El poder de la ignorancia / Ruelas
Aguascalientes, Agosto 09 (2022).- “… el ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona”, dice Aristóteles. La ignorancia contiene un mundo de realidades indeseables, cierto, pero realidades al fin. La ciencia nos da consejos que no seguimos, medicinas de auto prescripción, un porcentaje funciona, la ignorancia salva, pero otro porcentaje no. La irracionalidad y la ignorancia, seguido nos hace fuertes, aunque nos secuestre el pensamiento. La ignorancia es una suerte de epidemia, se propaga fuerte, tiene síntomas de falta de voluntad, si voluntad es querer, ignorancia es no querer hospedar al saber.
La ignorancia como lo dice Karl Popper, “… la verdadera ignorancia no es la ausencia de conocimientos, sino el hecho de rehusarse a adquirirlos” …, la ignorancia no apoya ni a la persona ni a la sociedad, los atrasa, los subsume. La política mal entendida, como se estila, es clave para que el político actúe a sus anchas, sin argumento, sin lógica, sin cultura, sin gramática, sin normas jurídicas, la lucha importante es llegar y mantenerse en gobierno, desconocer la realidad, todos los días crear realidades inventadas y a modo, el argumento de la “pobreza” es ejemplo, sirve como metáfora conmovedora, atraen simpatía ilusoria, hablan de los pobres, como lo señala dice, Serrat: “se nos llenó de pobres el recibidor y no paran de llegar, …”. La pobreza demanda Estado Democrático de Derecho no parábolas.
Una verdad que daña la ética en el léxico político son palabras mal empleadas, superficiales, zafias, irónicas, falsas, graciosas… la degradación del ejercicio político está en una tormenta que no tiene protocolos de protección civil. Para hacer política se requieren estudios, talentos, capacidades, conocimiento, es el área clara y fértil del espacio público físico y virtual. Cuando los políticos disputan el poder público manifiestan el desaseado discurso de “sumar y no restar”, abundan los que traen “el maná”, soluciones mágicas y retoricas de los problemas, presumen, incluso, sus “tablas de Moisés”, con sus normas a modo. “Bienestar” es no ser atenido, incluye alta sensibilidad y claror emancipado de deformaciones, reproduce ausencia de mal, antipatías, obscurantismos, sospechas…
La democracia facilita acción ciudadana, incluso, creación de nuevos partidos, que contra todo lo que se diga, los partidos son esenciales en la democracia. La democracia demanda acción política y social contra la ignorancia, partidos con idea y convicción social, en México son entidades de interés público con obligación constitucional de promover la participación del pueblo en la vida compartida, les precisa una arremetida contra la ignorancia y sus consecuencias. La ignorancia precipita anémicos proyectos políticos, una lucha desquiciada por la hacienda pública… El conocimiento crea entidades disruptivas, creativas, utópicas, imaginativas…, que capacitan, que atemperan, que cultivan, que demandan la crítica, que hacen el trabajo colectivo de la cultura…, el saber político descarta la diatriba, el insulto, el basureo…
Uno de los problemas más severos, es la ausencia de una pedagogía cibernética, la sociedad red ha invadido el mundo, genera a la velocidad de la luz grupos inconmensurables de afinidades e intereses particulares…, un mundo que requiere del Derecho. En el discurso de posverdad florecen aforismos picarescos: “solo (nuestros) chicharrones truenan…”. En el imaginario colectivo se procesan linchamientos que se manifiestan en redes sociales, “la santa Inquisición en audios y vídeos” que rebotan en todos sentidos, viralizaciones instantáneas. La era virtual, es conocimiento, la “mente factura” es la clave de las nuevas economías, es nueva pedagogía del consenso, es una batalla contra la ignorancia no solo en las aulas, sino en todos los espacios públicos, en toda conversación, en la validez de los interlocutores.
La lucha diaria contra la ignorancia blinda e inocula al pueblo contra el despotismo, el engaño, las falsedades, los datos a modo; nuestro conocimiento florece del pensamiento que logra consensos con el mundo cósico, con “los Otros”, la objetividad y la subjetividad, que interpretan la realidad para adaptarse a ella mediante la transformación que exige los proyectos, NO HAY TRANSFORMACIÓN SIN PROYECTO. Creer, conocer, estar seguro, conforman al saber, lo capta por vía sensible y en mérito de las inferencias, barruntos, juicios… que acompañan la cultura y el saber popular que nos dice cómo vemos “el mundo de la vida”, la producción del pensamiento.
La lucha contra la ignorancia no es un tema menor, a mi juicio, no es solo una responsabilidad personal, no es ignorante porque se quiere, es una empresa colectiva que demanda de actuación de todas y todos, de instituciones y sociedad civil… “un botón basta de muestra”, una persona que sabe que no sabe, que tiene documentada su ignorancia, es una persona sabia. La ignorancia es un aire que nos sigue, somos ignorantes, existen en el mundo cosas y conceptos que no conocemos. Sócrates dijo: “la verdadera sabiduría es reconocer la ignorancia”, si uno conoce su límite de ignorancia es cuando alcanza el verdadero conocimiento.