El Tercer Informe de Enrique Peña Nieto

La semana pasada el tema obligado fue sobre el tercer informe del presidente Enrique Peña Nieto, el cual fue entregado por el secretario de gobernación a la cámara de diputados; y un día después, en un evento realizado en palacio nacional, el presidente envió un mensaje a la nación que tuvo una duración de una hora cincuenta minutos. El evento fue en el patio central del palacio nacional; hubo 1500 invitados, contra los 1300 del año pasado. El informe constó de 646 hojas contra 531 del año pasado; y el anexo estadístico fue de 864 hojas, las del segundo informe fueron 780.

El entorno en el que realizó el presidente su informe no es el más deseable, pues se da cuando su porcentaje de aceptación se encuentra en el nivel más bajo. Y lo hace después de una serie de reacomodos o enroques en su gabinete, que no cambios como se ha dicho. Con el anuncio del Banco de México de que por octava ocasión se recorta su pronóstico de crecimiento del país y lo sitúa en 2.34%. Con un crecimiento, en varios estados, de la delincuencia, así como la sombra de la fuga del Chapo, el caso de Ayotzinapa, Tlatlaya y Tanhuato. Y el señalamiento del conflicto de intereses en el que se ha involucrado al ejecutivo y a algunos secretarios en la adquisición de bienes raíces. Por cierto en el evento del mensaje del presidente, se ubicó como invitado especial en una de las primeras filas a Juan Armando Hinojosa Cantú, dueño del Grupo Higa, que construyó la Casa Blanca de Enrique Peña.

En la primera parte de su mensaje el presidente reconoce todos estos problemas, agregando el del entorno internacional muy inestable; lo hizo de manera rápida y el resto del mensaje dio cuenta de los logros de su gobierno. Sin embargo ofrece una serie de acciones para resolver los problemas que padece nuestro país en un decálogo. Debemos recordar que el anterior decálogo que se ofreció para resolver los problemas no se ha cumplido. Ojalá y este si lo cumplan.

El crecimiento de nuestra economía es uno de los grandes problemas así como los efectos de la reforma fiscal que ha inhibido la inversión y por ende la creación de empleos, y aunque se ha ofrecido que no habrá nuevos impuestos y que no se recurrirá al endeudamiento, hace falta que se revise la reforma fiscal y se detecten los puntos que han afectado la economía nacional, y que se nos diga cómo se va a financiar el año que entra el déficit que habrá en las finanzas nacionales, pues sólo con deuda lo podrán hacer.

No se nos dijo que manejo se dará a las deudas federal, estatal y municipales en el país, pues ya están en un límite en que las entidades tienen comprometidos casi en su totalidad sus ingresos, y se afectará la prestación de servicios la obra pública, y sobre todo en una población en permanente crecimiento. Tampoco se nos dijo que se hará con el problema de PEMEX, pues se dijo que es una empresa ejemplar y que tendrá mejor desempeño con la reforma energética. A ello hay que agregar el problema del sindicato, junto con su pasivo laboral, la caída en la producción y la falta de la exploración para reponer las reservas. En fin después del fracaso de la ronda cero crece la incertidumbre de si la estrategia implementada es la correcta.

Tampoco se nos dice en que rubros será el recorte del presupuesto del año que entra, pues se supone que partirá de la base cero, pero no sabemos si se reducirá la burocracia y sus prestaciones, y que se hará con estados y municipios que no ejercieron los fondos del SUBSEMUN para fortalecer y depurar los cuerpos de seguridad. Todo esto en perjuicio de la población.

Nos dice Peña Nieto que no hay otra ruta que la actual, y que no nos prestemos al populismo y a la demagogia. Creo que han detectado el presidente y sus colaboradores algunas muestras de estas situaciones, pero sólo con resultados se pueden evitar esos fenómenos, en los que están inmersos ya varios países de América Latina. Peña tampoco nos habló de alguna estrategia contra el demagogo de Donald Trump en el área de relaciones exteriores.

A grosso modo así fue el mensaje sobre el tercer informe de gobierno, con ofrecimientos de una renovación de esfuerzos, los cuales esperamos que se den por el bien de nuestro país. ¿Será?

La Opinión de Felipe González González