¡Es filósofo!

Luis Villoro Toranso, navegapor los caminos de un incognoscible viaje sin retorno, como estudioso de Descartes, supo que el matrimonio cuerpo-mente le llega el tiempo del divorcio. 1922 lo vio nacer en España, inició su temporalidad, que concluyó este2014. Cumplió, lo hizo bien, muy bien; construyó un edificio sólido de reflexiones, meditaciones, estudios, crítica… hizo filosofía, disciplina que aterra algunos poderosos provisionales que tienen la convicción “que los filósofos nada aportan”. Villoro Toranso obtuvo su licenciatura y doctorado en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, de la cual fue Docente en su contrato y Maestro en su desempeño pedagógico. Además, activo firme del Instituto de Investigaciones Filosóficas. Filósofo mexicano galardonado reiteradamente, no compró certificaciones, ni blasones áulicos, sus re-conocimientos dan crédito y autoría: Premio Nacional de Ciencias Sociales, Historia y Filosofía. Premio Universidad Nacional en Investigación en Humanidades. Investigador Emérito del Instituto de Investigaciones Filosóficas…

Uno de sus capítulos está en la inquietud jovial filosófica en el Grupo Hiperión; nada podía detenerlo, dejó la medicina para hacer su magisterio reflexivo. En otro capítulo estáen el estudio del ser del mexicano, al que se abocó con generosidad, prueba de ello es que es parte de la herencia que testa a favor de todos los que tengan voluntad de apoyarseen la cultura filosófica: “Los grandes momentos del indigenismo en México”, estudia la historia de las ideas que llevaron a la revolución de Independencia. Cuando el que esto escribe cursaba en el Instituto Tecnológico de Aguascalientes el Bachillerato, mi padre siempre inquieto y presto al saber, me regaló un libro que me dijo, “Cachito, este libro será de extraordinaria ayuda en tus estudios”, ¡qué fuerte! Se trataba de“Creer, saber, conocer”, estudio en el que partiendo del análisis del lenguaje, Villoro precisó los conceptos, pero además dejó establecido las relaciones lógicas y sistemáticas. Llegar a razones objetivamente suficientes para que un predicado sea verdadero, creencia verdadera. Con sinceridad, el libro lo entendí muchos años después (creo).

Tengo la certeza que las lecturas de libros a los que nos invitaba con vehemencia, enseñándonos a leer siendo estudiantes del ITA, Miguel Romo González, que trabajaba como almacenista, son una herencia verdadera objetivamente. Así la lectura de los libros de Villoro abrió a muchas generaciones un legado que permite inferir la importancia de reflexionar no solo desde una perspectiva, Villoro nos toma de la mano en su narrativa y nos enseña a analizar los problemas en los términos en los que se presentan, una pedagogía de la crítica desde la seriedad, la información empírica, la reflexión coherente, pero sobretodo desde la libertad. Su discusión aporta una defensa de fondo de la emancipación, la justicia,la equidad de la riqueza desde la ruta de la reflexión crítica y con beneficio colectivo. En una nuez: la inteligencia usada en el análisis sistémico, ademásesmerado, en el centro la filosofía como detonante de conceptos queprofieren los discursos y prácticas sociales. Revisar los temas acuciosamente concretos es un valor que dejóen el testamento de su Minerva.

Luis Villoro, Filósofo, ordenó ante el Notario número UNO de los del universo que se abriera su testamento en lectura pública, nos deja sus pensamientos, sus reflexiones, sus argumentos sólidos y estructurados, su imaginación torrencial,sus escritos redactados con “la cortesía del filósofo” sencillez que exigió Ortega y Gasset.Sobre todo, sus escritos quedaron en vida y ahora desde su muerte abiertos a la crítica.

Villoro Toranso, inicia con una descripción esencial y básica, sigue una cartografía con vericuetos que conoce y domina, tematiza y enfatiza aspectos de relevancia; en esas coordenadas encuentra las relaciones y los conceptos que las explican. En esos “polígonos” establece creencias e intenciones, acciones y comportamientos. Dice: “… la moralidad social constituye sólo un primer nivel, pre crítico, de la ética. La ética crítica empieza cuando el sujeto se distancia de las formas de moralidad existentes y se pregunta por la validez de sus reglas y comportamientos. Puede percatarse de que la moralidad social no cumple las virtudes que proclama”. Queda claro, inteligencia y crítica no son franquicias de intelectuales, ni académicos, ni científicos, sino un patrimonio de seres sociales.

Parte de la herencia:Los grandes momentos del indigenismo en México. El proceso ideológico de la revolución de independencia.Páginas filosóficas. La idea y el ente en la filosofía de Descartes. Signos políticos. Estudios sobre Husserl. Creer, saber, conocer. El concepto de ideología y otros ensayos. El pensamiento moderno. Filosofía del renacimiento, En México, entre libros. Pensadores del siglo XX. El poder y el valor. Fundamentos de una ética política. Estado plural, pluralidad de culturas. De la libertad a la comunidad. Los retos de la sociedad por venir…

Ser bien nacido, es ser agradecido.

Por: Ignacio Ruelas