El camino a la inversión / Analogías
Aguascalientes, Marzo 06 (2023).- Estimado lector: Nos adentramos a marzo, tercer mes del año. En esta ocasión quisiera abordar el siguiente paso al ahorro. Recordemos que en finanzas personales, si solamente se ahorra, nunca llegaremos a nada. Es preciso utilizar una palanca, algo que impulse y catapulte el esfuerzo del ahorro, hablamos de poner a trabajar el dinero, de ganarle a la tan mencionada inflación, y todo eso, únicamente es alcanzable a través de la inversión.
Suena sencillo, y lo es. El tema es iniciar en el proceso, establecer el hábito y no interrumpirlo de forma innecesaria. Cuanto antes comiences, tanto mejor, más temprano comenzarás a notar sus bondades y lo que hará por ti en el futuro, una vida más fácil, cómoda y segura.
Algo que tienes que tener claro es que toda inversión conlleva un riesgo, por lo que es muy importante contar con una educación financiera antes de comenzar. Para saber si ya estás en el lugar adecuado, por favor, revisa con detenimiento los pasos que a continuación te presento:
- Tienes un ingreso estable. Partamos de suponer que eres un asalariado o tienes un pequeño negocio que te da la certeza de tener un ingreso recurrente y estimado mes a mes. Si no es el caso podrías comenzar a invertir, pero esa tendencia se verá modificada en las primeras de cambio, cuando algo no se de como esperabas. Por tanto, no te arriesgues en tanto no tengas la seguridad de los flujos que te vendrán de forma recurrente.
- Te queda dinero después de cubrir con tus obligaciones financieras. Si ya aseguraste tus ingresos de forma mensual, ahora es necesario saber cómo hacerle para que te quede dinero al final de tus gastos, para que de esta forma puedas destinar un porcentaje a la inversión. Lo recomendable aquí es incluir en tu presupuesto el rubro de inversión y descontarlo como si de un gasto se tratara, así lo tendrás contemplado y por ende podrá aplicarse.
- Has considerado los efectos de eventos próximos en tu vida, tales como: matrimonio, hijos, divorcio. Es normal al comenzar a invertir que deseemos destinar la mayor cantidad de recursos posible, después de todo estamos emocionados por los frutos que vendrán con dicho hábito. Sin embargo, el no visualizar, contemplar o considerar gastos mayores, tales como los que se mencionan, hará que caigamos en la frustración al no poder alcanzar lo esperado. No quieras correr, primero camina con un paso a la vez, poco a poco. Más vale un paso que aguante que un trote que canse.
- Tienes ahorros que van de tres a seis meses de tus gastos mensuales. No recomiendo comenzar a invertir sin tener un fondo de emergencia lo suficientemente apaciguador como para no pasar sobresaltos en el tiempo. La tranquilidad mental que da el tener dinero disponible para imprevistos es fundamental en el camino que todo inversionista ha de seguir. No comiences sin él, el tiempo y los infortunios se presentan sin avisar.
- Haz la tarea e investigaste a fondo el instrumento en el que destinarás tu dinero para invertir. La tarea del inversionista es investigar dónde va a poner su dinero, por tanto, necesita estar informado de las diferentes clases de activos disponibles en el mercado. Lo anterior incluye, pero no se limita, a: perfiles de inversionistas, plazos, riesgos, comisiones, rendimientos, montos mínimos, penalizaciones, etc. De nuevo, date un clavado y pregunta como si tu vida dependiera de ello. Después de todo es tu dinero y el fruto de tus esfuerzos, que menos que estar seguro del paso a dar.
- Conoce tu tolerancia al riesgo. Es algo que quizás nunca te hayas puesto a pensar, pero es fundamental en cuanto a inversiones se refiere. Recuerda que los rendimientos suelen estar correlacionados al riesgo que se toma. Los riesgos por lo general van de acuerdo al perfil del inversionista, de conservador a moderado y extremo.
- Fija unas expectativas realistas del retorno sobre la inversión que esperas obtener. Por norma general los retornos sobre una inversión no pasan de los dos dígitos, es decir, van del 1% al 9%. En entornos de incertidumbre, inflación y volatilidad como los actuales, puede que éstos sí superan el 10% o más. Pero sé realista, no aspires a doblar tu dinero a la vuelta de un año. Existen muchas falsas inversiones por ahí, muchas empresas piramidales que venden “espejitos por oro”. De ahí la razón primordial de investigar con detenimiento y esperar obtener retornos de acuerdo al activo en el que se invierte.
- Desarrolla un plan diversificado de inversión. Este es el éxito materializado de las inversiones. Los profesionales saben que no es sano “poner todos los huevos en la misma canasta”, dicho de otra forma: nunca inviertas todo el capital en un solo tipo de activo. Hay muchas alternativas: deuda pública o privada (bonos), acciones de empresas públicas o privadas, fondos de inversión o fondos mutuos (alternativa de inversión administrada por expertos), ETF´S (conjunto de activos que cotiza en la bolsa de valores), bienes raíces, arte, joyas, commodities (petróleo, gas natural, oro, plata, maíz, arroz, carnes), divisas (euro, dólar, yen), cedes (certificados de depósito), cetes (certificados de la tesorería de la federación), crowdfunding (fondeo colectivo), entre otros. Aquí se trata del equilibrio que mejor funcione para quien invierte, para su proyección en el tiempo, para los recursos de los que dispone, para la disponibilidad en que los requiere, etc.
Invertir es un hábito, algo que se adquiere con el tiempo. Cada peso que separes para dicho fin lo estás enviando a tu yo futuro, a esa persona del mañana que espera tener sus días dorados cubiertos, que no pretende seguir trabajando hasta que se muera, que quisiera no preocuparse por medicinas y cuentas de hospitales sin fondos para hacerles frente. Por ello es necesaria la inversión, para acrecentar un patrimonio, para poder ayudar a causas benéficas, para transmitir hacia la siguiente generación. Este término debería ser un deber hacer y no un poder hacer. Es algo que cada vez se escucha en las escuelas y en las universidades, algo de lo que debemos ocuparnos cuanto antes.