Estudian en el templo mientras IEA cierra la escuela
Relatan que el año pasado, el Instituto de Educación determinó cerrar las puertas de la escuela por falta de alumnado con la promesa de reubicarlos en instituciones cercanas, lo cual aseguran no ocurrió, es por ello que acordaron aceptar el espacio que ofreció el templo aun y cuando no es lo más apropiado para el alumnado.
Los inconformes, lamentan que la autoridad educativa ya casi para terminar el ciclo escolar, tenga olvidada la promesa de dignificar el lugar de estudio que perecen sus hijos, refieren que la maestra que asiste, tiene que ocuparse de todos los grados y grupos en un espacio de 6 por 6.
En ese pequeño espacio se colocaron 26 pupitres y un pizarrón donde la docente imparte las clases, los tutores, recriminan que sus vástagos tengan que aprender en esas condiciones cuando el Gobierno anuncia y anuncia inversiones, aperturas de planteles y dice estar preocupado por la educación de los aguascalentenses.
Lamentan que por tratarse de niños multigrados no se les brinde la atención y educación que pregonan, y revelan que la escuela que cerraron, ahora sirve como escondite de drogadictos y vagos, «un picadero como se dice vulgarmente», apunta una madre quien pidió guardar en el anonimato su nombre.