El PRI se electrifica con Enrique Ochoa Reza/Vale al Paraíso
A los tradicionales los hizo a un lado. A la gerontocracia le pintó un violín. A los aldeanos los dejó sentados en la banca. A los de baja densidad académica los guardó en las aulas de la educación para los adultos. A los albañiles de la grilla los despreció. A la «nomenklatura» verde, blanca y roja les arrebató el control, no sé si les quitará el Poder.
Volver a canas no dio resultado. La experiencia falló. El oficio nunca apareció. Los números de las recientes doce elecciones estatales fueron un verdadero desastre para el PRI. El PAN le quitó gubernaturas que estaban escrituradas a perpetuidad, como Durango, Tamaulipas, Quintana Roo y Veracruz. De los 32 congresos locales, sólo en siete mantiene mayoría. Y su presencia territorial baja en cada contienda electoral. Aguascalientes es el un buen ejemplo.
Enrique Peña Nieto, el jefe nato del priismo, se inclinó por un perfil diametralmente opuesto al acostumbrado en el parque jurásico, donde los «prinosaurios» están habituados a mandar.
El aterrizaje de Enrique Ochoa Reza (EOR) a la presidencia nacional del PRI se dio en medio de la turbulencia, el bamboleo, la ácida reacción de algunos caciques regionales venidos a menos, que ahora demandan democracia interna y oídos para la militancia, como el impresentable Ulises «Ruín», perdón, Ulises Ruiz, que en su época de gobernador de Oaxaca, desestimó a las bases, impuso candidatos, nombró dirigentes municipales y estatales del tricolor, y subvencionó con cientos de millones de pesos a la CNTE.
El exdirector de la Comisión Federal de Electricidad cuenta con una licenciatura en economía por el ITAM y otra en derecho por la UNAM; tiene en su haber dos maestrías, una en ciencia política y otra en filosofía política, y un doctorado en ciencia política por la Universidad de Columbia, Nueva York.
Efectivamente, carece del ADN priista, sin que esto le signifique ser un intruso en los terrenos revolucionarios, como mal suponen las desmemorias institucionales: cuando el tricolor de Manlio Fabio Beltrones celebró el 70 aniversario luctuoso del general Plutarco Elías Calles, fundador del PNR, le correspondió a EOR decir el mensaje principal.
Como si la andanada de algunas ovejas priistas descarriadas fuera insuficiente, el gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez Servién, militante distinguido del PAN, también le entró a la descalificación de EOR, al circular un video que se hizo viral, para demostrar la ausencia de ácido desoxirribonucleico priista del presidente que será electo por el Consejo Político Nacional, el próximo martes (Excélsior, “Arsenal”, Francisco Garfias, 09/07/2016).
En las imágenes del video, captadas el lejano 21 de octubre de 2010, en la sesión de la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados, aparece el diputado Juan Enrique Ibarra Pedroza preguntando a EOR:
En el currículum de usted registré que usted era o es miembro del Consejo Político Nacional del PRI, yo quisiera que me precisara si forma parte del Consejo Político Nacional, si sigue siendo militante de ese partido. No es ningún delito, ni mucho menos, ni remotamente lo digo en ese sentido, pero para tener un complemento en el factor, que también es parte importante, que es el de la imparcialidad;, preguntó el diputado.
A lo que el aspirante a un lugar en el consejo general del entonces IFE respondió:
Muchas gracias. No formo parte del Consejo Político Nacional del PRI, ni soy militante. Sí como lo dije en el currículum y está en la página de la Comisión de Gobernación, así lo manifesté. Fui durante meses, en el 2006, hace más de 4 años miembro del Consejo Político Nacional y mi salida del Consejo Político Nacional fue también pública, a través de la presentación que hice yo de un juicio para la protección de los derechos civiles del ciudadano en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación con lo cual yo dejé de pertenecer a dicho consejo y afortunadamente gané ese juicio en el Tribunal.
Antes de la exhibición de esta minipelícula macabra, de 9 minutos con 41 segundos de duración, EOR hizo circular una fotografía de su credencial del PRI, que lo acredita como militante desde 1991. La maniobra del gobernador Domínguez Servién demuestra que la oposición está a las vivas. Alerta y actuante. Dinámica. Trabajando las 24 horas de todos los días del año. Ya olió sangre. Va por el 17 y después por el 18, año de elección presidencial.
La suerte del PRI está echada con Enrique Ochoa Reza. Los tricolores deben unirse en la diversidad. Separar los cables de alta tensión. Sumar destreza con talento y competitividad. Hacer de la política una digna profesión.
Porque alguien tiene que escribirlo: La oficina de prensa de Martín Orozco Sandoval todavía anda en campaña. Se le olvida que el candidato ya recibió su constancia de mayoría, aunque falta la resolución final de la Sala Superior del Trife.
Mandar la fotografía de una reunión de MOS y el magisterio local, teniendo como fondo escenográfico una mampara donde se lee la propaganda “Martín Gobernador” con el logotipo del PAN, en nada abona a la reconciliación estatal, necesaria e indispensable, si se considera que el 77 por ciento de los ciudadanos inscritos en la Lista Nominal de Electores no votó por el senador con licencia.
La comunicación política —que nada tiene que ver con boletines y fotografías enviadas a los medios informativos—, está obligada a construir un terso y armonioso puente entre el próximo gobernante panista y el resto de los partidos, también poseedores de futuras diputaciones locales y alcaldía. El estado de Aguascalientes se los agradecerá.
Rayando el muro del vecindario: Roberto Tavarez Medina, sultán de la (in)movilización lorenista durante la reciente campaña para gobernador, se manifiesta en contra de la designación de Enrique Ochoa Reza, próximo líder nacional de su partido: “Nuevamente, no estoy de acuerdo. Viva Colosio”. Tan escueto es el comentario que omite razones.
Ejerce su doble derecho: estar en desacuerdo y hacerlo público, al fin, la libertad de expresarse, de opinar, es una garantía constitucional.
Pero, ¿dónde estaba el también expresidente del PRI Aguascalientes, cuando el jefe nato del tricolor local, Carlos Lozano de la Torre, impuso a Lourdes Dávila Castañeda como candidata a diputada local (2013) y como secretaria general del Comité Directivo Estatal del PRI Aguascalientes (2014), aunque no acreditara carrera de partido ni cumpliera el requisito estatutario de 10 años de militancia para cargos de dirigencia y elección popular?
No está por demás recordar que Dávila Castañeda, tránsfuga del PAN, fue jefa de prensa del candidato azul a la alcandía de la capital, Arturo González Estrada, en 2007.
En lugar de un ambiguo comentario de siete palabras, Tavarez Medina debió mandarle una cartita a la dirigente nacional Carolina Monroy, para expresarle su sentir, pero bueno, comprometerse no es una virtud del hijo político de Lorena Martínez, quien fue promovida por sus cercanos de la aldea para ese cargo partidista.
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