Finanzas en riesgo
Este mes, durante la reunión en la que el Banco de México subió la tasa de interés en 50 puntos porcentuales, o sea que llegó a 4.25% anual, manifestó su preocupación por que se espera que este año el déficit en la cuenta corriente llegue a 3.1%, el más alto desde 1998, y ya vemos la debilidad de nuestro peso frente al dólar que se ha depreciado de manera continua.
Al principio de este sexenio el déficit en el año de 2012 fue de 1.4 %; en el 2013 fue de 2.4%, y así ha seguido subiendo de manera riesgosa. Esto a pesar de que la Secretaría de Hacienda ha reconocido que los impuestos han subido en su recaudación de una manera importante.
Este déficit puede obligar al Banco Central a volver a subir los intereses en los próximos meses, buscando retener capitales extranjeros de corto plazo y tratar de que los mexicanos no saquen su dinero fuera del país.
El déficit se tiene que cubrir, y esto se hace con préstamos, y ahora ya no tenemos la entrada de las exportaciones de petróleo, pues nos hemos convertido ya en importadores de éste y sus derivados. Aunado a esto, debemos recordar que la deuda pública se encuentra en niveles preocupantes, pues es de ¡$8 billones 841,9000 millones de pesos! Solamente en el trimestre de enero marzo, la deuda subió $208,400 millones de pesos. Ya el Fondo Monetario Internacional ha advertido a México que no debe permitir que el gasto siga siendo tan alto, comparado con los ingresos.
Para completar el panorama negativo, los expertos pronostican que el crecimiento de este año será de 2.3% y el del año que entra será igual, y que la inflación cerrará en un nivel de 3.3 %.
Algo que también está en los riesgos a futuro, es que con los recortes presupuestales el mercado interno se verá afectado, y el riesgo de que una baja en las compras de los Estados Unidos, del sector automotriz, nos complicaría la situación. Y qué decir si el loco de Donald Trump llegara a ganar la presidencia del país del norte.
Si por algo logran los grupos que en el senado están pidiendo un aumento al IEPS, el impuesto a las bebidas azucaradas que son tan demandadas en nuestro país por todos los sectores, esto sería un golpe a la liquidez del gasto familiar.
Así las cosas, en el corto plazo no va a quedar más que recortar el gasto corriente y que la ley anti corrupción sea una realidad, para que las fugas de los presupuestos, tanto municipal, como estatal y federal, sean eliminadas y castigados aquellos que lo hagan, pues el país necesitará del trabajo de todos de una manera solidaria, y sobre todo un manejo de los dineros escrupulosamente honrado, y que sea invertido en las áreas en las que más lo necesita la sociedad en su conjunto.