Grave que ninguna autoridad frene estafa a trabajadores

Hace unas cuatro semanas me enteré que a algunas trabajadoras del áreas de los servicios, las habían estafado, indagué sobre ese hecho, y me relataron la forma en que fueron defraudadas, pero lo más grave es que quien intervino y fue factor decisivo para que se cometiera el latrocinio era una ex colaboradora de nuestra organización obrera.

Les voy a contar brevemente un caso para ilustrar como ocurren estas estafas. Un día cualquiera esta persona ex colaboradora nuestra -pero en ese momento en servicio-, detectó a una trabajadora de una empresa de limpieza afiliada a uno de nuestros Sindicatos, que requería un préstamo para mejorar su vivienda. Le tramitó todo lo necesario para que accediera a un crédito de Infonavit, de un programa llamado «Mejoravit».

Pero increíblemente no lo hizo de manera directa en el Infonavit, sino que le presentó a la trabajadora sindicalizada a unos «gestores», quienes la hicieron firmar todo tipo de documentos para gestionar el crédito,entre ellos una «autorización para trámites» con una costosa comisión. Cuando la ex colaboradora nuestra del sindicato, tenía la única función precisamente de gestoría, ante instituciones, autoridades, ante la empresas y recibía quincenalmente una retribución por su trabajo, no necesitaba de terceros para hacer su obligación, que además hay que decir, que los trámites en cualquiera de esas instancias son gratuitos.

Por lo anterior, no hay duda que se coludió con esos estafadores, poniéndoles a su disposición a trabajadoras de mas bajos ingresos y preparación académica casi nula, y eso es criminal, pues bien, le hicieron el trámite estos «gestores» siempre acompañados de nuestra ex colaboradora y la despojaron de mas de 12 mil pesos, que el Infonavit le había depositado en una tarjeta. Nunca desconfió la trabajadora, porque quien siempre estuvo en el proceso de tramitología, fue la representante de nuestra organización sindical.

Cuando supe este atraco, le aconsejé a la estafada demandar y allí comenzó otro víacrucis, en Averiguaciones Previas de la Procuraduría Estatal le recomendaron no hacer denuncia, porque eso le llevaría «de dos a tres años» que mejor lo hiciera a través del área de conciliación de la propia Institución porque era más rápido , ella les dijo firmemente que quería hacer denuncia, pero ellos se negaron a hacerlo y mejor citaron a nuestra ex colaboradora vía «la figura de conciliación».

Nuestra infiel ex colaboradora se limitó a decir cuando acudió a la «conciliación», que su participación consistió sólo en presentarle a los ‘gestores», que si le hicieron una marranada, ya no era de su incumbencia, y los supuestos «gestores» tenían un «contrato de gestoría» que obvió tenía cobro de comisión, por lo que ellos tendrían en su poder el resto del dinero, cerca de SIete Mil Pesos -de Doce Mil Pesos- por lo que la Ministerio Público «le aconsejó» que mejor los tomara, que más valía eso que nada.

Por ello insistimos en la debilidad de nuestras instituciones de procuración de justicia, porque en el tema de las bandas de defraudadores, que operan en torno a los beneficiarios del Infonavit, a quienes despojan impunemente de su dinero, no hay ninguna autoridad que pueda hacer algo para frenar las estafas.

Voy a referirme a las recientes declaraciones del delegado del Instituto, Mario Guevara Palomino, quien en la víspera afirmó que las “comisiones” llega a ser hasta de 25 mil pesos cuando los créditos no superan los 55 mil pesos.

Esto es un vil y descarado robo, el que los estafadores hacen con los trabajadores que menos ganan, es una injusticia y nadie puede hacer algo para frenarlos. Lamento que ni el Infonavit, ni la Procuraduría General de Justicia o la Federal de la República puedan frenar este escandaloso robo del que son objeto los trabajadores, dado que su forma de operar la hace mediante un contrato cuya legalidad está en duda.

Se ostentan como gestores reconocidos por el Infonavit y con esa mentira envuelven a sus víctimas, quienes terminan por otorgarles la firma, con lo que les autorizan a realizar trámites. Una vez que el Instituto otorga el crédito, generalmente lo deposita en una cuenta con una tarjeta, mediante la cual pueden ir retirando los recursos.

Hay una mayoría de casos en los que los estafadores se quedan con la tarjeta, sin que los trabajadores vean su dinero, excepto cuando les es descontado de su nómina, cosa que no se vale y que algo se debe hacer.

Al respecto pido a abogados en lo particular o a las Barras y Colegios de Abogados, hacer un frente común para apoyar a quienes están siendo objeto de este tipo de abusos. No hemos descartado la posibilidad de montar un módulo a la entrada del Infonavit, para brindar orientación gratuita y recibir denuncias de trabajadores afectados, para ir atendiéndolas ante las instancias correspondientes, dándoles seguimiento puntual y evitar que estos abusos se sigan dando.

Solicito a las autoridades del Infonavit que, una vez que tienen identificados a los estafadores, impidan que sean gestores. Que establezcan un filtro eficiente mediante el otorgamiento de una especie de certificación, mediante la que brinden total confianza a los trabajadores de que quienes les llevan sus asuntos ante la institución, cuentan verdaderamente con el reconocimiento del Infonavit.

De lo que estoy seguro, es que no nos vamos a quedar de brazos cruzados, viendo cómo los trabajadores son víctimas de abusos a ojos de todo mundo y que nadie actúe a su favor. Sino más bien con indiferencia, con falta de tacto, con omisión y valemadrismo.

El esquema del que se han aprovechado en últimas fechas este tipo de ladrones, es el programa “Mejoravit” que el Instituto otorga para mejorar la vivienda con pintura, arreglos, cambio de muebles y para realizar ampliaciones y adaptaciones, sin embargo de poco les sirve, cuando los «gestores»se quedan con el 50 por ciento o más de esos créditos, o con la totalidad como es el caso que relato, mientras que al trabajadores le llegan puntuales los cobros de dichos empréstitos.