El «Hoyo de las Agujas»

Hace un par de semanas daba cuenta de la incongruencia de los legisladores del Partido Verde en Aguascalientes al promover una iniciativa en contra de la Fiesta Brava y de las peleas de gallos, al conocer y tener en mí poder dicho proyecto de decreto, al que llamaré “documento verde”, me llena de pena la manera tan irrisoria de redactar un documento que pretenden sea “Ley”, con espacios que no deben ir, con párrafos repetidos, con definiciones extraídas de su propia wikipedia y otras simpaticadas.

A continuación trascribiré algunos fragmentos del mismo y daré mi opinión de cada uno de los párrafos citados, en la exposición de motivos inicia diciendo que “No hace mucho tiempo, se tenía la errónea creencia que el hombre es el dueño y señor de los bienes, las bestias y todo aquello que la naturaleza nos provee, de manera indiscriminada y muchas veces irresponsable. Esta idea se encuentra superada, en virtud de los estudios sobre la tierra y sus recursos naturales, y que ha culminado en la solemne obligación de proteger, mejorar el medio ambiente y preservar los recursos de la Tierra”.

Tras leer este texto me doy cuenta que en ellos existe una desinformación total, para eso les recomendaré leer dos artículos, el primero titulado “El Toro, el bravo guardián de la dehesa” de Laura Tenorio, quien obtuvo el X Premio Paco Apaolaza Fundación Cruzcampo de Periodismo Taurino. De igual manera “La Fiesta: ecología, pasión y muerte” del francés Francisc Wolff, quien es catedrático de la Universidad de Paris. En ambos se hace una relatoría de esa solemne obligación de proteger los recursos de la tierra.

En otro párrafo del “documento verde” dice “En la antigua Roma, los gladiadores y animales salvajes se despedazaban mutuamente durante horas, para regocijo de la plebe que se complacía viendo derramar sangre…”, con todo respeto me gana la risa sólo de imaginar esta grotesca afirmación “se despedazaban mutuamente durante horas”, ¿qué alguien pueda explicarme cómo se daría ese espectáculo, quién podría durar “horas” descuartizándose con una bestia? creo que no ahondaré más.

Luego les sale lo cristiano y hacen una reflexión sobre San Agustín y San Jan Crisóstomo, quienes, de acuerdo al “documento verde”, censuraban los espectáculos públicos con fieras, en el caso del primero, si acaso e refieren al Agustín santo de “Las Confesiones” y “La ciudad de Dios”, entonces también se referirán al que decía que “Las mujeres no deben ser iluminadas ni educadas en forma alguna. De hecho, deberían ser segregadas, ya que son causa de insidiosas e involuntarias erecciones en los santos varones”.

En el caso del segundo, seguro concuerdan con la intolerancia de quien escribió en su primera homilía contra los judíos lo siguiente: “Por eso comienzo por deciros: que cada uno se apreste a captar a su hermano, y, si fuese preciso, usar la fuerza, emplear vías de coerción, acudir a los discursos hirientes, entrar en disputas; sí, no ahorréis nada para arrancarle de las filas del demonio y separarle de toda relación de esos descendientes de los asesinos de Cristo…”.

Continúa el “documento verde” en su clase de santidad cristiana señalando que el Papa Pío V prohibió los espectáculos taurinos en 1567 la bula “Salute Gregis”, cuyo nombre real de ese documento es “De Salute Gregis Dominici”, en donde también se habla de que excomulgaría a quien practicara la actividad de “correr toros y fueras”, en el apartado tres de ese documento dice: “Y si alguno de ellos muriere allí, no se le dé sepultura eclesiástica”. Mientras que en séptimo punto señala: “A todos nuestros hermanos patriarcas, primados, arzobispos y obispos y a otros ordinarios locales en virtud de santa obediencia, apelando al juicio divino y a la amenaza de la maldición eterna, que hagan publicar suficientemente nuestro escrito en las ciudades y diócesis propias y cuiden de que se cumplan, incluso bajo penas y censuras eclesiásticas…”.

En otro de los párrafos del “documento verde” se lee lo siguiente: “La tauromaquia es una actividad de alto riesgo para la cual se requiere destreza y habilidad para esquivar las embestidas de un novillo o de un toro de lidia, animal que se caracteriza por su fiereza; que ya se empieza a enseñar a los menores este oficio, sin importar que cuentan con un régimen especial de protección para su vida e integridad”. Amén de que repiten este párrafo dos veces en el escrito, sin justificación, mi pregunta ¿a quiénes se refiere, a los novillos, a los toros o a los menores? Obviamente la redacción insulsa confunde la lectura, con mayor razón el análisis legislativo. Pero tratando de entenderles, si se refieren al tema de los niños, otra asimilación incorrecta más de sus ignorantes cabecitas, pues cuando los niños acuden a las escuelas taurinas no se enfrentan a novillos ni toros, llevan un proceso y de acuerdo a su avance técnico van viendo la cara a astados con mayor peso y/o edad.

En otro apartado los promoventes afirman que las corridas de toros “además transmiten valores negativos a la sociedad, tales como el uso injustificado de la violencia, el disfrute del dolor en todas sus manifestaciones y el maltrato animal”. Otra torpe aseveración al no conocer de fondo el tema, pero tal vez les ilustre un poco saber que de la tauromaquia, entre sus partidarios y practicantes, han surgido una cantidad innumerable de virtuosos en todas las artes, sólo por ejemplificar, en la literatura existen una gran cantidad de escritores con esta afición, entre ellos varios Premio Nobel (tema que ahondaré en la próxima columna).

En la parte final de la exposición de motivos del “documento verde” hablan de una declaración de la UNESCO del año 1980 en donde se dice que la tauromaquia “Traumatiza a los niños… Agrava el estado de los neurópatas… Desnaturaliza la relación entre el hombre y el animal. En ello, constituye un desafío mayor a la moral, la educación, la ciencia y la cultura”. En relación a este apartado sólo les comentaré que el Observatorio Nacional de las Culturas Taurinas de Francia en 2011, con el matador de toros y fotógrafo André Viard al frente, llevó al país galo a convertirse así en el primero del mundo en reconocer esta práctica como patrimonio cultural siguiendo los criterios definidos por la UNESCO, «el primer país taurino del mundo que efectúa una gestión que, es importante subrayar, obedece exclusivamente a criterios científicos», señala Viard.

De igual manera vale la pena comentarles que en nuestro país, desde ese mismo año también ha declarado a la Fiesta Brava como Patrimonio Cultural Inmaterial en diferentes estados y municipios, siendo Aguascalientes la punta del iceberg, sumándose Hidalgo, Guanajuato, Zacatecas, Querétaro y Tlaxcala, así como varios municipios de Jalisco.

Para cerrar plaza y sin afán de ponerle más sal a la herida que les ha generado a los “verdes” la publicación de la primera parte de este trabajo periodístico, quiero comentarles que, a diferencia de ellos, yo no estoy en precampaña, ni busco por ahora una candidatura para ocupar un cargo de elección popular, por eso y con argumentos sustentados en la razón que asiste a quien ha estudiado un poco la materia que ellos ignoran, podría convidarlos a charlar y hacerles distinguir con documentos y testimonios la posición que les han marcado y la realidad de la Tauromaquia.

Si alguien desea el “documento verde”, puedo compartírselos con gusto. Sus comentarios son bienvenidos en editaurial@hotmail.com

Por: Joaquín Chávez