El impresentable general Hidalgo/Vale al Paraíso

“Yo sigo siendo aquel” es una composición de José Luis Perales. Raphael la interpretó magistralmente. Y fue todo un éxito. Bien pudo el personaje de hoy, en el imaginario, haber sido el autor del título de la famosa canción.

Después de haber salido defenestrado. Maldijo al gobierno de Carlos Lozano de la Torre. Denunció el virus del nepotismo y la bacteria de la inmoralidad: “Esa es la gente que dirige a Aguascalientes, la gente que tiene toda su descendencia trabajando en el Gobierno: sus hijas, esposa, amantes”. Y se refugió en las frías cavernas del desempleo a rumiar su coraje. Nunca imaginó que alguien se atreviera a humillarlo en tan rabiosa forma.

Pero como nada es eterno en la vida terrenal, el militar regresó al escenario público al asumir la titularidad de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Querétaro, para situarse nuevamente en el ojo del huracán, en la pupila de la ciudadanía, en la sublevación de sus empleados y en el desprecio de sus subordinadas, que hicieron añicos su mando policial.

La última semana del mes reciente, Rolando Eugenio Hidalgo Eddy fue exhibido en el muro de Facebook de Gabriela Herrera con una fotografía donde se aprecia al general en retiro guardando las bolsas del mandado en el estacionamiento del centro comercial. Utilizar un automóvil público para un asunto privado no es el mejor ejemplo que puede ofrecer a la comunidad el guardián del orden, aunque por el desbordado precio de la fruta y la verdura, bien pudo considerarlos artículos de lujo que requería ser trasladados en la patrulla para su mejor resguardo.

Apenas terminaba la escandalera por ese lance de corrupción cuando la tropa compuesta por más de cien policías dio un paso al frente para denunciar acoso sexual, trasgresión a las garantías individuales, violación a los derechos humanos, discriminación, jornadas de 19 horas sin la retribución salarial correspondiente y humillaciones públicas, principalmente; también solicitaron las renuncias de Hidalgo Eddy y de su segundo de abordo, Alfonso Palomeque Fuentes.

El martes 5 de este sanmarqueño mes los uniformados del área operativa llevaron a cabo un paro de labores y presentaron una carta con nueve puntos a la sociedad queretana para enterarle, entre otros temas, de la notoria indiferencia de sus jefes a los planteamientos presentados; de los pobres resultados del Plan de Actuación y Operación Policial; de la obligación de ocultar “cifras estadísticas respecto a la dinámica criminal en los informes policíacos que se rinden cada 24 horas para las autoridades”.

Dos días después, al putrefacto pastel se le colocó la cereza, al ventilarse en las páginas de El Universal, Reforma y Página 24 de Aguascalientes que al menos 50 mujeres policías del municipio de Querétaro presentaron una queja ante la Defensoría de los Derechos Humanos del municipio de Querétaro contra Hidalgo Eddy, a quien acusaron de violaciones a sus derechos al pretender crear una unidad especializada de proximidad en la que sólo estarían las agentes con buenos atributos físicos.

Las mujeres, temerosas por las represalias, acudieron a la organización Coincidir Mujeres, que busca la igualdad de derechos y el respeto hacia las mujeres, para acusar al militar y su mando inferior inmediato de conformar esa unidad.

“El 19 de noviembre se les pidió un pase de revista para escoger a las mujeres por sus atribuciones físicas para conformar esa unidad. Ahí les gritaban: ‘tú estás panzona, pásate para atrás’. A las mujeres policías les quitaron sus armas, sus chalecos antibalas y demás”, explicó Maricruz Ocampo, vicepresidente de la organización civil.

“Las obligaron a dar el servicio en tacones de 12 centímetros, con mallones o minifaldas. Tienen que ir maquilladas, planchadas y peinadas, y así las llevan a los eventos”, como una corrida de toros en Juriquilla, aseguró.

“Pidieron que salieran de la formación las mujeres que se encontraban embarazadas; solicitaron a dos compañeras de mayor edad que se retiraran. Lo que contaba era la apariencia personal, los mandos no veían mis grados, mi uniforme, sino mis atributos físicos, mi cuerpo. Como ganado, pasamos por varios escrutinios.”

“Las compañeras se llenaron de rabia, impotencia, frustración, y prevaleció el trato vejatorio, la discriminación, la violencia, los estereotipos, las actitudes machistas, la falta de respeto, la clara violación a nuestros derechos humanos”, agrega.

En la queja se afirma que el grupo femenil especializado de proximidad sí se formó.

El problema se ubicó en escenario internacional cuando los afamados The Guardian, CBS News y El País desplegaron ampliamente la información del caso. En el suplemento Verne del madrileño diario, una policía destaca: “Nunca me sentí tan humillada, tan denigrada. Nunca revisó mi uniforme, ni mi placa, ni mis grados, sólo vio mis atributos físicos”.

“Ese es el hecho que todas vivimos, pero a otras compañeras el general las ha llamado gordas, panzonas, feas. El ambiente en la Guardia se ha deteriorado mucho desde que cambió la administración. Creo que ha afectado nuestro estado de ánimo y nuestro rendimiento”, agrega la servidora pública.

El gobierno municipal niega los alegatos. Obvio.

“Yo sigo siendo aquel”. En febrero de 2009, el general en retiro y sus secuaces encapuchados allanaron la sede del Congreso del Estado de Aguascalientes, violentando la inviolabilidad del Poder Legislativo. El mismo año, en abril, golpeó en la cara a un agente de las fuerzas federales de apoyo. Todavía se le recuerda con el fuete en la mano para golpear al prójimo.

Una horrible patinada de conejo acelerado dio el asesor en jefe del discurso de la candidata a gobernadora del PRI, defensora a ultranza de los derechos y respetos

Los graves problemas que está generando Hidalgo Eddy en Querétaro obligan a guardarlo en Camarín del templo de San Diego hasta después de las elecciones, porque en estos momentos es impresentable como propuesta de campaña en materia de seguridad pública.

Porque alguien tiene que escribirlo: La adversidad reflejada en la mayoría de las encuestas sitúa a Lorena Martínez en la dolorosa pero irremediable decisión coyuntural: sustituir a las y los responsables de las áreas neurálgicas de su campaña, o consentir la derrota por la ineptitud de sus cercanos, donde pocos se salvan de la calificación reprobatoria.

Los cambios de jugadores y los ajustes en el terreno son parte fundamental en los partidos de futbol. Felipe Calderón los hizo al inicio de su precampaña, en el momento oportuno, y ganó la candidatura panista y después la Presidencia de la República.

La paliza que Tere Jiménez le pondrá a Jesús Ríos Alba en las urnas obliga al PRI a rifar al pediatra desde ahora; le saldrá menos caro en la numeralia del 5 de junio.

Coda: A mi cuate Gabriel Arellano Espinosa le mando apapachos con un brazo para estar en iguales condiciones.

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