesto a regalar semanalmente los malabares de la indomable sinrazón femenina; “para eso quieren la igualdad de género”, reflexionó en voz baja el incisivo periodista recargado en su lugar de siempre, en una de las paredes del salón de sesiones del Congreso del Estado.
Todo hace suponer que aquellos felices momentos no serán disfrutados por pequeñines aguascalentenses. El Partido Verde Ecologista de México está empeñado en joder a la población. Le fue insuficiente echar a la calle, mandar anualmente a la informalidad, a 500 mil de los 14 millones de perros y gatos que conviven con 52 millones de personas -casi la mitad de la población del país-, al aplicarles el 16% de IVA a sus alimentos.
Hace una semana, el martes 11, los cinco legisladores de la LXII Legislatura que integran la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, presidida por el diputado Gilberto Gutiérrez Gutiérrez (del PVEM), aprobaron por unanimidad la iniciativa de reformas y adiciones a la Ley de Protección a los Animales para el Estado de Aguascalientes, para prohibir “espectáculos con animales silvestres o domésticos en funciones de circo”, porque son “privados de su libertad y la mayoría de las veces, sólo salen de sus jaulas, cajas o liberados de cadenas para realizar trucos contrarios a su naturaleza, los cuales logran tras largas jornadas de entrenamiento que les provocan serias afectaciones físicas y emocionales en detrimento de su salud”.
La espuria defensa del partido promoverte y de los diputados firmantes del dictamen supura una buena dosis de discriminación e incongruencia:
1. Se desentienden de las corridas, a las que acuden gustosos para aplaudir los puyazos que le propina el gordito del caballo al toro, las banderillas colocadas por los subalternos, la espada de acero y el estoque de descabellar enterrados por el matador en el lomo del animal, no muy dispuesto a recibir el cruel maltrato.
2. Desconocen las sangrientas peleas de gallos.
3. Guardan silencio de las carreras de caballos y de galgos.
4. Ignoran a las televisoras que presentan al mago sacando de su chistera al atarantado conejo o a la asustada paloma, más tullida que los pollos americanistas.
5. Omiten al pajarero que guarda en su jaula a los canarios amaestrados, dispuestos a ganarse el alpiste -sin IVA, supongo-, al sacar de la caja el papelito de la suerte, casi siempre generosa.
6. Hacen a un lado a los ineptos dueños de los Jaguares de Chiapas, Potros del Atlante,Tiburones del Veracruz y los Zorros del Atlas, preocupados por el cercano descenso a la segunda división.
7. Y le dan la espalda al dueño del changarro que vende tacos de pastor… de pastor alemán, claro.
Ahora a los diputados, sólo les faltará impedir la echada a vuelo de palomas en actos religiosos, los parques zoológicos, los pericos hablantines, las fiestas infantiles con magos, concursos de perros habilidosos y, “por qué no, hasta las industrias piscícola y pecuaria para que ni cucarachas podamos comer”, escribió el periodista Carlos Marín, director de Milenio Diario(12/02/14).
El presidente de la Comisión de Gobierno, Jorge Varona Rodríguez, además, les enmendó la plana a los parlamentarios de la Comisión del Medio Ambiente, al declarar a este diario, con razón: “No queremos incurrir en contradicciones con la normatividad federal” (13/02/14).
La acusación del PVEM, sobre el presunto maltrato de los animales en los circos que se presentan en Aguascalientes, es grave, porque señala con el dedo flamígero a las autoridades federales y estatales, supuestamente omisas en la aplicación del andamiaje jurídico que regula la protección de los animales; el trabajo de Jorge Durán Romo, Sergio Augusto López Ramírez y Adrián Velázquez Jiménez, está en entredicho, según los verdes.
Pobre tucán, el del PVEM, está encerrado en la jaula de la incongruencia, la ignorancia, la simulación y la estulticia.
Porque alguien tiene que escribirlo: Ayer a La (im)Purísima Grilla -de manufactura diaria, de lunes a viernes- se le atrasó el reloj ¡24 horas! Hizo del recalentado informativo su mejor manjar, al omitir el nombre de la fuente original del pastel entregado por otros diarios un día antes: Reforma y Página 24.
En mi calidad de asiduo lector jornalero quiero saborear el mejor periodismo de Aguascalientes, empezando por su oportunidad y seriedad.
Desde 1985 el madrileño diario El País nombró un Defensor del Lector, para “garantizar los derechos de los lectores, atender sus quejas, dudas o sugerencias sobre los contenidos del periódico y vigilar que el tratamiento de la información sea acorde con las normas éticas y profesionales”, Vale al Paraíso recordar.
La autocrítica nos hará más libres, ¿no cree usted?
Por: Mario Granados