El ciclo de poder del PRI
“Es momento de cerrarle el paso al influyentismo, la corrupción y la impunidad”: Colosio
El momento llegó. Muchos pensaron que ese momento fue en el 2000, pero se equivocaron, los ciclos del poder demandan poca lógica y mucha astucia, pero en esta vida no hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla. Me atrevo a expresar que estamos en esas fechas en donde en los próximos años veremos la caída de un partido político que supo ejecutar el poder con una singular verticalidad y con una destreza absoluta sobre sus rivales, los visibles, los poco visibles y también los invisibles, los que existían y los que aún sobreviven.
“El poder no sea crea ni se destruye, solo se transforma” Sin duda alguna, no se puede entender la historia de México sin las aportaciones del PRI al contexto social, político y económico, sin embargo eso no es la justificación implícita de los errores tan profundos y graves en los mismos segmentos mencionados. En toda organización humana habitan ángeles y demonios, dogmáticos y pragmáticos, improvisados y tecnócratas, idealistas y acarreados. El pecado es ausente en la estimación de la gloria, la penitencia en el descenso de la corona.
Para entender y poder ejercer un comentario objetivo sobre este partido político, tendrían que pasar 200 años para que no se distorcionara una acción con otra, en política es muy común confundir las acciones con las percepciones y estas con las conveniencias.
El PRI es un producto de nuestra historia, es un partido político que no fue traído de otros países y sustentado en doctrinas desarrolladas en el extranjero. Fueron mexicanos sus creadores y mexicana su ideología, como sociedad es muy común que la gente se haga ajena a las realidades y a los acontecimientos, puesto que siempre es más cómodo y más fácil el no involucrarse.
“Democracia y justicia social”
El historiador Enrique Krauze, calificó al PRI como una presidencia imperial, del mismo modo distintos historiadores
habían considerado al sistema político mexicano como una monarquía absoluta, el premio Nobel de literatura, Mario Vargas Llosa lo calificó como “la dictadura perfecta”.
Considero que el funcionamiento del PRI fue más bien como un regulador encargado de las distintas fuerzas sociales a lo largo de 70 años, sin embargo, no logro concebirlo con una vida partidista democrática e incluyente, desde las teorías del círculo negro hasta el grupo de los economistas, los segmentos en el PRI estaban o están perfectamente cimentados, en la correspondiente altura que implica la posibilidad jerárquica.
“La vida es una caída horizontal”: Jean Cocteau
Puedo aplaudir la carrera política de los siguientes priistas: Herminio Ahumada, Reyes Heroles, Ernesto Zedillo, Coldwell, Lopez Mateos, Sergio García Ramírez, Ruiz Cortines, Colosio, Fernando Solana Morales.
Pero del mismo modo hay priistas que han sido una total y absoluta vergüenza para la historia de su partido y de México: Javier Duarte, Diaz Ordaz, Arturo Durazo, los hermanos Moreira, Andrés Granier, Romero Deschamps, Elba Esther Gordillo.
Claro está que en los dos párrafos anteriores, faltan nombres en ambos segmentos.
En el ámbito local se puede apreciar un termómetro de lo que es este partido a nivel nacional, por un lado Lorena Martínez hace mención de que el proceso de renovación para el comité directivo estatal es un proceso equilibrado en dimensiones políticas y por otro lado el ex gobernador Otto Granados hace mención de que esta existiendo una desproporción de parte de un grupo interno y del mismo modo un punto de rompimiento que poco abona a la
reconstrucción de la posibilidad del PRI en Aguascalientes.
En las distintas encuestas el PRI se encuentra como la tercera opción en la intención de voto. Es una realidad que el ciclo del poder llega a todos ya todas, que se hace presente cuando menos se espera, muchos de sus militantes ya se han ido, ciertamente no es un éxodo pero si es un precedente de que las cosas no están bien, los nuevos candados que han puesto para la selección de candidatos y las reglas para ocupar los distintos puestos, es en definitiva una muy buena consideración política interna, pero también es a destiempo.
El panorama para el 2018 es seriamente complicado, ya que es un partido que carece de credibilidad, que tiene personas como Javier Duarte que dañan su imagen en sobre manera, que sus diferencias internas son aún mayores a las coincidencias que pudieran emanar la infatuación de conservar el poder.
Su ciclo del poder va en un descenso irreversible.
“México no quiere aventuras políticas, no quiere saltos al vacío, no quiere retrocesos a esquemas que ya estuvieron en el poder y probaron ser ineficaces. México requiere democracia pero rechaza su perversión que es la demagogia”. Colosio.