El hostigamiento de los jefes / LizyLoyola
El mobbing o acoso laboral no es un tema nuevo. Sin embargo, cuando se habla de de este tema, la mayoría de las veces se piensa en cuestiones
relacionadas con propuestas indecorosas o lascivas en cualquiera de sus expresiones, pero no siempre es así. Hay conductas igual de graves que las
antes mencionadas y con las mismas consecuencias que un acoso sexual y son las que abordaremos a continuación.
La Real Academia Española define el mobbing como “el hostigamiento al que, de forma sistemática se ve sometida una persona en el ámbito laboral, y
que suele provocarle serios trastornos psicológicos. Debemos recordar que abarca tanto el trato entre compañeros y con los superiores.
Ya anteriormente había hablado de la empatía en el trabajo y de algunas conductas o acciones que como compañeros de trabajo sería conveniente fomentar para tener un mejor ambiente laboral, hacer más llevadera la jornada laboral y erradicar el mobbing horizontal.
Hablemos ahora del mobbing vertical descendente que es aquel que se presenta entre patrones o toda aquel que tiene a su cargo personal dentro de sus centros de trabajo, justificándolo en que ciertos trabajadores no son lo suficientemente eficientes y que hay que ser duros con ellos para que den los resultados requeridos.
Algunas de las conductas negativas más comunes que tienen los jefes hacia sus empleados son: demostrar siempre que ellos tienen una posición de superioridad frente a los empleados, aislarlo de sus demás compañeros o exhibirlos frente a ellos, no reconocer su trabajo haciéndoles sentir que para eso les pagan, negarles permisos que son su derecho, discriminación por género, edad, experiencia o actividad que ejecutan en la empresa, ponerlos a prueba o vigilar cualquier actividad que realice el trabajador buscando errores, revisar sus redes sociales e incluso hasta insultos o falsas acusaciones.
A diferencia del acoso sexual en el trabajo, que es más sencillo de denunciar, lo más triste del hostigamiento laboral es que esta situación es devastadora
psicológica y laboralmente hablando y no se le da la importancia que requiere a este tipo de conductas, porque son subjetivas y “difíciles de probar” y lo
peor es que es muy complicado denunciarlas, emprender acciones legales o acudir ante las instancias correspondientes, ya que es un procedimiento lento
y lamentablemente necesitamos el trabajo y preferimos aguantar, lo que crea frustración al no poder resolver lo que nos está pasando.
Es por eso, que todos los que tenemos personal a nuestro cargo debemos ser conscientes de la dignidad de éstos como persona y tratar de erradicar todas esas conductas negativas con acciones positivas como lo son: ser educados en todo momento, principalmente al girar instrucciones, reconocer y agradecer el trabajo de nuestros empleados, evitar comentarios hirientes o discriminatorios, escucharlos cuando tienen alguna opinión o problema conceder permisos y vacaciones y hacerles sentir que tienen nuestra confianza, reprendiéndolos de una forma cortés cuando cometan errores y sobre todo tratarlos como nos gustaría que nos trataran a nosotros, pero se nos olvida todo esto y se nos olvida también que al igual que uno tienen problemas en su casa que se acentúan con las situaciones laborales que pueden provocar padecimientos de diferentes tipos.
No hay que olvidar que si como jefes somos empáticos con nuestros empleados obtendremos mayores beneficios tanto a nivel productivo como a
nivel personal, ya que tendremos trabajadores contentos, agradecidos y sanos física y mentalmente y lograremos desarrollar un mejor ambiente de trabajo.
No está de más implementar recursos que ayuden a identificar esas prácticas de mobbing aún y cuando éstas no se denuncien por temor a perder el empleo y estar conscientes que como jefes podemos contribuir enormemente a erradicarlo por completo, predicando con el ejemplo.
La opinión de: Elizabeth Loyola Gómez, Asesora Jurídica del Centenario Hospital Miguel Hidalgo, Catedrática de la Universidad Cuauhtémoc, Integrante de la Barra Mexicana de Abogados Capítulo Aguascalientes y Doctorante en Derecho por la Universidad de Durango, Campus Aguascalientes.